La Directiva Europea 2012/UE de Eficiencia Energética dispone que los gastos de calefacción de las viviendas se paguen en función del consumo. Con ello pretende conseguir un gasto más justo, al pagar cada uno según su consumo individual, y una mayor racionalización en la utilización de la energía, ya que se podrá ajustar la temperatura de cada estancia en particular.
Hasta ahora, los gastos de calefacción se pagan según el coeficiente del piso, consistente en una cantidad fija al mes, esté o no habitada la vivienda, se cierren radiadores, etc. La citada Directiva establecía como fecha tope para la implantación de los contadores individuales de calefacción, el 1 de enero de 2017. En España, no obstante, el Real Decreto 56/2016, de 13 de febrero, que transpone parcialmente la citada Directiva europea, deja en suspenso esta obligatoriedad. Sin embargo, se está a la espera de que en cualquier momento se cumpla con sus exigencias.
Los nuevos contadores de calefacción: un sistema controvertido
La instalación de los nuevos contadores individuales de calefacción es un tema controvertido.
Hay quienes piensan que su implantación es necesaria porque es un sistema más justo que el actual con el que creen que ahorrarán consumo de energía y costes.
En cambio, otros consideran que esta medida acarreará una serie de gastos de instalación importantes y no ven muy claro lo del ahorro de energía ni de costes, sobre todo para las viviendas superiores de los edificios, que son las que más cuesta calentar.
Pero, ¿en qué consiste el sistema? Básicamente, consiste en aprovechar las ventajas de la calefacción central, pero repartiendo los gastos de una manera más justa, pagando solo por lo que consume cada uno, mediante la instalación de contadores individuales de calefacción. Se calcula que con este sistema se ahorrará entre un 20 y un 30 por ciento en calefacción.
Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, porque dependiendo de la manera en que esté instalado el actual sistema de calefacción central será posible o no la colocación de dichos contadores.
Contador individual: cómo instalarlo
Antes de hablar de su instalación, hay que saber que existen dos modelos de calefacción central:
- En anillo, en el que el circuito que alimenta los radiadores de cada vivienda parte de unas tuberías generales de ida y retorno.
- En columna, en el que existen varias tuberías generales de ida y retorno por cada vivienda, cada una de las cuales alimenta a los radiadores de las estancias de las diferentes plantas que están en su misma vertical. Es decir, no existe separación por vivienda.
Calefacción central en anillo
En el primer modelo –en anillo– instalar un contador individual a la entrada del piso es muy sencillo. Sin embargo, en el segundo caso –en columna– no es posible técnicamente instalar un solo contador individual, sino que será necesario instalar repartidores de costes de calefacción para medir el consumo de cada radiador.
Estos repartidores son dispositivos que miden el consumo de calefacción de cada radiador. Para hacer este cálculo, tienen en cuenta el tamaño del radiador y la diferencia entre la temperatura en la superficie del mismo y la ambiente. Se utilizan desde hace muchos años en países europeos. Son sencillos de instalar, pequeños, estéticos y no excesivamente caros. Los que se ponen actualmente son electrónicos, y sus lecturas de consumos se pueden recoger vía radio.
Calefacción central en columna
En la instalación en columna, además de los repartidores de costes será necesario instalar, también, una válvula termostática para regular el caudal de agua que entra en cada uno de los radiadores. Además es muy conveniente hacer un equilibrado hidráulico de la instalación para conseguir que todos los radiadores de la vivienda reciban el agua que necesitan y calienten adecuadamente. Esto es particularmente útil para acabar con las diferencias de temperatura entre las viviendas de las plantas bajas y las altas, que tantas discusiones provocan en las juntas de vecinos.
Gastos de consumo
Los contadores de calefacción no son como los del agua o de la electricidad, en los que cada usuario paga exclusivamente por lo que consume. En este caso, los gastos de consumo propio representarán entre el 60 y el 80 por ciento del importe del recibo, correspondiendo el porcentaje restante a costes de la instalación (término fijo de la factura del combustible, gastos de mantenimiento de la caldera, de reparaciones, etc.) que se repartirá por coeficiente entre los vecinos.
El consumo de cada radiador se calcula mediante una serie de complejas operaciones que tienen en cuenta distintos factores de conversión de los radiadores: marcas, fabricantes, características, etc.
Los partidarios de este nuevo sistema afirman que con él se consigue tener edificios más eficientes energéticamente; un ahorro de entre un 20 y un 30 por ciento; mayor confort; un reparto más equitativo de los costes; y la modernización de las instalaciones de calefacción. En definitiva, disfrutar de un sistema centralizado de calefacción con las ventajas de uno individual. Además, para abaratar más costes, el Seguro de Hogar MAPFRE te lo pone fácil, ya que te ofrece las mejores coberturas y servicios del mercado a precios muy competitivos.