Saber cómo aprovechar el espacio de un trastero puede llegar a ser todo un arte. Los trasteros, esos espacios a los que no les prestamos la debida atención, comienzan con la mejor de las intenciones pero según van pasando los años se va convirtiendo en la habitación del caos y el desorden más absoluto, donde todo aquello que no nos hemos atrevido a tirar a la basura se amontona en bolsas, cajas, o incluso sin embalaje, esperando a tener su segunda oportunidad.

Muchas veces, ni siquiera recordamos lo que hay en el fondo de esa amalgama de trastos y ropa vieja, y nos auto convencemos de que algún día lo podremos todo en orden. Pues ese día ha llegado. Porque si estás esperando algún tipo de señal divina o que se alineen los astros para emprender esa tediosa tarea, al final nunca la harás.

Aprovecha el espacio del trastero, hoy mejor que mañana

Vale, a lo mejor hoy es muy precipitado. Pero intenta que sea lo antes posible. Planifica de forma real el momento en el que vas a organizar tu trastero. Como te va a llevar tiempo, lo más recomendable es que selecciones un fin de semana en el que puedas sacar todo lo que hay dentro, seleccionar lo que vas a tirar y colocar el resto de forma organizada para que no vuelva a pasar lo mismo.

Instala las estanterías adecuadas para aprovechar el espacio

Lo mejor para aprovechar el espacio del trastero al máximo es instalando estanterías, ya que los armarios ocupan mucho y dejan huevos inservibles.

Puedes elegir las que son metálicas y modulares (las de madera podrían generar moho). Al ser modulares permiten crear infinidad de combinaciones para adaptarlas completamente al espacio.

Las de cremalleras y cartelas son otra opción muy interesante. Este tipo de estantes dispone de unos perfiles metálicos que se anclan en la pared y unas escuadras o cartelas que se encajan en los perfiles. Después, sobre esas escuadras se colocan baldas, canastas o cestas.

Elijas la opción que elijas, antes de comprarla mide toda la pared, de suelo a techo para que tu estantería ocupe toda la superficie de las paredes. Y cuanta mayor profundidad tengan, mejor. Al fin y al cabo no es una habitación en la que queramos dejar libre todo el espacio posible, sino que se trata de almacenar. Con que haya un pequeño pasillo despejado, es más que suficiente. Si no, terminaremos dejando cajas y bolsas sueltas delante de las estanterías, y volveremos a caer en el mismo error.

Si los techos son exageradamente altos, una buena solución es construir un altillo de obra al que se pueda acceder mediante una escalera de mano.

No olvides instalar también una barra para colgar ropa y un gancho para la bici.

Incluye cajoneras y cestas para los objetos más pequeños, como herramientas, tornillos o piezas sueltas. Y para las cosas grandes, usa cajas de plástico (para evitar que la humedad se filtre). Usa solo dos o tres tamaños, para que te resulte más sencillo apilar unas encima de otras. Si hay mucho desnivel de cajas te resultará difícil encajarlas.

Por último, protege aquello que no puedes guardar en cajas, como muebles (con plástico de burbujas) o la ropa que vaya colgada en perchas (con fundas específicas).

Colocar las cosas siguiendo un orden lógico

Antes de ordenarlo todo, analiza si de verdad merece la pena guardar ciertas cosas. Hay material de obra que sobró de la construcción de la vivienda que, aunque -como es lógico- no lo usamos habitualmente, sí conviene conservarlo. En cuanto a lo demás, si hace más de cinco años que no lo usas o ni siquiera recordabas que lo tenías, lo mejor es deshacerse de ello. Si está en buen estado, puedes darlo a alguna organización social. Si no, tíralo a la basura sin ningún remordimiento.

Una vez seleccionado lo que sí nos vale, empezaremos a colocarlo:

  • Clasifica el trastero por zonas: ropa y zapatos por un lado, juguetes y utensilios de los niños por otro, y lo mismo con las herramientas, muebles viejos (guárdalos siempre desmontados), etc.
  • Sitúa los objetos que menos usas al fondo y deja más accesibles aquellos que sabes que vas a usar antes.
  • Las cajas más pesadas y voluminosas ponlas en la parte de abajo.
  • Sitúa los objetos frágiles encima de las cajas de cada estante para que no haya nada sobre ellos que pueda romperlos.
  • Utiliza cajas transparentes para ver el contenido sin necesidad de tener que abrirla.
  • Etiqueta absolutamente todo. Aunque te lleve todo el día escribir el contenido de cada caja, será una de las cosas que más agradecerás haber hecho, ya que sabrás –sin necesidad de mover o abrir cajas- lo que hay en su interior.

Muchas de las cosas que almacenamos en los trasteros son de gran valía o al menos son importantes para nosotros. Por eso, no está de más incluir esas piezas de valor en el contenido del Seguro de Hogar MAPFRE para que estén protegidas ante cualquier incidente que pueda surgir.