Cómo ahuyentar murciélagos: distintos métodos
Licenciada en Veterinaria por la Universidad Alfonso X El Sabio desde 2009 y especializada en pequeños animales, perros, gatos y roedores.
Cuenta con su propia clínica veterinaria, donde dan servicio de consulta, pruebas de laboratorio y diagnóstico, hospitalización y cirugía.
Los murciélagos son animales muy ágiles y ligeros, lo que les permite colarse por cualquier rincón que los encontremos en muy diferentes lugares como el hueco de una persiana (en el tambor), en una teja rota u orificio en la zona de los tejados, en una salida de aire o en zonas oscuras y poco transitadas. Cualquier esquina o recoveco en el que pueda permanecer a oscuras durante el día y que le permita salir fácilmente por la noche, será el ideal para estos pequeños animalillos.
¿Cómo saber si hay murciélagos en mi casa?
Lo más sencillo es comprobar su presencia al verlos volar por la noche en los alrededores de nuestra vivienda. Hay que tener en cuenta que ellos prefieren las horas oscuras y es cuando aprovechan para salir a comer. Otra pista para saber que tenemos murciélagos cerca es la presencia de restos de heces en las zonas en las que se esconden durante el día. Las heces de los murciélagos son similares a las de las ratas, con la diferencia de que éstas, al presionarlas, se convierten en algo similar al polvo.
En cualquier caso, debemos tener claro que aunque es muy común ver murciélagos y que estos se reproduzcan fácilmente y puedan criar formando sus familias, no se trata de una plaga como ocurre con las ratas, y no se les debe hacer daño ni eliminarlos bajo ningún concepto.
Si su presencia nos incomoda, podemos intentar ahuyentarlos para que se marchen de nuestro hogar y busquen otros nidos o lugares donde vivir.
¿Cómo se puede ahuyentar un murciélago?
Lo más importante antes de ahuyentar a un murciélago es evitar hacerle daño. Partiendo de esa base, existen algunos trucos. Pensemos que son animales a los que les encanta la oscuridad, por lo que cualquier luz o ruido puede molestarles y hacer que se marchen.
Además, también tienen un olfato muy sensible, por lo que se podrá utilizar también para hacer que se vayan:
Naftarina o Aceite de eucalipto
Si sabemos que hay algún nido cerca o simplemente que pasan en algún rincón el tiempo en el que hay luz en el exterior, podemos utilizar estos dos olores para hacer que no se sientan cómodos y se vayan a otro lugar. Debemos tener en cuenta las cantidades para evitar toxicidades a personas y sobre todo a niños.
Utilizar botellas de vidrio
También se puede utilizar cualquier otro tipo de vidrio, el objetivo es que al apoyarse, se escurran y no estén cómodos. Obviamente, no hablamos de vidrio para hacerles daño, simplemente es una técnica para que no puedan permanecer enganchados e instalarse ahí por mucho tiempo.
Utilizar espejos
Los espejos les asustan tanto por los reflejos que producen con la luz, como cuando se ven ellos mismos reflejados. Esto les hace huir, por lo que una idea es colocar espejos en aquellos orificios donde sepamos que suelen estar.
Cerrar orificios
En los huecos de los edificios, en las fachadas e incluso en alguna teja rota es normal que se generen agujeros por los que puedan colarse e instalarse en las horas del día, por lo que si sabemos que entran por alguna teja rota o alguna otra zona la cerremos con cemento u otros materiales para evitar que aniden ahí.
Colgar algo que brille o tenga mucha luz
Al igual que sucede con los espejos, cualquier otro objeto que brille o refleje luz les molesta y les hace cambiar de sitio. Hay quien pone, por ejemplo CD`S antiguos colgados con algo de luz cerca.
Los murciélagos en sí mismos no son peligrosos, ni siquiera podemos hablar en España de plagas de esta especie, pero lo cierto es que en ocasiones, sus heces pueden transmitir enfermedades al ser humano y es mejor evitar el contacto directo con ellos.
Ahuyentándolos, evitaremos que se reproduzcan cerca de nuestra casa y con ello, problemas innecesarios más complicados cuando se trata de un grupo más numeroso de murciélagos.
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