En muchos hogares o en ámbitos profesionales las cocinas de gas siguen estando muy presentes. Este tipo de electrodomésticos permiten una mejor reorganización y control del calor y el uso de cualquier tipo de cacerola o sartén, independientemente del material del que esté fabricada.
A pesar de ello, cada vez son más las personas que se decantan por las placas de inducción o la vitrocerámica porque son mucho más sencillas de limpiar. Si en tu casa sigues teniendo una cocina de gas debes saber que limpiar los quemadores no es tarea imposible.
Los quemadores de la cocina de gas son las piezas metálicas por las que sale la llama que nos ayudará a cocinar. Debido a que están sometidos constantemente a la combustión, al vapor y a las grasas de la cocina, este tipo de fogones deben contar con un mantenimiento adecuado para evitar obstrucciones y suciedad.
Si tienes cocina de gas te habrás dado cuenta de que eliminar la grasa de este tipo de quemadores es bastante complicado y que muchas veces a pesar de pasarte frotando un buen rato no consigues dejarlos como nuevos. A continuación, vamos a mostrarte algunos trucos muy eficaces para devolver toda la plenitud a tu cocina y sin esfuerzo, tan solo necesitas contar con los materiales adecuados para conseguirlo.
Limpiar los quemadores con vinagre y bicarbonato
El vinagre y el bicarbonato son dos limpiadores esenciales en cualquier hogar. Su poder desinfectante y antigrasa permite eliminar residuos de cualquier superficie de manera sencilla y sin dañarla, por lo que serán muy efectivos a la hora de eliminar la suciedad de los quemadores. Para poder limpiarlos necesitarás:
- Agua
- Vinagre blanco
- 2 cucharadas de bicarbonato
Una vez que tengas todos los ingredientes deberás proceder a la limpieza.
- En un recipiente lo suficientemente grande, calienta agua, esta debe estar lo más caliente posible.
- Añade al cubo un buen chorro de vinagre blanco y dos cucharadas de bicarbonato sódico.
- Una vez preparada la mezcla introduce los quemadores en el cubo y deja que el limpiador actúe durante al menos una hora.
- Transcurrido este tiempo sécalos con un paño y vierte sobre ellos bicarbonato.
- A continuación, usa un estropajo metálico para eliminar la suciedad. Si la suciedad es muy persistente puedes repetir de nuevo el proceso.
Limpiar los quemadores con amoniaco
El amoniaco elimina muy bien la grasa, de ahí que haya sido uno de los limpiadores más usados en nuestras casas desde siempre. El principal inconveniente de este producto es que es altamente tóxico y siempre debe usarse en pequeñas cantidades y en lugares bien ventilados para evitar problemas. Si tras el uso de amoniaco comienzas a sentir algún tipo de malestar, deberás ponerte en contacto cuanto antes con tu médico. Recuerda que en MAPFRE contamos con los mejores profesionales de la salud que te ayudarán cuando más lo necesites.
Para limpiar tus quemadores usando amoníaco necesitarás lo siguiente:
- Bolsas de congelar con cierre hermético (tantas como necesites)
- 3 cucharadas de amoníaco por bolsa.
Con estos dos elementos vas a conseguir grandes resultados ¿cómo? Toma nota:
- Introduce en una bolsa de congelar con cierre hermético tres cuchadas de amoníaco.
- A continuación, repite la misma operación con el resto de bolsas.
- Introduce en cada una de ellas un quemador y ciérralas para que el líquido no se escape.
- Agita la bolsa para que el producto se impregne bien en todo el quemador.
- Una vez realizada esta acción deja que repose durante al menos 12 horas. El amoniaco irá eliminando poco a poco toda la suciedad.
- Trascurrido este tiempo, sitúate en un lugar bien ventilado y abre las bolsas evitando respirar los vapores (usa una mascarilla si fuese necesario) y limpia los quemadores usando agua y jabón para platos. Verás que la suciedad desaparece fácilmente de la superficie y los quemadores quedan como nuevos.
Con estos trucos podrás conseguir resultados impecables para tu cocina y sin apenas esfuerzo. De esta forma conseguirás mantener tus quemadores en óptimas condiciones durante mucho más tiempo sin miedo a obstrucciones y averías que luego serán muy difíciles de solucionar.