Las plataformas elevadoras surgieron a finales del siglo XIX junto con el auge de las edificaciones en altura de Chicago, rascacielos que apenas superaban las diez plantas de altura, pero que ya se planteaban el acceso a cada nivel como un gran problema a solventar. Desde entonces, los ascensores nos han acompañado en nuestras vidas. Sobre todo en torres de oficinas y comerciales.
Sin embargo, cada vez más se hace necesaria su instalación en pequeñas edificaciones como viviendas unifamiliares o pequeñas comunidades de vecinos, donde quizás no hubo una previsión en su diseño inicial para la ubicación del mismo. Entonces ahora, toca encontrar este hueco mínimo y definir bien sus medidas.
Para ello, es importante tener en cuenta varios factores que iremos explicando a continuación, dependiendo de la viabilidad en cada caso y de las posibles obras que sería necesario realizar.
Medidas mínimas para la instalación del ascensor
Hoy en día existen una infinidad de tipos y modelos de ascensores disponibles, desde lo más básico, como un simple montacargas, hasta lo más complejo y sofisticado, como podrían ser los sistemas más avanzados para los actuales rascacielos. Incluso pueden ser usados, no sólo para cargar con personas, sino con coches o mercancías.
Ahora bien, centrándonos en el aspecto más doméstico, podemos generalizar dos grandes grupos según su fabricación: aquellos con medidas estándar, en los cuales tendremos que ajustar nuestro hueco al ascensor, o bien aquellos fabricados a medida que pueden de una manera u otra adaptarse a las necesidades de cada edificación.
Dimensiones de las cabinas estándar de ascensor
Normalmente, se suelen plantear ascensores con unas medidas ya definidas, que por una parte cumpla con las normativas referentes a seguridad y accesibilidad y que por otra parte, abarate costes de producción, ya que pueden ser fabricados en serie.
Estas dimensiones van a depender, en gran medida, de cada fabricante y podremos encontrar sus tablas de especificaciones técnicas en sus respectivas páginas web o consultando directamente con algún técnico comercial. Sin embargo, estas medidas quedan definidas por el uso de cada ascensor, por ejemplo, si es para un edificio público o de oficinas, la demanda de accesibilidad será mayor que para tu propia vivienda unifamiliar.
En cuanto a las cabinas accesibles, se exige como mínimo un espacio de 1 metro de ancho y 1,25 m de profundidad para edificaciones de menos de 1.000 metros cuadrados y una cabina de 1,10 m de ancho y 1,40 m de profundidad para edificios de más de 1.000 metros. Refiriéndonos siempre a cabinas de una única puerta de entrada y salida.
Ascensores fabricados a medida
Por otra parte, existen infinidad de opciones para el diseño de estos ascensores: desde cabinas especiales para edificios con una arquitectura muy singular, hasta cabinas diseñadas y fabricadas para ocupar el menor espacio posible en aquellas situaciones determinadas por la imposibilidad técnica de colocar un ascensor accesible.
En estos casos, es de vital importancia consultar no sólo a la casa comercial del ascensor, sino a un técnico que pueda determinar la viabilidad y la complejidad que estas opciones puedan aportarnos. Y así valorar incluso el método de subida, bien sea de la forma tradicional de cuerdas y poleas o mediante inyecciones hidráulicas que permiten una instalación más sencilla, sin apenas foso en su parte más baja o el típico castillete en cubierta.
Colocación y ubicación de los ascensores en edificaciones ya existentes
A la hora de plantear la instalación del ascensor en edificios ya consolidados es relevante no sólo las dimensiones mínimas del hueco, sino su posición en el mismo. Ya que habrá que valorar la magnitud de las obras según la complejidad para abrir huecos en los forjados. Para ello existen dos grandes posibilidades:
- Colocar el ascensor en el interior del edificio. Esto requerirá de una apertura en los suelos y techos para la ubicación del mismo si no existiese ya con anterioridad. Sin embargo, la manera más sencilla sería aprovechar algún hueco ya existente, como por ejemplo, el hueco de las escaleras.
- Colocar el ascensor en el exterior del edificio. En estos casos, se puede simplificar bastante su instalación, ya que no requiere de modificaciones estructurales de importancia. Por el contrario, hay que prestar especial atención a su integración con la imagen exterior. No necesariamente tienen que colocarse en las fachadas, también se pueden aprovechar patios interiores generosos que conecten con alguna zona común de distribución.
Cualquier tipo de ascensor, independientemente de sus medidas mínimas y su forma de funcionamiento, requiere de un mantenimiento periódico que garantice el correcto funcionamiento del mismo, y para cualquier tipo de incidencia, siempre puedes contar con un Seguro de Hogar MAPFRE, que te garantice vivir con la mayor tranquilidad posible ante esta nueva instalación en tu vivienda.