Qué reformas incluye el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021
El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de diez años investigando y publicando artículos relacionados con el mundo del hogar, con temáticas como bricolaje, recetas de cocina y limpieza del hogar, entre otras.
No te pierdas todos nuestros consejos y guías para hacer de tu casa el hogar con el que siempre has soñado.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus tareas diarias.
El nuevo Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 aumenta las ayudas económicas para la rehabilitación y las extiende a un mayor número de beneficiarios. Con ellas, los propietarios pueden ejecutar con cierto desahogo las obras de conservación, seguridad, accesibilidad, mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad de sus viviendas.
Dinero para rehabilitación de viviendas
Si antes eran las comunidades de propietarios las que podían reclamar un dinero público para rehabilitar sus zonas comunes, ahora también pueden hacerlo los hogares unifamiliares (aislados o agrupados en fila, en zonas urbanas y rurales), así como los pisos individuales. Pero las ampliaciones no terminan ahí, y es que pueden beneficiarse de estas ayudas los inmuebles construidos antes de 1996 (en el anterior plan el límite se situaba en 1981).
Por otra parte, las segundas residencias, alquileres vacacionales e incluso los pisos vacíos pueden acceder a estas ayudas, siempre y cuando el 50 por ciento de las viviendas sean el domicilio habitual de sus propietarios. En el plan anterior se exigía un 70 por ciento, con lo que muchas casas situadas en destinos turísticos o en ciudades pequeñas se quedaban al margen.
Además de las subvenciones destinadas a la rehabilitación de edificios y a la regeneración urbana y rural, el nuevo plan incluye también otras facilidades al alquiler, favoreciendo sobre todo a los colectivos con mayores dificultades, como los jóvenes, los mayores, las personas con discapacidad y las familias más vulnerables.
Otras de las novedades del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 en relación a la rehabilitación de viviendas suponen una ampliación en cuanto al tipo de beneficiarios que pueden acogerse a las ayudas:
- Las viviendas en el medio rural, que el anterior plan no las contemplaba, ahora sí se pueden beneficiar de estas ayudas.
- Cuando el beneficiario sea un joven que quiera rehabilitar su vivienda situada en un municipio de menos de cinco mil habitantes, la ayuda se incrementa en un 25 por ciento.
- Ayudas para tener un hogar accesible. El nuevo Plan favorece la rehabilitación de viviendas con servicios e instalaciones adaptados para mayores de 65 años o personas con discapacidad. Estas viviendas deben destinarse al alquiler durante un plazo mínimo de cuarenta años. Será necesario cumplir con las condiciones de renta límite (9,5 euros por metro cuadrado) e ingresos del arrendatario (menos de cinco veces el IPREM). El promotor recibirá hasta 400 euros por metro cuadrado con un límite del 40 por ciento de la inversión.
Todo este paquete de ayudas hará que el número de viviendas que soliciten estas ayudas aumente un tercio respecto al actual. Se calcula que podrían acogerse unos 17,5 millones de hogares. Según Sebastián Molinero, secretario general de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción, en 2017 se reformaron 1,5 millones de viviendas, un 2,3 por ciento más que en 2016.
Pero, apenas representa el 6 por ciento del parque de viviendas. Unas cifras preocupantes si las comparamos con que el envejecimiento del parque español, en el que la mitad de los inmuebles tiene más de 45 años y se ha construido bajo criterios de poca calidad. Por ello, el nuevo plan quiere priorizar la rehabilitación y reforma.
Subvenciones para reformas
El importe obtenido con las ayudas debe destinarse a la conservación, accesibilidad y eficiencia energética de las viviendas. Reformas como arreglo de cubiertas, fachadas o estructuras; instalación de ascensores o sistemas de domótica; ampliación de zonas de paso en la casa; adecuación del baño; ampliación de la cocina; reformas que apuesten por las energías renovables; aplicación de mejoras que protejan del ruido; instalación de sistemas que contribuyan a reducir la contaminación interior del inmueble, y un largo etcétera.
Si la reforma es de conservación, la ayuda asciende a 3.000 euros, mientras que si se trata de mejoras de accesibilidad, la cuantía máxima es de 8.000 euros. Si el inmueble esté catalogado como Bien de Interés Cultural, la ayuda sube otros 1.000 euros extra.
Las personas con discapacidad que necesiten adaptar su vivienda podrán reclamar 14.000 euros, o 17.000 en casos más severos.
Estas ayudas no pueden superar el 40 por ciento del coste total de la obra de renovación (el plan anterior se establecía en 35), porcentaje que se eleva al 75 por ciento en el caso de que el beneficiario gane menos de tres veces el IPREM o en el supuesto de que la reforma incluya obras de accesibilidad (destinadas a residentes con movilidad reducida o mayores de 65 años. Si no es así, la subvención se sitúa en el 60 por ciento).
Lo que está claro es que el nuevo plan supone una importante mejora en cuanto a las ayudas estatales para acometer reformas. Estas medidas, unidas a los beneficios que reporta el Seguro de Hogar MAPFRE, ofrecen una importante forma de ahorro para el propietario de la vivienda.
Comentarios (0)