Tiendas de muebles online, ¿puedes devolver?
El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de diez años investigando y publicando artículos relacionados con el mundo del hogar, con temáticas como bricolaje, recetas de cocina y limpieza del hogar, entre otras.
No te pierdas todos nuestros consejos y guías para hacer de tu casa el hogar con el que siempre has soñado.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus tareas diarias.
¿Quién no ha escuchado alguna vez aquello de «si no queda satisfecho le devolvemos su dinero«? Posiblemente nadie. Esta frase que popularizaron unos grandes almacenes hace casi cincuenta años ha marcado toda una época hasta el punto de que muchos consumidores creen que la devolución del dinero es uno de sus derechos como compradores. Pero nada más lejos de la realidad.
Devolución de muebles: no siempre se puede
Según la normativa de la UE, el vendedor no está obligado a devolver el dinero de un producto por el simple hecho de que no nos guste o no nos convenza. Solo debe reparar, sustituir, hacer un descuento o reembolsar el importe abonado en el caso de que el artículo comprado esté defectuoso, tenga alguna tara o no funcione según lo anunciado.
Solo se contempla la devolución del dinero por desistimiento cuando la compra se haya realizado a distancia, por catálogo o por internet. Algo lógico: al no haber visto el artículo en directo, solo a través de fotos o vídeos, puede que no estemos satisfechos con la versión real. En este caso, contamos con catorce días –desde el mismo momento que recibamos el pedido- para anular la compra.
En el resto de situaciones, todo depende de la buena voluntad del comercio. Los hay que mantienen políticas muy favorables para el comprador con el fin de fidelizar clientes, y otros que se aferran a la normativa europea aún a riesgo de renunciar a posibles compradores.
Además, los muebles, al igual que los aparatos electrónicos o las herramientas, cuentan con una garantía de seis meses a dos años. Si pasado el plazo de devolución, pero aún dentro del periodo de garantía, deseas devolver el producto porque tiene una tara o defecto es el vendedor el que debe demostrar que no se trata de un defecto de origen. Si no lo puede demostrar, tendrá que reembolsarte el importe total. En cambio, si lo devuelves una vez pasada la garantía, tendrás que ser tú el que pruebe que los defectos eran de fábrica.
Tiendas de muebles online
Comprar muebles en tiendas en online es una tendencia al alza. De hecho, nos brinda la posibilidad de conseguir productos y diseños que no siempre encontramos en las tiendas físicas y a precios más competitivos.
Por contra, debemos abonar los gastos de envío y confiar en que el producto que recibamos sea de nuestro agrado, responda a las expectativas y, lo que es más importante, que esté en buen estado. Dependiendo de la fiabilidad y seriedad de la tienda online, esta parte no entrañará mayores o menores dificultades.
Por suerte, el espacio en que se mueven las tiendas online permite que los usuarios opinen y evalúen la experiencia de compra, y una mala crítica puede echar al traste con las ventas de varios meses. Por eso, la inmensa mayoría se esfuerza por ser impecable y cumplir al máximo la normativa. Pero en el caso de no ser así, nos enfrentamos a un largo proceso para reclamar nuestros derechos.
Lo que hay que saber es que da igual si la compra se hace por teléfono, por internet o por catálogo. Siempre que sea a distancia, el consumidor dispone de catorce días naturales desde el día que recibe la mercancía para hacer la devolución, aunque el producto no tenga desperfectos ni taras.
Si la compra se realiza en otro país, es recomendable dedicar unos minutos a leer los términos y condiciones de venta, ya que en el caso de que tengamos que reclamar estaremos sujetos a ellos.
Garantías en la compra de muebles de segunda mano
La compra de muebles de segunda mano que proceden de vendedores profesionales está sujeta a las mismas garantías y condiciones que cualquier otra tienda de muebles, ya sea en su versión física o virtual.
No ocurre lo mismo con las compras a particulares o en subastas públicas, en cuyo caso habrá que arriesgarse a perder el dinero en el caso de que no estemos conformes.
Comentarios (0)