Los reductores de caudal de agua son dispositivos que se colocan en la boca de los grifos para reducir la salida de agua.
Cómo disminuir el consumo de agua
Un reductor de caudal de agua sustituye a un filtro normal de grifo. Para su instalación es necesario saber si el grifo que tenemos es de rosca exterior o de rosca interior, ya que tendremos que elegir el reductor adecuado.
Si queremos instalar uno de ellos en la ducha, podemos apostar por tres opciones: el tubo flexible, el sistema de anillas o el cabezal.
Si elegimos un cabezal, podemos utilizar un tipo de alcachofa de ducha que permita varias posiciones para que el agua salga con más o menos intensidad, o incluso con forma de hilo fino, grueso, a presión o de manera intermitente. Hay que tener en cuenta que el consumo de agua depende de la posición de la alcachofa y que el ahorro puede variar entre un 41% y un 79% entre una posición y otra.
También podemos instalar aireadores. Estos dispositivos actúan como un filtro, solo que al estar fabricados con numerosas rejillas, el agua se transforma en burbujas de aire. De esta manera, el agua sale a presión y con un chorro más grueso, pero en menor cantidad. Lo mismo ocurre con los perlizadores.
Un recurso muy económico
Como ya sabemos, el consumo de agua cada vez es más caro, sin embargo, no solo hay que tratar de ahorrar agua por este motivo, sino porque también se trata de un bien escaso que debemos cuidar. Por ello, los reductores de caudal son una buena forma de no derrochar agua y, por supuesto, de ahorrar en su consumo.
Hoy en día existen numerosos modelos de reductores de caudal en el mercado y a un precio bastante asequible. Normalmente, los aireadores y los dispositivos reductores cuestan unos 10€ y consiguen ahorrar más del 50% de agua. Los cabezales son un poco más caros, aproximadamente 20€, aunque son capaces de reducir el consumo de agua en tres cuartas partes.