Las redes sociales y las nuevas tecnologías han facilitado que las alertas sanitarias sobre alimentos sean más populares y con ello, eficientes; gracias a la rapidez de difusión que facilita que toda la población esté informada y pueda tomar las medidas previstas. Sin embargo, también son demasiado habituales bulos, falsas afirmaciones o informaciones no precisas que se presentan como alertas sanitarias y que causan situaciones de alarma innecesarias. El primer paso es confirmar la alerta.
¿Cómo reconocer una alerta sanitaria verídica?
Lo más importante para reconocer una alerta sanitaria real y actual es recurrir a la fuente oficial encargada de lanzar este tipo de comunicaciones a la población tanto en España como a nivel europeo o mundial (pues se tratan de entidades coordinadas). Es importante no confundirlas con tips o consejos sobre alimentos.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) es el Organismo Autónomo, adscrito al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social a través de la Secretaría General de Sanidad y Consumo del que dependen las alertas sanitarias, entre otras funciones se encarga de la coordinación de la red de alertas alimentarias nacionales.
La Agencia emite anualmente los informes del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) que recogen toda la información de las notificaciones de la red de alerta que han afectado a España donde se incluye una descripción detallada de los productos involucrados, los peligros detectados y el origen de los alimentos incluidos en las alertas.
¿Cómo funciona la Red de alerta alimentaria?
El sistema de alertas sanitarias de alimentación está totalmente formalizado:
“Con el objetivo de proteger la salud humana y poder gestionar los riesgos alimentarios para la salud de los consumidores, se dispone de un sistema coordinado de alertas alimentarias, cuyos principios de actuación y funcionamiento se basan en lo establecido en el artículo 25 de la Ley 17/2011, de seguridad alimentaria y nutrición y los artículos 50 a 52 del Reglamento (CE) n.º 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria”.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) se constituye como punto nacional de contacto, pero también dentro del sistema europeo y con carácter internacional, por lo que es la fuente fiable a la que recurrir para confirmar si la información que tienes sobre una posible alerta sanitaria relacionada con alimentos es o no, fiable.
La red de alerta sanitaria integra por tanto alertas relacionadas con el territorio nacional, incluyendo comunidades autónomas y ciudades autónomas, la del Ministerio de Defensa (a través de la Inspección General de Sanidad de la Defensa), la Comisión Europea (a través de la Dirección General SANTE) y la Subdirección General de Sanidad Exterior, Dirección General de Salud, Calidad e Innovación, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar.
¿Cómo surgen las alertas alimentarias?
La red de alertas cumple con 3 misiones fundamentales:
Vigilancia de riesgos
Las diferentes entidades de la red mantienen una constante vigilancia de cualquier riesgo o incidencia que, relacionado con los alimentos, pueda afectar a la salud de los consumidores.
Garantizar la calidad de los productos
El objetivo fundamental de este sistema es garantizar que todos los productos y alimentos que se encuentran a disposición de los consumidores son seguros y no presentan riesgos para su salud.
Intercambio de información
Desde la Agencia insisten en señalar que el intercambio rápido de información entre las distintas autoridades competentes, empresas alimentarias y consumidores es la base para poder cumplir con su misión. Confirman que este fluir informativo facilita las actuaciones oportunas sobre aquellos productos alimenticios que pudieran tener repercusión en la salud de los consumidores.
¿Qué tipo de alertas existen?
Las alertas de interés general son las más populares porque afectan a toda la población y por lo general, llegan a tener repercusiones importantes, incluso víctimas. Sin embargo, desde la agencia se lanzan otro tipo de alertas más particulares y específicas. Se distinguen otros dos tipos de alertas alimentarias, además de las generales.
Alertas sanitarias de interés general
La Agencia incluye aquí alertas alimentarias que deben ser objeto de información pública, bien por su repercusión sanitaria o por su posible distribución al consumidor final.
Alertas alimentarias de alérgenos
En este caso se trata de dar información adecuada para que el consumidor pueda elegir productos que no le causen problemas de salud. Se alerta de la presencia de determinados ingredientes u otras sustancias o productos que, cuando se utilizan en la producción de alimentos y siguen estando presentes en el producto acabado, pueden provocar alergias o intolerancias en algunas personas. Solo se incluyen sustancias o productos que tienen efectos alergénicos o de intolerancia demostrados científicamente.
Alertas alimentarias de complementos alimenticios
En este tipo de aviso se apuntan las notificaciones por presencia, entre otras sustancias, de sustancias farmacológicamente activas comercializadas como complementos alimenticios, en particular, sustancias empleadas para incrementar el vigor sexual, para favorecer el desarrollo muscular o para estimular la pérdida de peso.
Estos productos son comercializados sin la necesaria supervisión y control de las autoridades sanitarias y, por tanto, suponen un grave riesgo para la salud de las personas que los consumen.
En casa, para minimizar los riesgos de intoxicación alimentaria y proteger el contenido de tu frigorífico, confirma que tu seguro de hogar cuenta con esta prestación.