Mantener las toallas como el primer día no siempre es fácil, ya que por el uso se van estropeando o adquieren olores algo desagradables. Muchas muestran consejos en sus etiquetas de lavado, pero existen algunos trucos y consejos que hoy te dejamos aquí para que consigas conservar las toallas suaves como si fueran nuevas.
Antes de profundizar en la materia, debemos recordar que siempre que compremos una toalla, tenemos que lavarla antes de usarla por primera vez y también es aconsejable cambiarla una o dos veces a la semana.
Así nos aseguramos que nuestro cuarto de baño esté libre casi al 100% de gérmenes, un punto a tener muy cuenta si tenemos niños pequeños en casa. Aunque en el caso de que tus hijos se contagien de algún virus provocado por alguna bacteria, puedes estar tranquilo sabiendo que el Seguro de Salud MAPFRE incluye la asistencia al pediatra.
Cosas que nunca debemos hacer
- No echar suavizante a las toallas. Aunque podamos pensar lo contrario, con el suavizante lo único que conseguimos es guardar la humedad y pudrir la tela.
- Cuanto menos jabón pongamos en la lavadora, mejores resultados ya que una gran cantidad apelmaza las fibras y provoca que se vuelvan más rígidas.
- Tampoco es aconsejable acumular muchas toallas para lavar. Es preferible que el agua pase bien por cada una de ellas y que en la lavadora se puedan mover libremente.
Toallas mucho más sedosas y agradables
Cuando laves toallas para que queden suaves, el programa idóneo es el de agua fría. En el cajetín del detergente pondremos un poco de jabón y vinagre blanco.
El vinagre blanco tiene un poder desinfectante y además aporta sensación de esponjosidad. No debemos preocuparnos por el olor a vinagre porque es difícil que se quede impregnado en la ropa.
De todas formas, para no arriesgarnos, podemos poner primero las toallas en la bañera o en un barreño con vinagre blanco y agua, y luego meterlas en la lavadora sólo con el jabón.
Cuando termine la lavadora tenderemos las toallas al aire libre sacudiéndolas primero, o si tenemos secadora podemos utilizarla para conseguir un resultado mucho más agradable.
Otra forma de conseguir unas toallas más lisas es echando en el cajetín de la lavadora un vasito de amoniaco perfumado con un chorro de limón exprimido. Pondremos también el programa de agua fría y conseguiremos así unas toallas suaves, con un agradable olor a limón, desinfectadas y esponjosas.
Con estos trucos para lavar toallas, conseguirás que siempre se mantengan suaves y tu ducha se convertirá en la mejor experiencia de tu día a día.