Qué es y cómo se mide el pH
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El pH de la tierra es un valor que indica el grado de acidez o alcalinidad de una solución, en este caso, la del suelo. Hablando en términos científicos, con esta unidad de medida se puede saber la cantidad de iones de hidrógeno libres presentes en el suelo, pudiendo clasificar al elemento que se analiza en una escala de valores que comprende desde valores muy ácidos hasta muy alcalinos, en medio de los cuales se hallan los neutros.
Rango óptimo de pH del suelo
La escala de pH se divide en 14 valores. El valor 7 corresponde a un pH neutro. Un pH por debajo de 7 es ácido y por encima de 7 es básico o alcalino.
El rango habitual del pH del suelo es de 4.0 a 8.0 pH. Pero los valores que favorecen una mejor absorción de nutrientes por parte de la mayoría de las plantas son los comprendidos entre 5,5 y 7.
El pH del suelo se puede corregir, pero solo se recomienda esta operación si los valores de pH del suelo son tan extremos -muy alcalinos o muy ácidos- que dificultan el desarrollo de las plantas. Para aumentarlo se agrega cal y para disminuirlo, materiales acidificantes (azufre, sulfato de hierro).
Hay que tener en cuenta que la lluvia y el nivel de contaminación del entorno influyen en el nivel de pH del suelo.
Por qué es importante el pH del suelo
El pH del suelo está considerado como uno de los principales factores que controla muchos de los procesos químicos que tienen lugar en el mismo. En función del pH, los nutrientes serán absorbidos de manera más o menos eficiente por las plantas, es decir, el estado de pH condiciona el tipo de plantas que mejor se adaptan a cada suelo.
Por lo tanto, aunque existen rangos de tolerancia (muchas especies de plantas pueden vivir entre diferentes valores), es muy importante conocer con la mayor exactitud posible el pH de un determinado suelo para poder establecer cuáles son los cultivos o plantas más adecuados para el mismo.
Cómo se mide
Existen diferentes métodos o maneras de medir el pH del suelo: con un pHmetro, con un kit para análisis del suelo o con tiras medidoras de pH como las utilizadas para el agua de las piscinas.
Cualquiera que sea el método empleado, lo primero que hay que hacer es tomar varias muestras de tierra de distintas partes del terreno y a distinta profundidad.
- Si se utiliza un pHmetro: las muestras recogidas, una vez limpias de restos de ramitas y hojas, se diluyen en un poco de agua destilada. Se agita la solución y se deja reposar el tiempo suficiente hasta que se asiente. Después se introduce el aparato en la solución y en un minuto proporcionará el valor del pH.
- Si se utiliza un kit: hay que seguir las instrucciones de muestreo dadas por el kit de prueba para obtener una muestra representativa del área en cuestión. Generalmente, un kit suele contener un paquete de polvo, una pipeta, tubos de ensayo, un comparador de colores y una tarjeta graduada.
- En el caso de utilizar tiras de pH: se hace lo mismo que con el pHmetro pero en lugar de introducir este aparato en la solución, se introduce una tirita. Se sumerge la tira unos 40 segundos, se retira y se deja secar. Finalmente, se compara la coloración con la tabla que viene en la caja.
El resultado obtenido proporciona un conocimiento más exacto del suelo que se pretende cultivar, permitiendo de esta manera optimizar la forma en que las plantas absorben los nutrientes.
Plantas para suelos ácidos y alcalinos
En suelos ácidos prosperan bien los rododendros, azaleas, camelias, hortensias, brezos, arándanos, gardenias, pieris japónica, fuchsias, madroños, etc., y árboles como los limoneros, manzanos, perales, melocotoneros, membrilleros, etc.
Entre las plantas que soportan bien suelos alcalinos se encuentran las anémonas pulsatilas, campánulas, syringas, dianthus, clemátides, etc. Y entre los árboles, los almendros, caquis, higueras, granados, etc.
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