Crea tu propio juego para disfrutarlo en familia
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Jugar en familia es una excelente forma de aprendizaje, no solo para reforzar las relaciones entre todos los miembros de la casa, sino también para desenvolverse en la sociedad. La familia es el lugar en el que todo ser humano establece los primeros vínculos afectivos y donde adquiere valores y patrones de conducta que le acompañarán durante el resto de su vida.
Además, compartir horas de juego con los niños les hace ganar en autoestima y seguridad y, lo más importante, les hace saberse queridos. Vista la importancia que tiene, parece crucial planificar actividades conjuntas con ellos o, lo que es mejor aún, crea tu propio juego para jugar en familia, algo que sea solo vuestro y que os una más aún. ¿No sabes por dónde empezar? Pues toma nota de estas ideas.
Crea tu propio Trivial casero
Si te has animado a crear tu propio juego, ten en cuenta que los de mesa son los que tienen más potencial en este sentido. Son fáciles de hacer y, con unas pocas sugerencias, podrás dar forma a una idea innovadora o hacer un juego personalizado para vuestro tipo de vida. Por ejemplo, puedes crear tu propio juego de Trivial, con preguntas sobre experiencias vuestras que solo vosotros sabéis contestar. Esta es una buena forma de recordar otros tiempos o de volver a reír con una anécdota familiar.
Cómo crear tu propio juego de mesa
El primer paso es diseñar la idea del juego. Anota en una libreta todas las ideas que vayan surgiendo, tanto tuyas como del resto de la familia. Para que no te pierdas en un mar de propuestas, es recomendable que elabores un pequeño esquema en el que figuren:
- El tema o género del juego.
- La mecánica, es decir, las normas básicas con las que interactúan los jugadores. Por ejemplo, en el Trivial la mecánica consiste en avanzar por un tablero contestando bien unas preguntas e ir consiguiendo quesitos.
- Edad: determina el rango de edad de los jugadores, ya que de ello dependerá la dificultad del juego.
- Define las características principales: número de jugadores, cuánto va a tener de azar, el tiempo que dura una partida…
- Objetivo del juego: decide qué tendrán que hacer los jugadores para ganar.
- Establece las reglas básicas.
También debes decidir cómo será el tablero. Estas son algunas opciones:
- Camino: se establece una salida y una meta, a la que hay que llegar siguiendo un camino con variedad de opciones, direcciones y movimientos.
- Campo de juego: en lugar de un camino, se trazan varias zonas en las que se desarrollan diferentes actividades.
- Tarjetas: este elemento suele hacer más dinámico el juego. Pueden ser instrucciones concretas, habilidades que se ofrecen o contar con la opción de cambiar el modo de juego.
Evalúa el juego
Antes de pasar a la creación física y definitiva del juego, es muy aconsejable hacer uno de prueba para ver cómo funciona. Dibuja el boceto del tablero (si lo hay), haz las fichas y las tarjetas con cartulina o usa las de otros juegos. Lo importante ahora mismo es saber si es mejor incluir más detalles, cambiar o quitar algo, simplificar la idea original, etc.
Primero debe probarlo el creador del mismo, para recolectar información, ver lo que funciona y lo que no, analizar si es posible sabotear alguna prueba, y sobre todo verificar si se puede ganar sin hacer siempre lo mismo. Si el juego supera todos los estándares, se puede probar en familia. Los demás pueden encontrar fallos que habías pasado por alto. También es un buen momento para que te fijes si alguien se aburre o si otro pierde demasiado.
Creación física del juego
Tras la minuciosa planificación, llega el momento de fabricar el juego. Para crear tu propio juego tienes varias opciones. Una de ellas, la más sencilla y con el mejor acabado, es recurrir a una de las plataformas que suministran los componentes. Una de ellas es Ludotipia, donde encontrarás todo lo necesario para hacer un juego de calidad, al mismo nivel que los que puedas encontrar en las tiendas. Cajas, fichas y accesorios, barajas, dados, tableros, y todo personalizado.
Otra opción más económica (y con la que disfrutarán más los niños) es que lo hagáis el juego vosotros mismos. Podéis usar un tablero viejo o un cartón, o cartulina de colores para las cartas, piedras para las fichas, etc. No olvides darle color a todo, señalizar bien las zonas, escribir con cuidado para que la letra se entienda, pero sobre todo, tener mucha creatividad.
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