Puedes hacer mermelada casera de moras, de manzana, de pera, de higo, de tomate y hay poca discusión sobre cuál es el mejor método para poder almacenarlas en la despensa durante, al menos, un año: botes de cristal esterilizados y al vacío.
Hasta aquí, todos contentos, pero hay secretos y trucos más allá de la olla hirviendo con tus botes de cristal dentro. Aquí tienes los principales para que tus mermeladas se conserven en las mejores condiciones de sabor y textura y durante el mayor tiempo posible.
¿Cómo tienen que ser los botes?
Deben ser de cristal, estar limpios y esterilizados con agua hirviendo, al menos durante media hora. Mejor bajos, anchos y, en general, pequeños para mejorar la conservación y el proceso de vacío casero. Antes de hervir, lávalos con agua y jabón para vajillas.
Las tapas, sí importan
De hecho, las tapaderas de los botes son cruciales, recuerda que cada tapa de acero solo resiste un proceso de conservación, luego no serán efectivos. Esto significa que puedes reciclar los botes de cristal, pero debes comprar tapas nuevas cada vez. Las venden sueltas y por tamaños, en ferreterías, bazares y comercios similares. Todo resuelto.
Papel de horno y aguardiente de sabor neutro
Esto no supone que tus mermeladas vayan a tener alcohol, lo único que se pretende es que sean más duraderas en el tiempo y en el mejor estado. Recorta un círculo de papel de horno, de igual diámetro que la boca del bote, empápalo en aguardiente natural y ponlo sobre la mermelada, dentro del bote. Cierra y a cocer. El alcohol del aguardiente se evapora en el proceso facilitando y mejorando el vacío de cada uno de los botes.
Atención al azúcar
El azúcar es un conservante natural, en el caso de la mermelada colabora activamente a que esta se conserve mejor más tiempo, por lo tanto, si has decidido hacer una mermelada no tan dulce, ten en cuenta que el tiempo de conservación puede verse disminuido, así como la calidad de la confitura, pasado el tiempo. No es un inconveniente, pero es importante ser consciente de que la mermelada menos dulce, va a durar en buen estado menos de un año, consúmela antes.
Con estos trucos solo resta que hagas lo ya sabido: preparar la confitura casera, lavar y esterilizar los botes, llenarlos -nunca hasta arriba-, añadir el papel con aguardiente, llevar a ebullición en una olla con agua que les cubra por completo y mantener unos 30 minutos.
Con este proceso de envasado y conservación es muy poco probable que se te estropee ni uno solo de tus botes de confitura. Completa los cuidados con un almacenaje seguro, seco y mejor oscuro. Un plus para tu seguridad: revisa uno a uno los botes antes de almacenarlos por si en alguno el proceso de vacío hubiera sido fallido y se abomba con el tiempo. Si presenta algún signo exterior de daño, mejor no almacenarlo y abrirlo para valorar su consumo en el momento.
Un año es el tiempo de conservación máximo, pero siempre es mejor consumir la mermelada casera antes y una vez abierto el bote, guardarla en la nevera. Si tu frigorífico se estropea con tu mermelada y la compra del mes, recuerda que con tu Seguro de Hogar MAPFRE dispones del Servicio de Reparación de electrodomésticos de gama blanca.