Cómo mantener y mejorar una rocalla
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Si quieres conseguir un toque rústico y no tener que invertir mucho en su cuidado, la mejor opción es la rocalla, se trata de un tipo de jardín con plantas que son capaces de resistir en terrenos secos y con cambios de temperatura acusados. Te contamos cómo hacer y mantener una rocalla.
Preparar una rocalla
La rocalla es una buena opción para cultivar en terrenos rocosos, pedregosos y bastante secos. En ella podrás colocar distintas especies resistentes a la sequía como los cactus para dotar a tu jardín de una personalidad especial. Si quieres conseguirla debes seguir una serie de pasos para que esta se mantenga en las mejores condiciones.
Limpiar las hierbas
En primer lugar, será necesario que elimines las hierbas silvestres que haya en el lugar elegido. Este paso es el más necesario porque la aparición de estas puede resultar un gran problema para las plantas que se van a colocar en la rocalla. Retíralas todas y coloca una malla antihierbas antes de plantar para evitar que estas proliferen más adelante.
Terreno drenado
La rocalla está pensada para cultivar plantas en lugares en los que no hay mucha agua, por este motivo el terreno debe estar siempre bien drenado. Para ello puedes colocar sobre la tierra una capa de piedras que ayuden a que permanezca húmeda sin estar encharcada.
Diseñar la rocalla
Una vez preparada la superficie llega el momento de realizar el diseño del jardín. En primer lugar, elige dónde vas a colocar las piedras de mayor tamaño y dónde las plantas. Ten cuenta que cuando más irregular y ondulado sea el terreno, su diseño será más interesante.
La mejor opción para conseguir una buena rocalla es que realices un boceto en papel y lo sigas para colocar las plantas y las rocas tal y como lo has imaginado.
Coloca las piedras
La rocalla ya cuenta con una capa de piedras finas que le sirven como elemento de drenaje, pero ahora toca colocar el resto de elementos. En primer lugar, pon las piedras de mayor tamaño, es recomendable que las entierres a 2/3 de su volumen para que se mantengan asentadas en el terreno. Continúa con las piedras de menor tamaño hasta que hayas finalizado tu diseño.
Elegir la vegetación
A la hora de elegir la vegetación para la rocalla debes fijarte en las plantas autóctonas y el crecimiento natural de las mismas. Para realizar una buena elección nada mejor que acudir a un profesional de jardinería que pueda recomendarte las plantas que se adaptan mejor a las condiciones de clima y humedad. Otra opción, como ya hemos señalado, es la utilización de cactus que pueden crecer sin ningún tipo de problemas.
Cuidado de la rocalla
La colocación de una malla antihierbas te ayudará mucho en el mantenimiento de la rocalla, pero, además, serán necesario realizar otra serie de cuidados en esta zona del jardín.
Riego
Las plantas elegidas para la rocalla suelen necesitar poco riego, pero aun así es necesario que sigan unas pautas adecuadas. Estas deben ser regadas con moderación y difuminando el agua por toda la superficie de manera que no se erosione la tierra. La mejor opción en estos casos es instalar un riego por goteo, de esta forma te asegurarás de aportar el agua adecuada y no arrastrar la tierra.
Abonado
El abonado es esencial para conseguir una buena rocalla, será necesario que realices esta labor en los meses de primavera y verano. Deberás usar abonos orgánicos específicos para que las plantas tengan todos los nutrientes que necesitan.
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