Los electrodomésticos juegan un papel importante en el diseño de una cocina. No se trata solo de elegir la ubicación más lógica para ellos, además, en función del tipo y los acabados pueden crear diferentes efectos decorativos en esta estancia e incluso hacer que sea más o menos práctica.
Una de las dudas que surge al respecto es si es mejor elegir electrodomésticos integrables, a la vista o panelados. Estos últimos están en desuso, por lo que nos centraremos en los dos primeros.
Electrodomésticos integrables: pros y contras
Los electrodomésticos integrables son aquellos que están encastrados junto al resto del mobiliario, de manera que quedan ocultos o camuflados. No hay que confundirlos con los panelados, que son los que llevan colocado un panel en la puerta para adaptarlos al diseño de los otros muebles, dejando los mandos y pantallas al descubierto.
Ventajas
- Ahorro de espacio: si tu encimera es pequeña, agradecerás no tener el microondas ocupando un lugar que podría destinarse a otro uso. Si todo queda integrado en una columna ganarás en amplitud y comodidad.
- Aspecto minimalista: este tipo de electrodomésticos favorecen las líneas limpias y rectas, lo que da la sensación de uniformidad y ligereza. Parecerá que hay pocos, pero en realidad no falta ni uno. Este efecto minimalista es ideal para la cocina, ya que es una de las estancias de la casa más usadas y más proclive al desorden.
- Ideal para cocinas abiertas: al quedar ocultos, el ambiente que se crea es más armónico y ordenado, algo muy necesario si tu cocina comparte espacio con el salón.
- Limpieza: al quedar completamente encastrados no hay ranuras ni fisuras por las que pueda acumularse el polvo y la suciedad. Además, la ausencia de cables o botones también ayuda a reforzar esa sensación de limpieza.
Desventajas
- Menos diseños: el volumen de modelos de electrodomésticos integrables es muy reducido. No hay tantos acabados y diseños en donde elegir, como sí ocurre con los electrodomésticos a la vista.
- Instalación complicada: a no ser que se te de bien este tipo de trabajos, lo normal es que la instalación tenga que hacerla un profesional.
- Pierden volumen de carga. No obstante, suelen estar mejor aprovechados.
Electrodomésticos a la vista: pros y contras
Los electrodomésticos a la vista o de libre instalación son los de toda la vida, aquellos que quedan independientes del mueble. Se pueden encontrar en diferentes formatos y acabados.
Ventajas
- Plus estético: los electrodomésticos a la vista vienen con una variedad de diseños y acabados: los que imitan acero y dan un aspecto más profesional, los blancos o en colores vivos, los de aspecto retro como los de Smeg, las cocinas de hierro forjado… Por eso, si quieres una cocina con un plus de diseño, esta es la mejor opción.
- Sin limitaciones de tamaño: en este caso no dependes tanto de las medidas del electrodoméstico, ya que no tiene que encajar a la perfección. Puedes colocarlos en cualquier sitio.
- Instalación sencilla: para instalarlos no hace falta un profesional: basta con conectarlos y encajarlos, lo que hace que sean también más económicos.
Desventajas
- Menos limpios: como no quedan completamente encajados, puede acumularse suciedad entre los espacios que hay entre el mueble y el electrodoméstico. Una suciedad a la que es muy difícil acceder.
- No favorecen la armonía: al quedar a la vista, se pierde la uniformidad y simetría que ofrecen los integrables.
Cada opción tiene sus ventajas y desventajas, por lo que lo mejor es elegir aquello que mejor se adapta a tus necesidades. Además, es igual de importante buscar una protección extra para tus electrodomésticos, como la que te brinda el Seguro de Hogar MAPFRE con el Servicio de reparación de electrodomésticos de gama blanca. Infórmate aquí de todas las ventajas que te ofrece.