¿Cómo limpiar las monedas antiguas? Quizás lo mejor sea que no lo hagas, advierten los expertos y, ante todo, alertan sobre el uso de productos de limpieza del hogar o cualquier sustancia agresiva que podría limpiar la moneda y dejarla reluciente, pero también acabar con su valor como antigüedad.
Cuándo limpiar las monedas antiguas
Las monedas con siglos de antigüedad suelen formar en su superficie una especie de pátina protectora que evita que se dañe o estropee. Los profesionales de la numismática aprecian este estado –capa de óxido- como una situación óptima y es importante mantener esta capa como parte de la esencia de la pieza. Limpiarla y eliminarla es un grave error que además de dañarla, repercute negativamente en el valor de tu moneda.
La conservación y el mantenimiento es clave en la colección de monedas, sin embargo, la limpieza no es de los procedimientos recomendados y por lo general, no suele ser necesario someter a las monedas a tratamientos semejantes.
Antes de proceder a limpiar un objeto antiguo y valioso, especialmente, si no tienes mucho conocimiento ni experiencia, lo mejor es consultar un experto que determinará, si la pieza necesita realmente estar más brillante.
Para que no te equivoques hay algunas pistas para saber si una limpieza es lo que necesita tu moneda:
- Presenta manchas concretas en puntos aislados.
- Hay partes ocultas totalmente de la pieza.
- No puede apreciarse ni si quiera con lupa una parte importante o un detalle de la moneda.
- Ha sido dañada por un vertido de comida o alguna otra cosa de manera accidental.
Limpieza de monedas: proceso básico y suave
Si estás decidido a lavar tus monedas, el agua es la primera opción, especialmente si no sabes de qué metal está hecha.
- Sujeta la pieza por los bordes suavemente.
- Ponla debajo de un chorro de agua.
- Déjala unos segundos, dejando correr sobre ella el agua para que no se raye, pero se suelte la posible suciedad.
- Seca muy delicadamente con un paño que no suelte restos, no frotes no restriegues. Solo dale pequeños toquecitos para ir absorbiendo el agua.
Limpieza de monedas según su material
Si una limpieza con agua no es suficiente para obtener los resultados que necesitas para tus monedas, el siguiente paso es ponerla en remojo. Si no sabes de qué material está hecha, solo ponla unas horas en agua y luego, repite el procedimiento de limpieza básico. Cuando sabes el metal de fabricación, puedes probar con algunos otros productos siempre naturales y no abrasivos.
Monedas de oro
El agua caliente con jabón no es probable que dañe una moneda de oro y sin embargo, puede limpiarla eficazmente. En cualquier caso evita siempre frotarla en exceso y en profundidad. Practica una limpieza suave y remoja la pieza lo menos posible. Siempre termina con un secado al toque.
Monedas de plata
Como otras limpieza de otras piezas de plata, las monedas pueden limpiarse con bicarbonato y con limón, el vinagre también puede ser una buena opción.
Monedas de bronce
El agua destilada es perfecta para cuidar las monedas de bronce, evitando que se oxiden al limpiarlas, también puedes usar aceite de oliva y someterlas a un baño más prolongado, incluso de días para casos de mucha suciedad o restos a eliminar.
Monedas de cobre o níquel
El vinagre blanco es eficaz contra las manchas negras o verdosas que salen con el tiempo en algunas monedas chapadas, pero siempre es mejor que limpies lo menos posible.
Limpieza profunda de monedas
Si no te funciona la limpieza básica ni tampoco el remojo de las piezas y las monedas siguen presentando manchas o suciedad que imposibilita descubrir incluso su origen o valor; es posible frotar las monedas –aunque solo en situaciones extremas- para ello, utiliza un cepillo de dientes o similar suave y solo aplícalo sobre las zonas de suciedad concreta y con muy poca energía.
Un palillo –incluso un pequeño destornillador o aguja- podría ayudarte a levantar cuidadosamente pequeñas acumulaciones de suciedad sobre la moneda, pero recuerda que es importante no rayar la pieza o estarás perdiendo gran parte de su posible valor al limpiarla.
Consejos de coleccionistas de monedas
La limpieza es siempre mejor evitarla, según señalan los especialistas en numismática y coleccionistas. Ni los vendedores ni los establecimientos especializados limpian sus monedas, por el contrario, el truco está en protegerlas para que no se ensucien con el paso del tiempo, el polvo u otros agentes externos.
Si sospechas que tus monedas sucias tienen un valor importante, lo mejor es olvidarse de la limpieza o dejarla en manos de profesionales para no dañar la pieza. Incluso si no puedes averiguar de dónde procede la moneda, hay procesos de limpieza profundos, pero deben ser practicados solo por expertos y con control.
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