Si crees que la única forma de limpiar y desinfectar el baño es haciéndolo con productos químicos, estas muy equivocado. La naturaleza nos brinda la posibilidad de utilizar sus antibacterianos naturales para dejar el cuarto de baño limpio, brillante y, lo que es mejor de todo: libre de microorganismos. Ahorra esfuerzo y dinero con poniendo en práctica los siguientes remedios caseros para limpiar el baño.
Bicarbonato para el inodoro
El bicarbonato de sodio es un excelente antibacteriano, desinfectante y anti-olores, por lo que resulta perfecto para la limpieza del inodoro. Espolvorea 500 gramos de esta sustancia en el interior de la taza y deja que actúe durante media hora.
Mientras, pon a hervir un litro de agua y una taza de vinagre de manzana. Cuando esté listo, vierte el líquido en el inodoro y con ayuda de una escobilla ve frotando las paredes para eliminar todos los restos e impurezas. Por último, tira de la cadena.
Si, además, quieres que desprenda buen olor, mezcla medio litro de agua con cinco gotas de aceite esencial de árbol de té y deja que actúe durante toda la noche.
Vinagre en la bañera
El vinagre es desinfectante natural muy eficaz que, debido a sus propiedades, nos permitirá acabar con los restos de cal de la bañera de una forma fácil y sencilla. Sólo hay que mezclar un vaso de vinagre con dos cucharadas de sal y dejar que repose durante toda la noche. Cuando esté lista, bastará con frotar las paredes de la bañera con la mezcla. Este truco es también un remedio perfecto para acabar con el moho que, debido a la humedad, suele salir en las juntas de cemento.
Si la bañera tiene manchas de óxido, añade a la mezcla anterior un poco de trementina. Esta sustancia, elaborada a partir de árbol de Ocote y de otras coníferas y terebintáceos, actúa como un potente disolvente de la suciedad más persistente.
Limón contra el moho de la ducha
Si las paredes de la ducha están hechas con azulejos de gresite, habrás comprobado que, con el paso del tiempo, sus numerosas juntas van tornándose negras debido al moho acumulado.
Para el plato de la ducha, puedes emplear el mismo sistema de vinagre y sal que usamos en la bañera.
En la mampara, prepara una mezcla de una taza de vinagre blanco y dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Déjala actuar media hora y retira los restos con ayuda de una bayeta húmeda. Para finalizar, aplica una capa de cera para coches en la parte interna del cristal. De esta manera, cuando te duches, el jabón y la cal del agua resbalarán, manteniéndola limpia por más tiempo.
Naranja para dar brillo al lavabo
Vierte agua oxigenada sobre la pila del lavabo y deja que sus propiedades blanqueantes y desinfectantes actúen durante al menos veinte minutos. Después, limpia con un estropajo y aclara con abundante agua. Cuando hayas terminado, frota toda la superficie con la parte interna de una cáscara de naranja para que luzca brillante como el primer día. Para el grifo, usa el zumo de un limón.
Limpia el espejo con una mezcla que contenga un litro de agua, una taza de vinagre y unas gotas de lavavajillas y finaliza secándolos con papel de periódico que, a diferencia de los trapos, evita que queden restos de pasadas.
Azulejos limpios y con buen olor
Prepara una infusión con un litro de agua y tres ramitas de romero. Esta planta es conocida por ser un gran desinfectante natural, además de por el agradable aroma que desprende. Cuando se enfríe, cuela la mezcla y añade cinco gotas de aceite esencial de árbol de té para potenciar las propiedades del romero. Después, vierte el resultante en una botella con difusor y úsalo con normalidad sobre los azulejos. Aparte de brillante y libre de gérmenes, tu cerámica quedará con un agradable olor a limpio.
Para el suelo, llena el cubo de agua y añade dos tazas de bicarbonato de sodio, una de vinagre blanco y unas gotas de aceite esencial de pino.
Espacio libre de gérmenes
Todos esos remedios, además de conseguir que el baño quede limpio y brillante, harán que los gérmenes y bacterias desaparezcan, convirtiéndolo en un espacio seguro. Y lo mejor de todo, sin usar productos químicos perjudiciales para la salud y el medio ambiente en el que vivimos. Si cuidas hasta los más mínimos detalles por salvaguardar a tu familia de los efectos nocivos de estos productos, te interesará el Seguro de MAPFRE Salud, que protege tu salud y la de los tuyos con las mejores garantías, y siempre adaptándose a las necesidades de cada persona.