Los seres vivos habitamos en la Tierra y estamos adaptados a sus condiciones climatológicas. Como tal, nos adaptamos con el medio que nos rodea y debemos aprender a convivir y aprovechar aquello que la naturaleza nos ofrece, del mismo modo que debemos protegernos de aquellos factores que pueden resultarnos adversos.
Existen formas de construcción que intentan aprovechar todo lo que el medio nos ofrece y adaptar las estructuras de edificios y viviendas para que sean más beneficiosas para las personas que viven en ellas. La arquitectura bioclimática busca la adaptación de las condiciones de la vivienda para conseguir un máximo confort para sus habitantes logrando un consumo energético mínimo.
Qué es la arquitectura bioclimática
La arquitectura bioclimática trata de integrar los elementos que nos proporciona el medio en el que vivimos para conseguir que las condiciones dentro de los edificios sean las más óptimas y confortables para las personas que viven en ellas garantizando un mínimo consumo energético.
Este tipo de construcciones, además de ser beneficiosas para el ser humano, también lo son para la naturaleza, ya que ayudan a cuidar el medio ambiente y a reducir la contaminación energética.
Para conseguir construir un edificio que se adapte a la arquitectura bioclimática será necesario que se siga una estrategia que consista en estudiar las condiciones climáticas y los recursos que ofrece el medio en el que se va a realizar la construcción.
Además, este tipo de diseños buscan que sus edificios se adapten al lugar en el que van a ser construidos para conseguir que estos causen el menos impacto ambiental.
¿Qué elementos se tienen en cuenta en la arquitectura bioclimática?
La estrategia es esencial para construir un edificio eficiente y sin impacto para el medio ambiente, por ello, antes de realizar el proyecto será necesario conocer muy bien el entorno en el que se va a ubicar y los recursos con los que se cuentan.
A continuación, vamos a ver cuáles son los elementos esenciales a la hora de poder construir un edificio usando la arquitectura bioclimática.
Orientación del edificio
La orientación de la vivienda es tremendamente importante si queremos aprovechar todos los recursos que nos ofrece la naturaleza. No es lo mismo una vivienda orientada al norte en la que nunca llegará la luz directa del sol, que otra que se encuentre orientada al sur.
Conocer exactamente dónde se sitúa ayuda a que la captación de energía del exterior sea mayor y por tanto se pueda adaptar mucho mejor a una climatización natural y confortable para las personas que viven en ella.
A esto, hay que sumarle la utilización de elementos como muros, cristales, toldos, persianas… que permitan mantener el calor en aquellas zonas en la que queremos conservarlo durante el invierno y contar con otras zonas más frescas para los meses más calurosos.
El suelo
El suelo es muy importante a la hora de construir un edificio, no solo por su consistencia para soportar la estructura de este, sino porque, dependiendo del tipo de terreno sobre el que se ubique, este tendrá una serie de características climáticas.
Dicho de otro modo, el suelo cuenta con inercia térmica que puede ser aprovechada para reducir o acomodar la variación de temperaturas en la zona.
El suelo, por tanto condicionará la estructura del edificio que puede contar con pozos geotérmicos para aprovechar la temperatura del subsuelo de manera que las viviendas construidas puedan mantenerse frescas en verano y calientes en invierno sin necesidad de sistemas de climatización.
Apostar por la ventilación
Para lograr una eficiencia térmica en el interior, será necesario contar con un buen sistema de ventilación. Por lo general, en este tipo de construcciones se suele optar por la ventilación mecánica, de manera que esta esté controlada por el usuario y pueda garantizar la renovación y calidad del aire para las personas que habitan en la vivienda.
Por otro lado, además ayudará a prevenir algunos de los problemas más habituales dentro de los hogares como son el polvo, la contaminación exterior, los ácaros, el moho o la humedad.
Usar el aislamiento adecuado
La utilización de elementos adecuados ayudará a mantener una climatización óptima y eficiente haciendo que la vivienda reduzca al mínimo su consumo de energía. Los materiales utilizados en la construcción del edificio son esenciales para mantener el confort dentro de la vivienda, pero estos también deben ser respetuosos con el medio ambiente.
Por lo tanto, a la hora de construir un edificio con este tipo de arquitectura, el diseño deberá ser siempre sostenible para evitar un impacto muy elevado en el medio ambiente.
La mejor opción es decantarse por elementos naturales como la piedra, el ladrillo o el hormigón adaptándolos a las necesidades de la zona en la que se va a construir.
Si quieres construir una vivienda bioclimática para conseguir el mayor confort en armonía con el medio ambiente y aprovechando todos los recursos que este te ofrece, será necesario conocer al máximo las posibilidades que tienes a tu alrededor y realizar un diseño y planificación adecuados. Para ello, nada mejor que contar con profesionales que te asesoren sobre cuál es la mejor opción para ti.
Por su parte y para sentirte aún más tranquilo y relajado dentro de tu hogar, contar con la protección que te ofrecen los Seguros de Hogar de MAPFRE será un gran elección.