El árbol de la vida, llamado así por su follaje siempre verde, es una planta muy utilizada para delimitar zonas del jardín debido a que es muy resistente y su hoja dura todo el año. Conocido también como tuya (Thuja), se caracteriza por su porte piramidal, tronco rojizo, ramas aplanadas dispuestas en forma de abanicos y por sus agujas aromáticas. Te contamos cómo hay que plantarlo y cuidarlo para que esté siempre hermoso.
¿Cómo plantar el árbol de la vida?

La mejor época para plantar una thuja es a principios de la primavera y a finales del verano. El suelo debe estar suelto y húmedo, pero bien drenado. Lo ideal sería usar un sustrato específico para coníferas o mezclar corteza de pino compostada con musgo de turba.
Antes de la plantación conviene quitar las malas hierbas y las raíces en un radio de unos 60 cm. Una vez hecho esto, se puede comenzar a plantar siguiendo estos pasos:
- Cava un hoyo dos veces más profundo y ancho que el cepellón de la planta.
- Llena el agujero con un poco de turba y agua, y enriquece el suelo con compost fresco.
- Coloca la planta en el agujero dejando que la parte superior del cepellón sobresalga un poco.
- Tapa con tierra, aplana la superficie y riega.
- Para evitar que el agua se evapore, cubre la superficie con corteza de árbol.
Si quieres formar un seto denso, planta cada thuja a una distancia de 60 cm y a su vez, separadas de la valla otros 50 o 60 cm. Dispón las plantas en forma de zigzag en lugar de en línea para que se vea más natural.
Las variedades más adecuadas para hacer setos son la Thuja Smaragd y la occidentalis Brabant.
¿Dónde colocar el árbol de la vida?

Fuente: https://bit.ly/3hpNQ1v
El árbol de la vida es una conífera perennifolia que viven en regiones templadas, por lo que resisten bien el frío y las heladas, pero también el calor moderado. Aunque tolera bien la umbría, donde mejor se desarrolla es bajo el sol directo y en suelos que no se encharquen con facilidad.
Necesidades de riego y abono
Si acabas de plantar la thuja, debes regar bien sus raíces al menos dos veces a la semana. Una vez asentada, riega de 2 a 3 veces por semana en verano y cada 5 o 7 días el resto del año. En cualquier caso, hay que evitar el exceso de humedad ya que podría hacer que la planta se pudra.
En cuando al abonado, lo ideal es hacerlo durante la primavera y el verano, que es su temporada de mayor crecimiento. En función del tipo de abono, la periodicidad será de una vez a la semana, cada quince días o cada mes.
¿Cuándo podarlo?
La poda debe realizarse a principios de otoño, aunque las ramas verdes que desapunten se pueden ir recortando a menudo. Los ejemplares adultos apenas necesitan poda.