El anemómetro –también denominado anemógrafo- es un instrumento que detecta a qué velocidad va el viento, es fundamental para observar y predecir cambios bruscos o la llegada de turbulencias. Los hay de diferentes diseños y formas de medir según el entorno donde se utilicen. En tu propia casa puedes tener un anemómetro doméstico.
Tipos de anemómetros
Hay una gran variedad de anemómetros y con la llegada de la tecnología digital también se han diseñados nuevos para otros entornos que adaptan los avances a este tipo de medición haciendo herramientas más exactas, completas e incluso, más sencillas de manejar.
Anemómetro en meteorología
El más clásico de los anemómetros es el de cazoletas o molinetes, es el que se utiliza tradicionalmente en meteorología para saber cuál es la velocidad del viento en cada momento. Es fácil diferenciar por su forma este aparato pues es como una especie de molinete o veleta con cazoletas en los extremos de sus brazos que giran con el viento.
El anemómetro de rotación tiene tres aspas acabadas en esas cazoletas sobre las cuales actúa la fuerza del viento. El número de vueltas que da el artilugio se lee directamente en un contador o se registra sobre una banda de papel que se denomina anemograma y de forma específica este tipo de anemómetro se llama anemógrafo.
Este mismo tipo de instrumento existe ya en formato electrónico por lo que el registro y los propios datos que capta el anemómetro respecto a la velocidad del viento son más sencillos de recuperar, tratar y analizar para documentar.
Anemómetro láser Doppler
Uno de los anemómetros digitales más habituales es el láser Doppler su peculiaridad radica en que utiliza precisamente la tecnología láser Doppler para determinar la velocidad de las moléculas del aire.
Para hacer su medición el anemómetro digital usa un láser que es dividido y enviado al propio aparato. El retorno del rayo láser muestra en su decaimiento la cantidad de moléculas de aire en el detector. Mediante una comparación entre la radiación relativa del láser en el anemómetro y el retorno de radiación se determina la velocidad de las moléculas de aire.
El anemómetro de los aviones
En un avión es preciso saber la velocidad del viento, los pilotos cuentan con el registro de los anemómetros de las aeronaves para esta labor. Son diferentes a los medidores de fuerza de viento usados en meteorología.
El funcionamiento del anemómetro en aeronáutica es diferente y se basa en otro concepto para ser práctico y útil a bordo de un avión. Su funcionamiento se basa en la comparación de la presión de impacto del aire –presión dinámica- con la presión estática.
En un avión el anemómetro determina la velocidad del viento sobre la base de una toma combinada que se conoce como tubo Pitot. Este tipo de anemómetro se denomina de compresión.
Otros anemómetros
Hay otros anemómetros para usos muy diversos:
- Deportes náuticos: vela
- Agricultura: riego por aspersión o quema de rastrojos.
- Obras civiles: seguridad en montaje de grúas entre otros trabajos de ingeniería industrial.
- Estudios y formación en diferentes ámbitos.
- Ocio y entretenimiento: alpinismo, senderismo, pesca o navegación entre otras.
- Medio ambiente: control de la contaminación
- Trabajo de los bomberos: extinción de incendios y gestión de emergencias relacionadas con fuego incontrolado.
- Personal y domésticos: seguridad para hacer viajes, prevención para recoger los elementos de riesgo que puedas tener en el jardín o para disfrutar de una barbacoa en el jardín sin riesgos por rachas de viento demasiado fuerte.
Para la gran mayoría de estas actividades se usa un anemómetro portátil y digital que se puede llevar en cualquier mochila o caja de herramientas para cuando es necesario. En este caso los aparatos están controlados por un microprocesador electrónico que permite realizar mediciones de precisión con independencia de las condiciones.
Este tipo de anemómetros son de pequeño tamaño y de diseños compactos, resistentes y fáciles de usar son muy versátiles por lo que resultan útiles en muchos casos.
¿Dónde comprar un anemómetro?
Los anemómetros compactos y portátiles son fáciles de comprar online y en tiendas especializadas en aparatos para medir datos relacionados con el tiempo como termómetros o pluviómetros.
El rango de precios para un anemómetro es muy amplio y pueden ir desde los 50 euros hasta más de 300. La precisión es la clave para determinar la calidad de un anemómetro, pero si no necesitas una precisión extrema como la que se precisa en un avión, no tendrás problema en encontrar un instrumento adecuado y de precio asequible.
Una alternativa muy interesante son los anemómetros que se incorporan dentro de instrumentos con varias funciones de medición. Son analizadores completos que permiten muchos usos integrados como medir la velocidad del flujo del aire, la temperatura, la humedad o el caudal, entre otros.
Si vives en una casa de campo independiente, en zona abierta y alejada de zonas más urbanas es posible que te interese saber en diferentes momentos la fuerza del viento para lo que un anemómetro es la herramienta que estás buscando.