Las calderas siempre son el corazón del hogar de cada invierno, proporcionando calor, confort y comodidad a cualquier vivienda. Pero, ¿cómo saber si ya es hora de arreglar la caldera? En este artículo, exploraremos los posibles signos reveladores de problemas en tu caldera, qué hacer en cada caso y por qué confiar en un técnico especializado es crucial.
¿Cómo saber si el termostato funciona correctamente?
Antes de sumergirnos en los síntomas específicos, es vital asegurarse y comprobar que el termostato de la caldera funcione correctamente. ¿Notas fluctuaciones inesperadas en la temperatura? ¿La caldera no responde a tus ajustes?
Estos podrían ser síntomas de un termostato defectuoso y se trata de un componente clave que siempre afecta al rendimiento general de la caldera.
Si detectamos que el termostato se encuentra en malas condiciones, la mejor opción radica en sustituirlo por completo por otro compatible con nuestro sistema.
¿Qué síntomas indican la necesidad de reparación de la caldera?
Pérdida de presión
La pérdida de presión en la caldera puede indicar desde una fuga hasta problemas en el sistema. Verifica si la presión del agua está por debajo del nivel recomendado y busca indicios de humedad alrededor de la caldera. Represurizar el sistema podría resolver el problema, pero si la pérdida de presión persiste, deberíamos acudir a un técnico para que inspeccione, encuentre y repare posibles fugas.
Ruidos inusuales
Los ruidos extraños emanando de la caldera son claros indicadores de potenciales problemas en todo el sistema. Desde chirridos hasta golpeteos y zumbidos desconcertantes, estos sonidos pueden indicar desde acumulación de aire en el sistema hasta fallos en el motor de la caldera. Purgar el sistema puede ayudarnos eliminando el aire, pero si los ruidos persisten, un técnico debería realizar una revisión exhaustiva.
La caldera no funciona falla recurrentemente
Si la caldera no funciona o experimenta problemas de manera recurrente, es una clara señal de que algo no está bien. Podría deberse a problemas con la válvula de gas, el encendido eléctrico o incluso el propio suministro eléctrico.
En estos casos, la ayuda de un técnico profesional es esencial para identificar el origen del problema y poder solucionarlo de una manera eficiente, ya que, si no existe un fallo concreto a simple vista que nos permita encontrar el origen del problema, es muy complicado saber cómo actuar.
¿Quién debe arreglar la caldera?
Cuando te enfrentas a cualquiera de estos síntomas, la reparación de la caldera no debería ser una tarea común de bricolaje. Es importante confiar en un técnico especializado para garantizar un diagnóstico preciso y, por lo tanto, llegar a reparaciones efectivas, sin que la seguridad en el hogar se vea afectada. Los sistemas de calefacción son complejos y requieren conocimientos específicos para abordar problemas internos de manera segura y eficiente.
Pasos a seguir ante problemas comunes con la caldera
A continuación, veremos un resumen de algunos pasos que sí podemos llevar a cabo nosotros mismos a la hora de enfrentarnos a alguno de los problemas anteriores:
Pérdida de presión
- Verifica si hay fugas visibles alrededor de la caldera.
- Represuriza el sistema según las indicaciones del fabricante.
- Si la pérdida de presión continúa, llama a un técnico para inspeccionar y reparar las posibles fugas
Ruidos inusuales
- Purga el sistema para eliminar posibles acumulaciones de aire.
- Si los ruidos persisten, busca la asistencia de un técnico para una revisión exhaustiva.
- Aunque en un primer momento, estos problemas no afecten al rendimiento de la caldera, no ignores los ruidos persistentes, ya que pueden llevar a problemas más graves.
La caldera no funciona
- Verifica el suministro eléctrico y la válvula de gas.
- Asegúrate de que el termostato esté configurado correctamente.
- Si los problemas persisten, contacta con un técnico para una evaluación detallada del sistema.
Existen infinidad de casos en los que los propietarios, bien intencionados, intentan abordar algunos problemas de la caldera por sí mismos como podría ser cambiar el ánodo de magnesio, y si no se hace del todo bien, finalmente solo consiguen empeorar la situación. La intervención de un técnico especializado no solo garantiza soluciones efectivas, sino que también evita daños costosos y sobre todo peligrosos para nuestra integridad física y la de nuestra vivienda.
Asegurar el bienestar de tu hogar va más allá de la reparación puntual de la caldera. Estas reparaciones son solo una parte más de la ecuación que supone proteger todo un hogar. Por eso, para una protección completa, considera la posibilidad de contratar un Seguro de Hogar MAPFRE para salvaguardar tu inversión y vivir con total confianza.