Aprovechar el agua que llega del cielo, es una opción que se ha llevado a cabo durante milenios y que permite consumir menos agua a la vez que la disponible se utiliza para el riego de huertos y jardines o limpieza de espacios exteriores ¿Quieres conocer qué métodos puedes utilizar para recoger el agua de lluvia?
Para recoger el agua de lluvia podrás recurrir a diferentes opciones como pueden ser usar las cubiertas del edificio, el tejado o los canalones de tu vivienda. Para conseguirlo es necesario que el agua que procede de la lluvia se canalice, se filtre y se almacene en un depósito para su uso posterior. Así todos los sistemas de captación de agua cuentan con unos elementos comunes.
Área de captación
Normalmente es el tejado o cubierta de las viviendas. Estas superficies deben ser impermeables e inocuas para el agua de lluvia, es decir, que no contengan impermeabilizantes artificiales que puedan alterar la composición del agua.
Conducción
Como hemos señalado anteriormente será necesario canalizar el agua de lluvia para poder dirigirla a un depósito en el que almacenarla. Para ello podrás aprovechar la propia inclinación del tejado, o lo que es más común, los canalones instalados en la vivienda. Estos sistemas de conducción tienen la misión de dirigir el agua al depósito de manera que no se desborden y el agua captada se pierda.
Filtros
Aunque el agua de lluvia es de gran calidad, en muchas ocasiones puede transportar restos de polvo e impurezas que deben eliminarse antes de utilizarla. Para conseguir un agua filtrada existen muchas opciones, algunos filtros pueden incluso potabilizar el agua de lluvia.
Depósitos
El depósito es el lugar en el que se va a almacenar el agua recolectada. Pueden ser de diferentes tamaños y formas dependiendo del uso que vaya a darse. Para que un depósito cumpla correctamente con su función es necesario que sus paredes estén fabricadas con materiales que permitan la conservación del agua como plásticos acondicionados o tanques metálicos.
Tipos de depósitos
A continuación, veremos qué tipos de tanques puedes encontrar en el mercado para que puedas instalar el que más te interese en tu hogar. Estos son los más comunes.
Depósito dispensador
Para recoger el agua de lluvia será necesario contar con un depósito que deberá estar situado cerca de la zona de riego y junto a la bajante del tejado de la que vayas a recoger el agua. Ten cuidado al colocar el depósito ya que la zona debe estar bien nivelada para que el agua no rebose.
En el mercado encontrarás multitud de depósitos, fabricados con diferentes materiales y formas, según tus necesidades. Existen algunos con tapa para evitar que la suciedad se acumule en la superficie. Por otro lado, si vas a instalar un depósito pensado para albergar cantidades de agua considerables, la mejor opción es que te decantes por uno con grifo en la parte exterior en el que podrás instalar fácilmente una manguera para el riego. Este tipo de dispositivos cuentan con poca capacidad, unos 100 litros, cantidad suficiente para el riego de plantas en casa.
Si quieres que el depósito conserve el agua limpia durante más tiempo, es recomendable que instales un filtro justo antes de la entra en este. Es decir, deberás colocarlo un poco antes del punto de unión de la bajante y el depósito.
Tanques modulares exteriores
Están pensados para almacenar agua en grandes cantidades, lo que permite disponer de ella durante bastante tiempo. Su capacidad suele situarse en torno a los 1.000 litros. Al ser una estructura modular es posible agrupar varios depósitos para conseguir una mayor cantidad de agua. Son fáciles de instalar gracias a que son ligeros. Su principal inconveniente es que son de gran tamaño y son difíciles de disimular.
Tanques bajo tierra
Tienen una gran capacidad ya que permiten almacenar mucha agua y no están visibles. Su principal inconveniente es que, al instalarlos bajo tierra, requieren de una instalación importante. Estos pueden ser modulares para poder ir colocando tantos como sean necesarios.
Depósitos decorativos
Tienen un valor estético y un espacio de almacenamiento adecuado para unos 600 litros. Los podrás encontrar con diferentes formas. Está diseñados específicamente para almacenar agua de lluvia, por lo que muchos cuentan ya con sistemas de filtrado interiores que pueden incluso potabilizarla. La mayoría de ellos cuentan con su propio sistema dispensador.
Cómo hacer un sistema de recogida de lluvia
En este vídeo puedes ver cómo puedes crear tu propio sistema de recogida de lluvia de una forma muy sencilla y con materiales muy asequibles para poder regar tus plantas y tu jardín.
Por qué recoger agua de lluvia
El agua de lluvia puede ayudarnos a ahorra mucho en casa, ya que este tipo de agua se puede utilizar para limpiar o para regar las plantas en el interior. Además del ahorro económico existen otros beneficios de la recogida de agua.
Es ecológico
Es una opción ecológica para utilizar agua y solventar problemas en zonas que presentan sequías prolongadas. Gracias a utilizar este sistema se puede consumir agua cuidando el medio ambiente y manteniendo un correcto equilibrio entre las necesidades del huerto, el jardín y la naturaleza.
Composición adecuada para el riego
El agua de lluvia no contiene residuos químicos como cal o cloro. Aunque es de gran calidad, no es adecuada para el consumo, pero sí para regar las plantas, lavar alguna prenda a mano o realizar la limpieza de suelos de tu hogar o terrazas, por ejemplo.
Requiere poca inversión
Realizar una instalación de este tipo requiere muy poca inversión ya que tanto los depósitos como los filtros son bastante asequibles, incluso pueden hacerse depósitos de forma casera utilizando cubos de metal o plástico bajo los canalones para poder recoger el agua de lluvia y usarla cuando sea necesario. Los depósitos destinados a este fin están fabricados con materiales de calidad, lo que permite que duren mucho tiempo, algo que repercutirá en tu bolsillo.
Como ves, recoger agua de lluvia tiene muchas ventajas para tu casa, para tu bolsillo y para el ecosistema. El Seguro de Hogar MAPFRE cuenta con otro tipo de beneficios, muy necesarios, para solucionar algún percance que se pueda ocasionar en la vivienda. Infórmate de sus coberturas y elige la que mejor se adapte a ti.