Normas para viajar en avión con bebés
Periodista y gestora cultural con más de 20 años de experiencia en televisión, radio, prensa escrita y medios digitales. En estos años, me he especializado en cultura, lifestyle y viajes. Además, siento una fuerte motivación por la docencia y la cooperación internacional. Actualmente podéis leerme, entre otros medios, en la Revista VIAJAR y en la web Cuore, como especialista en viajes, aunque también escribo guiones para diferentes eventos y entregas de premios.
Comencé mi carrera laboral recorriendo La Mancha gracias a un programa de viajes en Radio Nacional de España (allá por el 2003) y, desde entonces, viajar y conocer otras formas de vida más que un placer y una profesión se ha convertido en una necesidad.
A lo largo de estos años, he viajado por todo el mundo (siempre menos de lo que me gustaría) descubriendo nuevas culturas y destinos inéditos que disfruto compartiendo con viajeros y aventureros.
El primer viaje en avión del bebé suele traer aparejado cierto miedo o nerviosismo por parte de sus progenitores. Por un lado, aparecen dudas sobre si el recién nacido puede sufrir malestar debido a los cambios de presión y, por otro, el agobio de llevar encima todo lo necesario ante cualquier imprevisto que surja y que tenga que ver con el nuevo miembro de la familia.
Normas para viajar en avión con bebés
Son varios los aspectos que hay que tener en cuenta cuando se viaja en avión con un bebé, desde la documentación necesaria hasta la regulación de líquidos o las normas que afectan al transporte de menores. En los siguientes epígrafes se explica de forma detallada todo lo necesario para que este primer viaje se convierta en un juego de niños.
¿Qué documentación se necesita?
Dentro del territorio español, los bebés pueden viajar sin DNI, aunque algunas compañías exigen la presentación del Libro de Familia. Además, hay que tener en cuenta que, si se viaja fuera del país, el menor deberá llevar pasaporte e, incluso, sacarse el visado exigido en destino como cualquier otro ciudadano.
Líquidos, comidas y medicinas
En el equipaje de mano se pueden transportar, según informa AENA, líquidos de capacidad no superior a 100 ml. contenidos a su vez en una bolsa de plástico transparente con sistema de apertura/cierre.
Con respecto a la comida, se pueden transportar libremente pequeñas cantidades para el consumo personal, salvo la restricción de productos animales y lácteos, mientras cumplan las limitaciones de tamaño y peso establecidas por la compañía. Una buena forma de saber si la comida que quieres transportar está permitida es comprobar que el contenido no se adapte al continente. ¿Algún ejemplo? Cualquier aperitivo con frutas, ya que, además, son un tentempié muy saludable.
En el caso de las medicinas, es importante llevar encima la prescripción médica para que no haya ningún problema a la hora de embarcar o pasar el control de seguridad del aeropuerto.
Ahora bien, los alimentos y líquidos para bebés constituyen una excepción dentro de las normativas y restricciones, ya que está permitido llevar todos los que el bebé necesite consumir durante el trayecto. Lo único a tener en cuenta es que el personal de seguridad podrá requerir la apertura de los recipientes para realizar una inspección.
Consideraciones de salud
No se recomienda que los recién nacidos viajen en avión durante las primeras semanas de vida. Su sistema inmunológico en construcción les deja en una situación muy vulnerable frente a virus y bacterias que pueden circular libremente por la aeronave. Y los bebés prematuros con enfermedades crónicas del corazón o los pulmones, también deberían posponer ese primer vuelo, puesto que pueden sufrir problemas debido al cambio de nivel de oxígeno del aire de la cabina.
Al igual que los adultos, los bebés pueden sufrir molestias en los oídos debido a los cambios de presión. No es algo grave, pero sí incómodo. Además, tienen las trompas de Eustaquio mucho más pequeñas y, por tanto, tienen más opciones de que se acaben taponando.
Lo más importante a tener en cuenta cuando se viaja en un avión con un bebé es intentar que durante el despegue y el aterrizaje esté lactando para que no note los cambios de presión. Tanto si se opta por la lactancia materna como por la leche de fórmula en biberón, es una de las cuestiones que hay que vigilar y poner en práctica.
¿Cuál es la regulación para viajar con bebé en el avión?
Los niños menores de dos años no pagan billete de avión, por lo que no tienen derecho a un asiento. Eso sí, deben tener su propia tarjeta de embarque y deben ir situados en las piernas de un adulto con un cinturón de seguridad especial que se engancha al del progenitor que lo porta.
Desde los 2 años hasta los 12 se paga una tarifa infantil y ya tienen asiento propio. En este caso, pueden ir enganchados con el cinturón de seguridad del avión y usar alzador siempre y cuando lo lleve la familia y se haya comprobado que está homologado para los viajes en avión.
Como norma general, las aerolíneas permiten llevar una silla de paseo sin cargo añadido. Se puede transportar hasta las escaleras del avión, donde será recogida por los asistentes de vuelo y se almacenará en bodega.
Consejos para viajar con bebés en avión
Si ya tienes todo lo necesario para viajar en avión con tu bebé controlado, es momento de buscar un plus de confort y calma mental si se ponen en práctica algunos trucos o recomendaciones. Aquí tienes algunos imprescindibles:
- Evita volar en las horas que sean difíciles para el bebé. Si por la tarde suele tener cólicos del lactante, por ejemplo, quizá no sea el mejor momento para coger un vuelo.
- Vístele con ropa cómoda. Es fundamental que el recién nacido pueda estar cómodo y, para ello, nada mejor que un pijama, un pelele o un chándal de algodón. Aquí puedes descubrir cómo organizar la ropa del bebé.
- Lleva todo lo necesario a bordo: pañales, toallitas, un cambiador portátil y ropa de cambio por si se mancha.
- A la hora de hacer el check in debes intentar seleccionar un asiento en la fila del pasillo. Así no incomodarás a otros pasajeros si el bebé se pone nervioso y hay que pasearlo en brazos por la aeronave.
- Por último, y aunque parezca una obviedad, mantén la calma, ya que el bebé puede captar tus sensaciones y emociones. Si llora o está incómodo, deberás intentar que se sienta mejor, pero olvidándote del resto de pasajeros. Si les molestan los lloros, debes pensar que estás haciendo todo lo posible porque tu niño esté tranquilo.
Retrasos en el vuelo: faena para los bebés
Ahora que ya tienes toda la información necesaria para que viajar en avión con tu bebé no suponga un problema, es momento de valorar la contratación de un seguro de viaje, puesto que así estarás protegido frente a muchos imprevistos, como una demora en el vuelo. El Seguro de Viajes MAPFRE está disponible tanto para particulares como para grupos y, entre sus coberturas, destaca la de demora, que permite indemnizar al asegurado por retraso en la salida del medio de transporte u overbooking en medio de transporte aéreo.
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