La lavadora es uno de los electrodomésticos que más usamos en nuestra casa, pero a la vez, suele ser uno de los que les prestamos menos atención en cuanto a la limpieza. Limpiar su exterior es sencillo ya que podemos usar cualquier tipo de limpiador para hacerlo, pero el interior es más complicado y en muchas ocasiones no reparamos en cuándo debemos proceder a limpiarlo.
A continuación, te mostramos cómo limpiar la lavadora
Por qué se ensucia la lavadora
Aunque pensemos que la lavadora estará limpia por definición ya que en ella utilizamos productos destinados a ese fin, lo cierto es que la acumulación de residuos y agua provoca suciedad y malos olores en su interior. Esto puede provocar que tu colada adquiera un olor bastante desagradable.
Una de las causas que provoca que la lavadora se ensucie es utilizar más jabón del necesario para el lavado. Es posible que pienses que una mayor cantidad de detergente sea mejor para conseguir mejores resultados, pero lo cierto es que la utilización de estos productos puede provocar una mayor producción de espuma y que esta pueda causar acumulaciones y fallos en la lavadora.
La espuma puede salirse de la lavadora y crear una auténtica catástrofe en tu cocina. Para evitar estos problemas con tu lavadora y solventar cualquier inconveniente, no dudes en contratar un Seguro de Hogar MAPFRE.
Por otro lado, igual que es importante la cantidad de jabón, también son los productos utilizados ya que si estos no están recomendados para el lavado a máquina pueden provocar atascos en tus tuberías y suciedad que harán que aparezca, por ejemplo, el moho.
Cómo limpiar la lavadora
Las acumulaciones de residuos y la humedad hacen que la lavadora deba ser limpiada con cierta frecuencia. Es recomendable que lo hagas tanto por la zona exterior como por la interior, al menos, una vez cada tres meses.
Limpieza exterior
Para poder limpiar la lavadora correctamente debes empezar por el exterior del electrodoméstico. Debido a que esta zona suele estar en contacto con el vapor de la cocina, el polvo o la grasa, la mejor opción para acabar con la suciedad es utilizar el producto que uses de manera habitual para limpiar las superficies de tu cocina.
Recuerda que la puerta también debe ser limpiada por dentro, no olvidándote de ninguna de sus partes como son el cierre y las bisagras. Por último, presta atención a un elemento que suele provocar muchas averías en este electrodoméstico: el filtro.
En él se produce la mayor acumulación de residuos ya que allí van a parar las pelusas, las monedas, el detergente, etc., encontrarás el filtro en la parte inferior de la lavadora, antes de abrirlo, coloca un paño o toalla ya que puede caer algo de agua. Una vez fuera limpia todos los restos que pueda haber en su interior y vuelve a colocarlo.
Limpieza interior
Una vez que la lavadora está completamente limpia por fuera, toca ponerse manos a la obra y empezar con el interior. Una de las partes en las que más suciedad se acumula son las cubetas del jabón.
Seguro que alguna vez al abrirlas has comprobado que quedan restos de detergente y suavizante que se mantienen húmedos de forma constante. Estos lugares escondidos dentro de la cubeta, hacen que sean ideales para la proliferación de bacterias y moho.
Extrae la cubeta y utiliza un cepillo de dientes para llegar a las zonas más difíciles. Añade un poco de limpiador para cocina y frota hasta eliminar toda la suciedad, aclara y deja que se seque antes de colocarlo.
Ahora toca limpiar el tambor de la lavadora. Este elemento, aunque a simple vista no lo parezca, se convierte en un foco de acumulación de cal. Si quieres que este quede impoluto elige un programa de lavado a alta temperatura. Añade un litro de lejía en la cubeta y espera a que termine. De esta forma podrás desinfectar el tambor y dejarlo limpio y reluciente.
Por otro lado, la goma de la lavadora es un lugar en el que se acumula mucha suciedad ya que está en constante contacto con el agua y debido a que cuenta con pliegues, los restos pueden acumularse con facilidad en su interior. El agua y los excedentes de jabón, pelusas u otros objetos pueden causar la aparición de suciedad y moho que provocará malos olores.
Para limpiarla utiliza una bayeta humedecida en lejía y pásala por toda la superficie interior y exterior de la misma. En los casos en los que el moho es muy abundante limpia con lejía y deja que repose durante toda la noche, tras ello aclara con agua y seca con un trapo para evitar la humedad.
El acabado final
Una vez que hayas limpiado la lavadora llega el paso más importante, seca el interior y el exterior de la misma para evitar la acumulación de humedad. Es recomendable que tras cada lavado repitas la misma acción de secado y dejes la puerta abierta para evitar que el moho y los malos olores hagan su aparición.
Mantenimiento de la lavadora
Aunque ya hemos ido dando algunas claves de cómo mantener en correcto estado la lavadora, aún existen más opciones para cuidarla. Estos trucos te ayudarán a que dure mucho tiempo:
- No sobrepasar la carga: no la llenes demasiado ya que puede estropearse al no poder cumplir su función correctamente.
- Mantenla siempre seca: después de cada lavado pasa por la goma y el interior de la puerta un paño seco para evitar el exceso de humedad. Deja la puerta abierta para que la humedad se pueda evaporar fácilmente.
- Comprueba su estado en cada lavado: revisa el interior, las gomas y las cubetas para comprobar que no te has dejado ningún resto de suciedad en las partes visibles.
- Limpieza en profundidad: por último, realiza una limpieza en profundidad cada cierto tiempo.