Si eres alérgico a algún alimento, vas a cocinar para personas que pueden ser intolerantes o quieres evitar problemas gastrointestinales, debes conocer qué es la contaminación cruzada y cómo puedes evitarla. La higiene y el cuidado en la cocina son esenciales para que este tipo de contaminación por contacto no se dé y puedas preparar cualquier plato con la máxima seguridad.
Qué es la contaminación cruzada
Seguro que en muchas ocasiones has oído hablar sobre este término, pero ¿sabes lo que es realmente la contaminación cruzada? Este proceso tiene lugar cuando los alimentos entran en contacto con otros con los que acaban intercambiando sustancias.
Para que exista contaminación, los alimentos pueden estar crudos o cocinados, por lo tanto, debes tener mucho cuidado para no correr riesgos innecesarios.
Aunque es un peligro real, no todo el mundo conoce las consecuencias que puede tener que distintos alimentos entren en contacto entre sí. Dentro de la contaminación cruzada, podemos distinguir dos tipos:
- Contaminación cruzada directa: se produce cuando los alimentos se contaminan al entrar en contacto unos con otros, es decir, cuando se colocan al lado o encima el uno del otro sin separación entre ellos.
- Contaminación cruzada indirecta: esta se produce cuando los utensilios de cocina contaminados entran en contacto con otros alimentos distintos, estén cocinados o no.
Consejos para evitar la contaminación cruzada
Debido a los peligros que entraña para la salud, es muy importante conocer cómo se puede evitar la contaminación cruzada de alimentos. Para ello, será necesario que en tu cocina pongas en marcha una serie de medidas:
- Carne cruda en recipientes herméticos: introduce la carne en tuppers de cristal o plástico de cierre hermético cuando los pongas en la nevera, así evitarás que la sangre pueda contaminar otros alimentos.
- Cuidado con el huevo: es uno de los alimentos más peligrosos, por ello, cuando hagas tortilla, elimina correctamente los restos de huevo crudo para evitar que haya problemas.
- Desinfección de superficies: es importante que limpies con agua caliente y jabón todas las encimeras de tu cocina. Si quieres, puedes usar desinfectantes para eliminar todas las bacterias que se hayan podido acumular mientras manipulabas los alimentos crudos.
- Ensaladas en el momento: no prepares la ensalada hasta el momento en que vayas a consumirla, de esta manera mantendrás todos los alimentos crudos de la ensalada correctamente refrigerados hasta que los sirvas.
- Limpieza: todos los utensilios y recipientes deben estar limpios antes de utilizarlos, es conveniente que lo hagas con agua caliente y jabón.
- Manos limpias: antes de empezar a cocinar lávate las manos con agua y jabón.
- Separa los alimentos crudos de los cocinados: evita que entren en contacto, sobre todo, debes tener especial cuidado con la sangre de la carne roja ya que es una de las principales causantes de la contaminación entre alimentos.
- Separa los alimentos en la nevera: para evitar que los alimentos entren en contacto dentro del frigorífico, clasifícalos dentro de este y sepáralos usando los distintos cajones y bolsas para que no se contaminen entre sí.
- Trapo de cocina limpio: el trapo de cocina siempre debe estar limpio y deberá cambiarse siempre que se haya manchado con restos de algún alimento crudo.
- Usa distintos utensilios para diferentes alimentos: si no dispones de muchos instrumentos en tu cocina puedes limpiarlos a fondo antes de que entren en contacto con otros productos.
Los peligros de la contaminación cruzada
Aunque la contaminación cruzada puede darse tanto en alimentos crudos como cocinados, en los primeros será mucho más peligrosa. El proceso de cocinado hace que se elimine la contaminación de los alimentos, por lo que, sus efectos no serán nocivos para la salud cuando el producto se haya cocinado correctamente.
Existen grupos poblacionales que pueden ser mayormente afectados por la contaminación de alimentos, como pueden ser los niños, ancianos o mujeres embarazadas. En estos casos, puede derivar hasta en una hospitalización. Los riesgos por contaminación cruzada son los siguientes:
- Diarrea y vómitos: este tipo de contaminación suele estar relacionada con las intoxicaciones de tipo alimentario y por tanto producirá efectos similares a los de una gastroenteritis.
- Inflamación y urticarias: la contaminación cruzada muestra efectos muy parecidos a los derivados de las alergias alimentarias como pueden ser las erupciones cutáneas o la inflamación del tracto digestivo.
Con estos sencillos consejos conseguirás impedir la contaminación cruzada y todos los riesgos que conlleva para la salud de tu familia. Una correcta higiene en la cocina y unos sencillos procedimientos destinados a la separación de los distintos alimentos pueden ayudarte a evitar problemas mucho más graves.