Quizás una de las prendas más difíciles de planchar sean las camisas. Por ello, vamos a enseñaros paso a paso cómo planchar los puños y los cuellos para que vuestras camisas queden perfectas y sin arrugas.
Aprender a planchar los puños de las camisas
En primer lugar, vamos a preparar la tabla de planchar. Aseguraos de que quede a la altura de vuestras caderas para que podáis planchar cómodamente. Después, encended la plancha y ponerla a la temperatura adecuada para el tejido de vuestra camisa. Cuando alcance la temperatura, podréis planchar.
Si vuestra plancha es muy antigua y no cuenta con un pulverizador de agua y vapor, tened siempre a mano uno con agua, así conseguiréis eliminar mejor las arrugas. Es más, cuando una camisa está ligeramente húmeda se plancha mejor que cuando está completamente seca.
Planchar los cuellos
- Extended el cuello de la camisa sobre la tabla y pasad la plancha por el interior. Y luego, por el pliegue de la camisa, planchad el exterior.
- A continuación, colocad el hombro de la camisa sobre el extremo de la tabla y planchad desde esa zona hacia la manga. Cuando lo hayáis hecho, solo tenéis que dar la vuelta a la camisa y planchar igualmente el otro lado.
Planchar los puños
- El primer paso es desabrochar los botones de la camisa.
- Después, extended uno de ellos sobre la tabla con los botones hacia abajo.
- Coged la plancha y pasarla con la punta por el interior del puño.
- A continuación, dadle la vuelta y planchad la parte exterior. Os aconsejamos que evitéis planchar la zona de los botones.
- Y, por último, repetid los mismo pasos con el otro puño. Cuando tengáis el cuello y los puños planchados, podréis pasar la plancha por el resto de la camisa.