5 razones para montar un jardín zen ya
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La naturaleza de un jardín zen es muy especial, se aleja del concepto de plantas, árboles y flores que precisan de cuidados y atención. A cambio los también denominados jardines secos se conforman de rocas y grava principalmente piedras decorativas, además de agua.
Por qué hacer un jardín zen
Hace varias temporadas que los jardines zen llegaron para quedarse y aunque al principio se veían como una curiosidad oriental, hoy se han incorporado al paisaje de occidente e incluso, se han reinterpretado y adaptado, pero sin perder su esencia y personalidad. Si buscas razones para lanzarte y montar tu propio paisaje zen en casa aquí tienes las 5 principales.
Los jardines secos son bonitos
Antes de que la cultura oriental triunfara en occidente, la estética de un jardín zen podía no entenderse. La expectativa de montar un espacio natural seco no suena muy atractiva, cuando además, se descubre que se emplean piedras, rocas y grava fundamentalmente la percepción no mejora.
El mayor logro de un jardín zen es la combinación de elementos que si bien de forma aislada pueden parecer poco interesantes, combinados bajo la paisajística zen conforman un escenario increíblemente bello. La geometría y las formas curvas en las que se disponen este tipo de espacios resultan bonitas a la vista, equilibradas y perfectamente ensambladas en un lugar preciso.
Los jardines japoneses no precisan atención constante
Son muchos los que eligen un jardín zen por su facilidad de mantenimiento y cuidado. Son ideales en casas por ejemplo de vacaciones o segundas residencias, pues no exigen estar a menudo pendiente de riego o poda como ocurre con un jardín más tradicional.
Montar un jardín zen precisa un diseño atractivo y adecuado al espacio del que dispongas y a tus gustos, pero dado que la presencia de plantas es bastante limitada y muy puntual no necesitas contar con dotes de jardinería. Las rocas y el agua son los protagonistas en los jardines japoneses.
Se adaptan a cualquier climatología
Zonas de temperaturas extremas, espacios sombríos o regiones con demasiadas lluvias o muy secas… Es una condición poco importante a la hora de montar un jardín zen. Las piedras y la grava no se ven alteradas ni por el viento, ni por el sol ni por nevadas continuas. Por el contrario, el jardín zen te permitirá disfrutar todo el año de su belleza, ofreciéndote ambientes siempre equilibrados donde los fenómenos atmosféricos lejos de estropearlos, los embellecerán dotándolos de personalidad única.
No te preocupes por las condiciones climatológicas de tu zona, siempre un jardín japonés estará perfecto: con o sin lluvia. Ni siquiera el tipo de tierra de la que puedas dotarle va a importar ni influir.
Invitan a la reflexión y la meditación: un oasis
Durante siglos los monjes budistas han encontrado en los jardines zen el espacio propicio para la meditación y la reflexión. La forma de organizar el espacio, el tipo de elementos, los colores… todo en el universo zen está pensado para proporcionar máxima calma y colaborar en la reflexión personal.
Contar con un jardín japones en casa permite tener un espacio de referencia al que recurrir tanto si eres aficionado al midfulness como si estás buscando recursos para huir del estrés cotidiano. La observación de este oasis de tranquilidad facilita momentos de relax, según garantizan todos los expertos en este tipo de terapias.
Son versátiles
Una de las razones por las que los jardines zen llegaron como moda a occidente, pero se han quedado ya como un recurso más paisajístico y/o de decoración de interiores es su versatilidad, que le permite adaptarse a cualquier tipo de vivienda. La instalación puede hacerse de interior y/o exterior.
No importa si tu casa es grande, pequeña, si vives solo, compartes, tienes familia… Tampoco te preocupes por tu estilo, los jardines zen pueden proyectarse dentro de hogares clásicos, modernos… aunque es cierto que combinan especialmente bien en ambientes de tipo minimalista, pero son capaces de adaptarse y lucir en cualquier caso.
Montar un jardín zen siempre es una buena idea, sea cual sea tu casa o circunstancias, en todo caso si se trata de un gran espacio exterior lo más recomendable es que busques asesoramiento profesional para proyectar un espacio perfecto. Si solo quieres probar con un pequeño reducto dentro de un piso, decántate por los mini jardines zen que puedes comprar ya montados y solo necesitan un lugar donde instalarlos.
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