Que los mosquitos pican más a unas personas que a otras es una realidad irrefutable. Pero ¿por qué lo hacen? Para algunos, la explicación se encuentra en el sabor de la sangre: cuanto más dulce, más propenso se es a recibir los picotazos. Otros sostienen que el tipo de alimentación juega aquí un papel decisivo. Pero ni lo uno ni lo otro: la respuesta es más sencilla que todo eso.
Para empezar, debemos saber que son las hembras las que pican y lo hacen porque necesitan las proteínas presentes en nuestra sangre para poner los huevos. En la época de desove, son capaces de detectar con absoluta precisión dónde encontrar los factores químicos corporales que necesitan para mantener su fertilidad. Y si tú los tienes, estás perdido. Te acribillarán sin descanso.
Si alguna vez has escuchado el zumbido de uno de estos insectos muy cerca de ti, eso es porque está analizando las sustancias corporales y los desechos que emite tu piel y tu boca para saber si eres una presa digna.
La genética en la picadura de los mosquitos
Que los mosquitos se centren más en unas personas que en otras se debe a factores genéticos. Según un estudio realizado por la London School of Tropical Medicine, existe, un componente genético relacionado con el olor corporal que determina si nuestra sangre será atractiva para estos insectos o si, por el contrario, es mejor que busquen otra presa. Por lo tanto, la probabilidad de que te piquen es heredable.
Por otra parte, la razón por la que hay ciertas personas que se libran de las picaduras de estos insectos se encuentra en que su propio organismo segrega un repelente natural que también está relacionado con los genes.
¿Cómo eligen los mosquitos a su presa?
La búsqueda de la presa comienza oteando el horizonte. Los ojos del mosquito permiten ver en infrarrojo y detectar los cuerpos calientes que están en un radio de cincuenta metros.
Los seres vivos –con sangre- emitimos dióxido de carbono al respirar. Por eso, cuando exhalamos CO2, los mosquitos se ponen en alerta. El vapor de agua que expulsamos también con cada respiración es lo que termina de confirmar sus sospechas: sí, se encuentran ante un ser vivo y no ante un objeto caliente cualquiera.
¿Qué atrae a los mosquitos?
Existen diferentes olores y compuestos químicos que atraen de una manera especial a los mosquitos. Estos aromas les indican que están ante un cuerpo cuya sangre puede satisfacer de forma favorable sus necesidades nutricionales, por lo que la picadura está asegurada.
Las personas altas y las mujeres embarazadas expulsan grandes cantidades de ácido láctico a través del sudor y de la respiración. Esta sustancia química es una de las favoritas de los mosquitos, por lo que las personas con estas características son un blanco perfecto para estos insectos.
También lo son lo que presentan un grupo sanguíneo de tipo 0. Según un estudio, los mosquitos pican el doble de veces a las personas con este tipo de sangre que a las del grupo A y B, aunque no se sabe con certeza el motivo.
Otros olores no son más que mitos. En contra de la creencia popular, el sudor no atrae a los mosquitos, ya que en sí mismo es inodoro. El problema surge cuando acumulamos varios días ese mismo sudor y éste llega a fermentar. Es entonces cuando se producen ciertas bacterias que sí que emiten ese olor tan irresistible para estos insectos, sobre todo para el mosquito transmisor del virus de la malaria.
Repelente natural
De la misma manera que hay olores que llaman la atención de estos dípteros, hay otros que actúan como un escudo protector infalible. Uno de estos compuestos es el 1-methylpiperzine, que no solo bloquea su sentido del olfato, sino que puede llegar a dejarlo en un estado de inconsciencia total. Tanto es así, que las últimas investigaciones se están centrando en crear insecticidas cuyo principal ingrediente sea esta sustancia.
Lo curioso es que muchas personas segregan este compuesto de manera natural y en grandes dosis, lo que podría explicar porqué hay personas invisibles a los ojos de los mosquitos.
¿Por qué es tan molesta la picadura de un mosquito?
Los mosquitos son trasmisores de una gran cantidad de virus muy perjudiciales para la salud. Sin embargo, una de las cosas que más preocupa y por lo que más se teme su picadura es por las molestias que genera, como el picor o la hinchazón.
Cuando el mosquito hembra nos pica, lo que en realidad está haciendo es introducir en nuestra piel dos trompas: una de ellas es la prolongación de su faringe, y por ella, excreta saliva con una proteína anticoagulante. La otra es por donde absorbe la sangre. Ese agente anticoagulante impide que la sangre se solidifique a su paso por el probóscide o que la herida se tapone. Pero al mismo tiempo activa nuestro sistema inmunológico, que segrega histamina como defensa. En realidad, se trata de una pequeña reacción alérgica que desencadena la inflamación de la zona.
Si eres de los que recibe demasiadas atenciones de estos insectos tan molestos, pide ayuda a los especialistas de tu Seguro de Salud MAPFRE. Ellos sabrán cómo hacer para frenar el exceso de picaduras.