Durante los meses más frío del invierno y los más calurosos del verano, se plantea el mismo dilema ¿Cómo puedo mantener una buena temperatura en mi hogar? Puedes subsanar este problema con un buen aislamiento e instalando un regulador de temperatura. Este tipo de aparatos se conectan a los sistemas de calefacción y aire acondicionado de tu casa para lograr que esté a una temperatura ideal.
Son ideales para mantener una temperatura constante y evitar gastos innecesarios de energía. Además, algunos modelos son inalámbricos por lo que podrás ajustar los grados a la zona de la casa en la que te encuentres y que en ese momento, necesita un uso más intensivo de los aparatos de calefacción o aire acondicionado.
¿Qué es un regulador de temperatura?
Es un aparato que se conecta a los sistemas tanto domésticos como industriales, equipos informáticos u otros aparatos que requieran de ajuste de temperatura para su correcto funcionamiento.
Dependiendo del uso para el que van a emplearse el producto deberá adecuarse a las necesidades de cada usuario. Para instalar un buen regulador es recomendable ponerse en manos de un profesional que te aconsejará sobre el aparato que cumpla más con tus exigencias.
En este post, nos centraremos en los reguladores de temperatura domésticos. Si aun no tienes ninguno instalado, deberías hacerlo ya que su utilización te permitirá ahorrarte algunos euros en la factura de la electricidad o del gas para la calefacción. Existen muchos modelos digitales o analógicos, ambos cumplen el mismo objetivo.
- Regulador de temperatura digital: se trata de un aparato eléctrico que mediante una sencilla conexión a los sistemas de frío y calor de tu hogar te permite cambiar los grados ajustándolo mediante una pantalla. Son cómodos y fiables.
- Regulador de temperatura manual: por lo general se trata de una caja de plástico con una ruleta giratoria en la que se marcan los grados de temperatura, para regularla tan solo deberás girar la pieza de a la derecha o a la izquierda según sea necesario.
¿Regulador de temperatura inalámbrico o estático?
Los reguladores estáticos son aquellos que se encuentran anclados a una pared en un lugar concreto. Cuando se realiza una instalación de gas natural, por ejemplo, este sistema suele instalarse en la parte más fría de la casa, de esta manera se optimiza la temperatura en el resto de estancias. La gran desventaja de este tipo de sistemas es que dependiendo de las dimensiones de cada estancia la descompensación de temperatura entre ellas puede ser amplia.
Por su parte los reguladores inalámbricos funcionan a través de receptores instalados en la calefacción o en el aire acondicionado. El regulador envía una señal de temperatura al aparato desde cualquier parte de la casa y este se conecta automáticamente para alcanzar la temperatura indicada en esa zona concreta. Es muy útil sobre todo en invierno, ya que nos permite calentar una estancia de la casa en la que estamos en ese momento y mantener el resto a una temperatura más baja.
Regulador de temperatura para la ducha
Usar los dos mandos del grifo o el monomando para regular la temperatura del agua ya ha pasado a la historia. Este sistema requiere de precisión para lograr una temperatura óptima y nos puede llevar a malgastar agua durante el tiempo en el que se logran los grados perfectos para una agradable ducha. En la actualidad existe una amplia gama de modelos de regulador de temperatura para el agua que pueden instalarse fácilmente en cualquier ducha o bañera.
¿Cómo funcionan?
Estos reguladores tienen una ruleta en la que se marcan los grados de temperatura del agua, por lo general cuentan con un sistema de seguridad que no permite superar los 38 grados, salvo que se accione, para evitar quemaduras por accidente. Al abrir el grifo el agua fría y caliente se mezclan hasta que alcanzar la temperatura indicada, saliendo a través del dosificador de la ducha siempre a una temperatura constante. De esta manera disfrutarás de un baño placentero sin preocuparte de los cambios bruscos que te dejan helado o te queman y optimizar el gasto en agua caliente.
Para evitar malgastar agua, algunos sistemas más modernos cuentan con sensores de temperatura más avanzados. Estos bloquean la salida de agua hasta que se alcanza la temperatura que se ha indicado en el regulador. De esta manera no se desperdicia ni una gota de agua ya que no es necesario dejar unos segundos el grifo abierto para disfrutar de una reconfortante ducha.
Puedes encontrar reguladores de temperatura para ducha en cualquier centro de bricolaje y ferretería tan solo deberás elegir aquél que se ajuste más al diseño de tu baño. Ten en cuenta que no son exclusivos para el baño, también pueden instalarse en la cocina para ahorrar en agua y optimizar su uso.
Domótica
La domótica está integrada en muchos aspectos de nuestra vida, ya existen hogares inteligentes capaces de funcionar de una manera autónoma controlando todos los niveles de temperatura y confort de la casa. Estos sistemas permiten su manejo de forma remota y automática por lo que son muy útiles para controlar todos los aspectos de mantenimiento de cualquier vivienda. Con ellos podrás subir y bajar las persianas, encender y apagar las luces…. etc.
La gran desventaja es su precio ya que requiere de una instalación que conecte entre sí todos los elementos de la casa para poder controlarlos de manera remota. Se requiere, por lo general, una gran inversión.
Pero si lo que queremos es usar la domótica de una manera más económica podremos hacerlo con las aplicaciones adecuadas. En las principales plataformas de descarga podrás encontrar apps que te permitirán conectarte al regulador de temperatura de tu casa (siempre que el aparato lo permita) y activarlo, desactivarlo o ajustarlo para que al llegar a casa el confort sea óptimo.
Estos sistemas hacen que podamos ahorrar y ser más respetuosos con el medio ambiente y a la vez proteger nuestro hogar de daños causados por un mal uso de los aparatos de calefacción y aire acondicionado. Para que todo vaya sobre ruedas podrás proteger tus equipos con los Seguros de Hogar MAPFRE y hacer tu vida más sencilla.