Aunque decorar una casa de lujo es más gratificante por la cantidad de posibilidades que ofrece, también es una tarea complicada, ya que llenar los espacios con mobiliario y objetos coherentes y conseguir una armonía del espacio no es fácil. Podemos caer en el error de abarrotar la estancia de muebles sin sentido o dejar ciertas zonas vacías dando la sensación de que la decoración está a medio hacer.
En este tipo de viviendas, donde los espacios son o muy alargados o demasiado anchos, y los techos muy altos, lo aconsejable es poner el mobiliario justo, pero de grandes dimensiones. Además, hay otra serie de características a tener en cuenta para no sucumbir en una decoración exagerada.
Suelos cálidos
Este tipo de casas de proporciones descomunales tienden a ser frías y poco acogedoras. Para contrarrestarlo, el suelo puede jugar a nuestro favor. Elige materiales cálidos, como la madera o incluso la moqueta si la estancia es muy fría. Además, las alfombras son un gran aliado en estos casos: son acogedoras y sus diseños contribuyen a ensalzar el estilo de la habitación. Usa alfombras amplias y de diferentes estampados y texturas son la combinación perfecta para dotar de mayor dinamismo a la estancia.
Moderación en el techo
Si huyes de la ostentación, no querrás usar molduras en los techos. Sin embargo, son un buen recurso para delimitar los espacios. No tengas miedo y apuesta por ellas, pero elígelas en diseños sencillos y lineales y acertarás de lleno.
En cuanto a las lámparas, cuanto más voluminosas sean, mejor. Descarta los diseños barrocos y enrevesados y opta por las líneas sencillas y los colores suaves. Si te gustan las lámparas de araña, opta por las de madera con acabado decapado, ya que restan fastuosidad.
Paredes con personalidad
Los espacios grades tienen muy pocas limitaciones en cuanto al color: podemos usar tonos oscuros, vivaces, suaves, o transgresores sin que ello suponga un perjuicio para el resto de la decoración. Incluso podemos optar por todo tipo de estampados de papel.
Las reglas son similares a las de cualquier casa: puedes jugar con ellos para delimitar áreas o crear un punto focal a través del color.
Utiliza cuadros proporcionales al tamaño de la pared o composiciones de pequeños cuadros que ocupen toda un área. Con esta última propuesta se consigue eliminar suntuosidad a la estancia creando ambientes más acogedores y relajados. Así que, si huyes de la ostentación, esta es una buena técnica.
Si dispones de una obra de arte de gran valor, resérvale un espacio y trata de que todas las miradas confluyan en ella evitando instalar más objetos valiosos. Además, es aconsejable que la declares de forma expresa cuando contrates tu Seguro de Hogar MAPFRE, que además de las coberturas habituales te ofrecerán garantías adicionales.
Para contrarrestar el efecto de la pared eterna, valora la posibilidad de incluir zócalos y molduras de pared, que además son perfectos para habitaciones de techos altos. Si eliges molduras recargadas, con formas ornamentales y elementos vegetales y orgánicos, el resto de la decoración debe ser muy sutil. Este tipo de molduras combinadas con un mobiliario moderno de líneas puras dan un toque vanguardista muy interesante. Si por el contrario instalas molduras arquitectónicas de líneas rectas y sencillas, puedes excederte un poco más en la decoración. Para no sobrecargar la habitación, pinta las molduras, zócalos y pared del mismo color.
Situación de los muebles
Está claro que los muebles más voluminosos tendrán que ir pegados a la pared, pero podemos aprovechar otros elementos, como sofás, camas, mesas o aparadores para llenar los espacios que quedan en medio. Sírvete de ellos para delimitar áreas y acotar espacios.
Si quieres conseguir un estilo sencillo, apuesta por muebles de materiales cálidos y naturales, como la madera sin tratar. Los colores oscuros son más acogedores, pero siempre en acabados mate.
Adornos a lo grande
En las viviendas de lujo es mejor incluir pocos adornos, pero grandes y con carácter, que por sí mismos tengan valor; a llenar la estancia de pequeños objetos. Al final pasarán desapercibidos a nuestros ojos y, además, darán la sensación de ambiente recargado.