Los accidentes domésticos están a la orden del día y aunque tengamos mucho cuidado para no cortarnos, son cosas que pasan. Lo más normal es que sean cortes limpios y superficiales, aun así, la sangre suele brotar de la herida produciéndose manchas tanto en los tejidos como en las superficies. Descubre cómo puedes quitar las manchas de sangre de la ropa blanca o de color con estos sencillos trucos.
Remedios caseros para quitar sangre de la ropa
Eliminar las manchas de sangre que hayan podido ensuciar tu ropa es una tarea que parece más complicada de lo que es. Las manchas de este tipo son difíciles de eliminar, pero no son imposibles. Lo primero que debes tener claro es que cuanto antes actúes más sencillo será deshacerte de ellas.
Actuar rápidamente te ayudará a facilitarte la tarea de eliminar cualquier mancha de sangre ya que esta no habrá podido adherirse de forma profunda a las fibras que conforman el tejido. En el caso de que estas sean recientes puedes utilizar varios métodos:
Agua fría
Es el método más eficaz de eliminar las manchas de sangre que puedas tener en cualquier tejido, sobre todo si esta es muy reciente. En este caso deberás actuar rápidamente para que la mancha no se fije a las fibras.
Se trata de un método sencillo, tan solo será necesario que introduzcas la prenda bajo el grifo dejando que el agua fría empape la superficie de la mancha. Cuando esta haya desaparecido, lávala en la lavadora con un ciclo de agua fría.
En el caso de que la mancha no se pueda eliminar utilizando solo agua fría existen otros métodos que pueden ayudarte a deshacerte de una mancha reciente de sangre sin demasiado esfuerzo.
Agua y sal
En el caso de que se trate de telas delicadas o que sean difíciles de tratar, el método más recomendable es el de utilizar sal para hacer desaparecer las manchas de sangre. En primer lugar, deberás mojar la prenda con abundante agua fría. Deja que esta empape bien la superficie de la tela para que la mancha pueda salir con más facilidad.
Una vez que esté húmeda prepara una mezcla con sal y agua. En un recipiente añade unas cuantas cucharadas de sal con un poco de agua hasta que se forme una pasta. La cantidad que debas aplicar dependerá de la superficie de la mancha que quieras eliminar.
Ahora aplica la pasta creada sobre la mancha y frota hasta que la mancha desaparezca. Gracias a la textura de esta mezcla y a que la sal tiene propiedades deshidratantes, podrás eliminar los restos con relativa facilidad. Para finalizar enjuaga la prenda para eliminar todo rastro de sal utilizando para ello agua fría. Finaliza el proceso en la lavadora usando un ciclo de agua fría para lograr eliminar cualquier rastro.
Jabón o gel de baño
Lo primero que debes hacer para conseguir eliminar una mancha con jabón o gel de baño es mojar la superficie de la zona afectada con agua fría. Es muy importante que el agua esté lo más fría posible porque el agua caliente solo hará que la mancha se fije aún más en la tela.
Tras ello añade una buena cantidad de jabón o gel sobre la mancha que quieras eliminar y frota con las manos hasta que logres formar espuma. Si esta no aparece, añade un poco más de agua. Por último, cuando veas que comienza a desaparecer enjuaga la prenda con agua fría y repite la operación tantas veces como sea necesario hasta que logres eliminarla. Por último, lávala en la lavadora con jabón neutro y agua fría.
Agua oxigenada
Es uno de los métodos más eficaces para eliminar las manchas de sangre, sobre todo cuando estas aparecen en superficies porosas. Antes de usarla debes tener en cuenta que su utilización puede manchar algunas telas o hacer que estas pierdan color, por lo que es recomendable que hagas una prueba sobre la tela en un lugar en el que no se vea para comprobar si esta le causa algún daño.
Tras comprobar que la tela no sufre ningún desperfecto aplica el agua oxigenada directamente sobre la mancha. En el caso de que sean telas más delicadas es recomendable que la diluyas con agua a partes iguales.
Aplica el producto, solo sobre la zona afectada y repite la operación varias veces hasta que se forme espuma. Cuando lo hayas conseguido retírala con un paño y añade más agua oxigenada repitiendo el proceso hasta que la mancha haya desaparecido o palidecido mucho. Para finalizar lava la prenda con agua fría y detergente.
Si el tejido sobre el que se ha producido la mancha no es delicado, podrás introducirlo en un barreño con agua oxigenada y dejar que esta actúe durante 15 minutos. Tras ello aclara con abundante agua fría y lávalo en la lavadora con detergente.
Amoniaco
En el caso de que la mancha sea complicada, pero sea reciente, nada mejor que utilizar amoniaco ya que es un producto tremendamente eficaz para combatir este tipo de suciedad. Para conseguirlo deberás mezclar una cucharada de amoniaco con medio vaso de agua fría.
Vierte la mezcla realizada directamente sobre las manchas que estén más incrustadas o que no se hayan podido eliminar y espera a que la mancha desaparezca. A continuación, enjuaga la prenda con agua fría. Recuerda no emplear nunca este producto sobre tejidos de seda, lana o lino.
Eliminar manchas de sangre seca
Lo complicado viene cuando la mancha ya se ha secado y resulta prácticamente imposible eliminarla. En estos casos, existe un método muy efectivo que te ayudará a hacerla desaparecer más rápido de lo que piensas. Para ello solo tienes que utilizar pasta de dientes y aplicar una pequeña cantidad capaz de cubrir la zona afectada por la mancha.
Deja que la pasta se seque durante 10 o 15 minutos. Transcurrido este tiempo, comprueba que está completamente seca y elimina la pasta de dientes enjuagando con abundante agua fría. Por último, lava la mancha con agua fría y jabón repitiendo las veces que sea necesario.
Agua y hielo
Este método será el más eficaz cuando debas tratar manchas en superficies que por su tamaño no puedan introducirse bajo un grifo o no puedan lavarse en una lavadora. Es muy útil cuando se trata de alfombras o colchones. En primer lugar, deberás colocar varios cubitos de hielo en un recipiente con agua. A continuación, humedece en esta agua un paño limpio o una esponja. Con el paño mojado frota la superficie afectada con cuidado hasta que la mancha desaparezca por completo.
Con estos métodos podrás restaurar una lato porcentaje de prendas que se hayan podido manchar de sangre. Y del accidente que haya podido provocar la mancha, también se ocupa el Seguro de Salud MAPFRE, siempre a tu disposición.