5 destinos de ensueño para amantes del arte
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Desde las más primitivas aportaciones artísticas hasta las tendencias más modernas, el mundo está plagado de obras de gran belleza que han perdurado al paso de los siglos. Florencia, Londres o París son algunos de los destinos de ensueño para amantes del arte con una concentración de piezas y edificaciones tan variada como magnánima.
Catedrales, castillos, puentes, construcciones imposibles, pinturas, libros antiguos… Pero, sobre todo, pequeños y grandes detalles que hablan por sí mismos de la historia que vivieron; de otros tiempos en los que hombres y mujeres soñaron con hacer algo grande o que, sin mayores pretensiones, consiguieron crear obras de arte que han perdurado durante siglos. Todas estas joyas estás repartidas por el mundo, muchas de ellas concentradas en destinos de ensueño para los amantes del arte.
Si tú eres de los que disfruta ahondando en el pasado de cada ciudad; de los que vislumbra la diferencia entre un mural y un fresco; de los que valora lo que supone ver un cuadro en directo cuando lo has visto mil veces en imágenes; o de los que se queda ensimismado contemplando los arcos de una iglesia, estás de suerte, porque el arte es algo tan humano que está en todas partes. Pero si lo que quieres es padecer el síndrome de Stendhal, estos son los destinos de ensueño que no debes perderte.
Destinos de ensueño llenos de arte
Italia: Florencia, Roma, Venecia…
Ninguna ciudad como Florencia para experimentar la exuberancia del goce artístico. Al norte de Italia, en la región de la Toscana, encontrarás una gran densidad de arte por metro cuadrado, como las obras más destacadas de Botticelli, Leonardo da Vinci o Tiziano; el David de Miguel Ángel; la Puerta del Paraíso de Ghiberti; arquitecturas únicas como el Ponte Vecchio, la imponente catedral y, como no, la Basílica de la Santa Cruz, aquella en la que Stendhal, sin saberlo, sufrió el síndrome que acabaría llevando su nombre.
Un poco más al sur se encuentra Roma, capital de Italia, la Ciudad Eterna que alberga la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo acumulados durante tres milenios.
Allí tendrás la oportunidad de visitar uno de los seis microestados europeos: el Vaticano, con la Basílica de San Pedro o los Museos Vaticanos, en los que Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina. En la propia Roma, el Coliseo, el Foro Romano y el Palatino –los centros neurálgicos en los que se desarrolló el antiguo imperio-, la Fontana di Trevi, el Panteón, la plaza de España, el mausoleo del emperador Adriano, las catacumbas, la basílica San Pablo Extramuros, la Boca de la Verdad, y un larguísimo etcétera.
Y, antes de abandonar Italia, parada obligada en Venecia, con sus famosos canales y sus obras de siglos de historia que siguen muchas y muy variadas corrientes artísticas. La Plaza San Marco, diseñada como el salón más elegante de Europa, se encuentra rodeada de obras de valor inestimable, como el impresionante Campanario y la Basílica, el Palacio Ducal, la Torre del Reloj y el Museo Correr.
Reino Unido, Londres
Inglaterra, y más concretamente su capital Londres, es otro de los pilares de la historia del arte. Una ciudad cosmopolita y moderna que ha sabido mantener intactos sus valores históricos y hacerse con algunas de las joyas del arte más importantes del mundo. Su oferta museística es inabarcable, y en ella se puede encontrar de todo, desde grandes instalaciones hasta inestimables tesoros o todo tipo de objetos curiosos y, en ocasiones, hasta absurdos.
El British Museum, el más grande del planeta en su género, es buen ejemplo de ello. En su interior se esconden fascinantes libros que han sido consultados por grandes personajes de la historia, como Gandhi, Karl Marx u Oscar Wilde, además de seis millones de piezas procedentes de todos los rincones del mundo y de todos los tiempos y civilizaciones, como la famosa piedra de Rosetta; momias egipcias; el busto del faraón Ramsés II; o varias salas dedicadas al Partenón y al desaparecido Mausoleo de Halicarnaso.
En el plano arquitectónico, Londres posee un estilo muy característico donde la piedra y el ladrillo conviven en una amalgama de colores decadentes de gran belleza. La Torre de Londres, el impresionante palacio de Westminster, la catedral de San Pablo, o sus plazas plagadas de historia son algunas de las joyas que puedes encontrar a lo largo del río Támesis.
Jerusalén, en Israel
La capital de Israel es una de las ciudades más antiguas del mundo, lo que nos hace adivinar que en su interior encontraremos obras de gran valor artístico e histórico. Y así es: templos, iglesias y sinagogas que hablan de historia, cultura, tradiciones y religiones. Jerusalén es una ciudad llena de secretos y atractivos tan variados que abruma al visitante. Una urbe capaz de convertirse en lugar sagrado para las tres religiones monoteístas (cristianismo, judaísmo e islamismo), generar sentimientos encontrados y, al mismo tiempo, fascinar y seducir al visitante.
Allí podrás visitar el huerto de Getsemaní junto a la iglesia de Todas las Naciones, edificada sobre la auténtica roca sobre la cual Jesús rezó antes de su arresto; el muro de los Lamentos, que son los restos del Segundo Templo de Jerusalén; la explanada de las mezquitas, rodeada de las cúpulas de Al Aqsa y de la Roca, la más bella y antigua construcción de la arquitectura árabe; o sus numerosos museos.
Pero además de su pasado, Jerusalén se ha ido asentando poco a poco como un destino clave para los que buscan arte contemporáneo y moderno, como el Art-Time Israel, perfecto para amantes del pop art, la galería fotográfica Vision Neil Folberg o The Jerusalem Artists’ House, un centro para artistas emergentes.
París, Francia
Cada punto de este país contiene importantes piezas y construcciones que recorren las diferentes épocas artísticas: el románico en abadías, monasterios y catedrales, como la iglesia abacial de Cluny o la de Fontenay en Borgoña, o el Tapiz de Bayeux -declarado “memoria del Mundo” por la UNESCO-, que relata los hechos previos a la conquista normanda de Inglaterra; el renacimiento en el Valle del Loira, con maravillosas edificaciones como el Castillo de Chambord, donde se encuentran algunas de las obras de Leonardo da Vinci; el cataclismo surgido como respuesta a las extravagancias del Barroco representado en el Castillo de Versalles, residencia de Luis XIV; o las tendencias más modernas, como el art nouveau, con la estación parisina de metro Abbesses como máxima representación.
París, capital francesa, es otro de los enclaves de obligada parada si lo que se quiere es disfrutar del arte, la historia y la cultura. Entre sus más de 150 museos y galerías de renombre, como el Louvre (uno de los más visitados del mundo), Orsay (construido sobre la estación de tren que fue inaugurada en el año 1900 con motivo de la Exposición Mundial de París), Pompidou (comparable al MoMA de Nueva York), Rodin, Cluny, de Arte Moderno, Orangerie, etc., el visitante puede perderse en un mar de piezas únicas de afamado prestigio.
Entre la amplia oferta museística de París se conserva La Gioconda, de Leonardo da Vinci; La Libertad guiando al pueblo, de Delacroix; La Venus de Milo; La noche estrellada, de Van Gogh; Mujeres de Tahití, de Gauguin; El Pensador, de Rodin; además de muchas de las obras de Picasso, Matisse, Braque o Juan Gris.
Pero fuera de los museos, el arte campa a sus anchas en infinitas representaciones a cada cual más emblemática. Es el caso de la catedral de Notre-Dame y la Santa Capilla, que ejemplifican a la perfección la magnificencia de la Edad Media; la torre Eiffel, convertida en símbolo de Francia y de su capital; o la brillante muestra del art nouveau en la estación de metro Abbesses, que conduce al viajero hacia el templo del surrealismo en París, el espacio Dalí en la colina de Montmartre.
España, de norte a sur
Nuestro país tiene mucho que decir y qué ofrecer en lo que historia del arte se refiere, con una riqueza única, brillante y muy diversa que lo convierten en un destino de ensueño para muchos viajeros. Obras maestras del arte universal, museos para todos los gustos, monumentos únicos en el mundo y una agenda cultural apasionante. Cada ciudad, pueblo o territorio de España cuenta con tesoros que van desde las más primitivas aportaciones de la península hispánica –como las cuevas de Altamira en Cantabria-, hasta tendencias más modernas –como el parque Güell de Barcelona-, además de innumerables muestras representativas de cada una de las épocas históricas. Buen ejemplo de ello es la Alhambra de Granada, el Museo del Prado en Madrid, el Acueducto de Segovia, cada una de las rutas del Camino de Santiago, el anfiteatro romano de Mérida, el Alcázar de Sevilla, etc.
El arte es una de las expresiones más especiales del ser humano, tanto que desde el principio de los tiempos se ha afanado en dejar su impronta en el mundo en forma de pintura, escultura, edificación, utensilios, etc. Por suerte, muchas de esas obras aún pueden disfrutarse. Si tú también quieres revivir el pasado a través del arte en cada uno de los destinos de ensueño que te proponemos, no olvides contratar tu Seguro de Viajes MAPFRE, que da cobertura a todos los incidentes que puedan surgir a lo largo de tu periplo. Además, es una póliza muy flexible que podrás adaptar a la medida de tus gustos o necesidades.
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