La técnica de la doble carga es muy utilizada para dibujar paisajes y simular flores como las rosas o incluso el follaje de la naturaleza.
¿Qué es la técnica de la doble carga?
Esta técnica de pintura es muy sencilla en realidad. Se trata de que dos colores se fundan en el centro del dibujo. Para ello, solo debemos impregnar el pincel con dos colores diferentes y pintar en el lienzo. El resultado será una pincelada casual de dos colores en los que no veremos franjas rectas. Es una unión entre colores que llega a efectuarse sin la necesidad de pintar dos líneas de dos colores diferentes. Fácil, ¿verdad?
Pasos a realizar
Una vez entendido el concepto de la técnica de la doble carga, vamos a explicar cómo llevarla a cabo. Para que los resultados sean buenos debemos seguir varios pasos a la perfección.
Lo primero será colocar en una paleta los dos colores que queremos utilizar para pintar. Después, humedeceremos un pincel chato con un poco de agua y lo secaremos ligeramente sobre un papel. El pincel tiene que estar húmedo pero no mojado.
Continuaremos cargando cada lado del pincel con un color de los que anteriormente hemos seleccionado. El siguiente paso será la clave, solo tendremos que pintar sobre el lienzo primero hacia adelante utilizando el color de ese lado del pincel y luego hacia atrás utilizando el color del otro lado del pincel. De este modo, lograremos que los colores se unan a ambos lados de las pinceladas.
Si conseguimos que los colores se mezclen bien, el fundido que se observará será progresivo. Por el contrario, si está mal efectuado aparecerán franjas. Para evitar este tipo de circunstancia lo recomendable es utilizar un pincel que no sea demasiado corto.
Es una técnica fácil de realizar y con ella podremos dibujar bonitos paisajes, imitando la variedad de colores que encontramos en la naturaleza.