Cómo guardar las botas altas durante el verano
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Si hay un calzado estrella para la estación invernal, ese es una buena bota alta. Existen infinidad de modelos, desde las clásicas de cuero, de lluvia, para montar a caballo, militares o de tacón infinito. Los materiales también son muy variados, pero, con independencia del modelo de bota, todas tienen algo en común: su almacenaje resulta algo más complicado que en el caso de un simple zapato. Al ser altas suelen ocupar mucho espacio y, a veces, resulta difícil guardarlas sin que se deformen.
Te contamos 5 trucos para guardar las botas altas en las mejores condiciones posibles. Así, cuando toque volver a utilizarlas, estarán tal y como las dejaste.
En su caja
Hay personas que, en cuanto se compran un calzado, tiran la caja. Con los zapatos no hay problema, pero si se trata de unas botas altas, lo mejor es conservarla, ya que es el lugar perfecto para que reposen entre temporada y temporada.
Normalmente, estas cajas suelen ser de cartón, con el grosor perfecto para no deformarse y, además, suelen tener algún orificio de ventilación.
La ventaja de utilizar su caja original es que sabemos que la bota va a estar a sus anchas, mientras que, si empleamos otra caja de un tamaño menor, puede que debamos doblar la caña (siempre que no sea rígida) y esta se acabe deformando.
Lo dicho: lo perfecto es utilizar la caja original o, en su defecto, una lo suficientemente grande como para que las botas no estén apretadas. Y siempre de cartón, ya que, si se guarda el calzado en plástico, pueden proliferar algunos hongos, puesto que este material no es transpirable.
Perchas de botas y calzado
Si tienes un armario dividido en varios niveles y cuentas con una barra en la parte inferior, siempre puedes colgar las botas mediante unas perchas especiales que cuentan con unos ganchitos en los que fijar el calzado.
Este método sirve, sobre todo, para las botas de caña flexible, ya que las botas más duras no se podrán pinzar con facilidad.
Las perchas se pueden encontrar en grandes superficies, tiendas de decoración, ferreterías o bazares. Hay infinidad de precios y modelos, pero están disponibles a partir de 60 o 70 céntimos la unidad.
Con papeles, revistas o periódicos
El principal problema de guardar una bota de caña flexible es que ésta se puede deformar. Para evitarlo, hay que rellenarla para que se mantenga erguida. En todas las casas siempre hay a mano algún periódico viejo, revistas o, incluso, algún póster que no se ha llegado a colgar en la pared. Es momento de darles uso.
Para rellenar la bota, si se trata de posters o revistas, puedes enrollarlas e introducirlas. En el caso de periódicos, puedes enrollarlos también o hacer diferentes bolas de papel y rellenar la bota. De las dos maneras, te aseguras un buen almacenaje.
Con botellas de agua
Seguramente tengas en casa alguna botella de agua pequeña. ¡No la tires! Son perfectas para guardar las botas altas y que éstas no se deformen. Dependiendo del tipo de bota, puede resultar más útil guardar las botellas vacías en el interior del calzado, pero si ves que éste se acaba cayendo al suelo siempre, lo mejor es que llenes las botellas para que hagan de contrapeso y no se vuelquen.
Churros de piscina
Otra cosa que suele haber siempre por casa cuando se tienen niños pequeños son los conocidos churros de piscina. Estos flotadores cilíndricos sirven para infinidad de cosas y, entre ellas, de relleno para que las botas no pierdan su forma original.
Estos churros se venden por poco más de un euro y con uno se pueden rellenar hasta dos pares de botas. Hay que medir la caña de la bota y cortar un trozo de churro a la misma medida. Se coloca dentro y listo. La bota se pude guardar sin miedo, ya que no se va a deteriorar.
Como se ha visto, existen infinidad de ideas para guardar el calzado alto y que no se deforme. También es importante que, si se va a guardar un zapato hasta la próxima temporada, se almacene limpio, para no llevarnos sorpresas indeseadas cuando volvamos a utilizarlo. Dependiendo del tipo de tejido, habrá que limpiarlo de una forma u otra, pero lo que sí puede ser un consejo común a la hora de almacenar calzado es colocar un poco de polvos desodorantes para que actúe eliminando cualquier olor indeseado.
Con estos 5 trucos de almacenaje para botas altas, ya no habrá problema a la hora de guardarlas. Como tampoco debería haber ningún problema si tienes algún contratiempo en tu vivienda y cuentas con el Seguro de Hogar MAPFRE que te permite personalizar tus coberturas.
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