Cómo planchar puños y cuellos de camisas

Cómo planchar puños y cuellos de camisas
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Para algunas personas, la plancha es una de las tareas pendientes del hogar. Bien porque no les gusta hacerlo o porque no saben muy bien cómo planchar. Pero, si esto último es vuestro problema, entonces el siguiente artículo os ayudará a planchar mejor.

Resumen del contenido

  1. Aprender a planchar los puños de las camisas
    1. Planchar los cuellos
    2. Planchar los puños 

Quizás una de las prendas más difíciles de planchar sean las camisas. Por ello, vamos a enseñaros paso a paso cómo planchar los puños y los cuellos para que vuestras camisas queden perfectas y sin arrugas.

Aprender a planchar los puños de las camisas

En primer lugar, vamos a preparar la tabla de planchar. Aseguraos de que quede a la altura de vuestras caderas para que podáis planchar cómodamente. Después, encended la plancha y ponerla a la temperatura adecuada para el tejido de vuestra camisa. Cuando alcance la temperatura, podréis planchar.

Si vuestra plancha es muy antigua y no cuenta con un pulverizador de agua y vapor, tened siempre a mano uno con agua, así conseguiréis eliminar mejor las arrugas. Es más, cuando una camisa está ligeramente húmeda se plancha mejor que cuando está completamente seca.

Planchar los cuellos

  • Extended el cuello de la camisa sobre la tabla y pasad la plancha por el interior. Y luego, por el pliegue de la camisa, planchad el exterior.
  • A continuación, colocad el hombro de la camisa sobre el extremo de la tabla y planchad desde esa zona hacia la manga. Cuando lo hayáis hecho, solo tenéis que dar la vuelta a la camisa y planchar igualmente el otro lado.

Planchar los puños 

  • El primer paso es desabrochar los botones de la camisa.
  • Después, extended uno de ellos sobre la tabla con los botones hacia abajo.
  • Coged la plancha y pasarla con la punta por el interior del puño.
  • A continuación, dadle la vuelta y planchad la parte exterior. Os aconsejamos que evitéis planchar la zona de los botones.
  • Y, por último, repetid los mismo pasos con el otro puño. Cuando tengáis el cuello y los puños planchados, podréis pasar la plancha por el resto de la camisa.

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