Y es que los especialistas en costura utilizan muy a menudo la remalladora para realizar, de una forma sencilla, otros muchos de sus trabajos, como por ejemplo tejer o estirar las telas. Además, tiene capacidad para usar varios hilos a la vez y todo ello a una velocidad vertiginosa.
¿En qué se diferencia con una máquina de coser?
Las remalladoras son máquinas industriales, que también se conocen con el nombre de overlock. Son máquinas de coser capaces de dar puntadas de borde o puntadas del grupo 500, si hablamos en un lenguaje más técnico. Por norma general cuentan con un portaconos, tensores que se encargan de regular los hilos, tirahilos, agujas, placa para agujas, dientes de arrastre, áncoras y cuchillas.
En cuanto a la pregunta de para qué sirve una remalladora, es muy importante saber primero cómo funciona para utilizarla por primera vez, ya que su uso es algo más complicado que el de una máquina de coser habitual.
Normalmente las remalladoras pueden llevar entre una y cinco agujas para usar el mismo número de hilos. Esta es la principal diferencia entre una remalladora y una máquina de coser normal: cuenta con secciones para utilizar varios hilos al mismo tiempo, algo que no se puede realizar en una máquina de coser habitual. Del mismo modo, la primera también incluye unas cuchillas para cortar tela.
¿Qué usos tiene una remalladora?
Puedes utilizar esta máquina para tejer, para estirar telas o para terminar los bordes, como hemos comentado antes, pero también para otros muchos usos, como realizar diferentes puntadas decorativas, hacer dobladillos enrollados, unir unas telas con otras, etc.
Si vas a comenzar a hacer algún trabajo con la remalladora, lo más aconsejable es leer su libro de instrucciones detenidamente para saber qué se puede hacer y qué no. Como con cualquier otra máquina, la marca y el modelo también serán determinantes para saber qué funciones puede realizar la remalladora.
El funcionamiento es parecido al de las máquinas de coser sencillas. Primero habrá que colocar las agujas y enhebrarlas, y posteriormente ajustar el largo de los hilos y de las puntadas que se van a dar. El siguiente paso será ajustar también el arrastre para controlar los dientes de la propia remalladora y que las puntadas queden completamente estiradas. Finalmente sólo hay que colocar las cuchillas en su sitio y la tela debajo del prensatela, poner el pie en el pedal y coser.
¿Cuánto cuesta una remalladora?
Como en todas las máquinas industriales, hay una amplia gama de precios y modelos. Sin embargo, para un uso doméstico no es necesario gastar un dineral. Algunas de las mejores remalladoras de 2017 salen por entre 200 y 300 euros.
Ahora que ya sabes para qué sirve una remalladora, puedes utilizar esta máquina para hacer todos los trabajos de costura que se te ocurran. Y si los trabajos que tienes que realizar son de otro tipo, recuerda que el Seguro de Hogar Platino MAPFRE te ofrece un servicio de bricolaje del hogar para hacer esas tareas que vamos dejando para mañana…