PH y cloro en las piscinas: cómo controlarlo
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Controlar en todo momento el cloro y el pH de una piscina es fundamental para asegurar que el agua se mantenga en condiciones idóneas para el baño. Dado que, durante su uso, el contenido de este compartimento va disminuyendo y aumentando constantemente, es necesario regular los niveles anteriores de forma periódica.
El cloro es un elemento químico que juega un papel muy importante en la desinfección del agua. Su cometido es eliminar las bacterias y otros gérmenes que fomentan la aparición de moho y algas.
Por su parte, el pH es el parámetro que mide la acidez del agua. La escala de este valor se sitúa entre 0 y 14 dependiendo del efecto de los productos químicos utilizados. Además, los niveles de pH que se alejan de lo habitual influyen de manera negativa en el poder bactericida del cloro.
¿Cuáles son los niveles correctos de pH y cloro en una piscina?
Los niveles de pH y cloro en las piscinas públicas están regulados por cada comunidad autónoma para unificar los criterios y garantizar unas condiciones de salubridad adecuadas. En el caso de los espacios particulares no aplica ninguna normativa, pero se pueden seguir una serie de recomendaciones:
- El nivel óptimo de pH varía entre 7 y 7,4. Entre estos valores es posible mantener un nivel purificador del cloro aceptable, siendo apto para el baño sin correr ningún riesgo. Cuando el pH se encuentra por debajo de dicha cifra, el agua es más ácida, con los consiguientes efectos para la salud, como irritaciones en la piel y los ojos. Por otro lado, si el pH se sitúa por encima de 8, se reduce la eficacia del cloro. Para calcular la cantidad de cloro deberás saber el número de metros cúbicos de la piscina.
- El nivel recomendado de cloro se sitúa entre 0,4 y 1 mg/litro. Si no se controla la cantidad de este producto químico en el agua, puede resultar perjudicial para las personas. Un exceso de cloro provoca enrojecimiento en los ojos, molestias en la piel e incluso quemaduras. En caso contrario, es posible contagiarse de posibles microorganismos que se encuentren en el agua y que no han sido eliminados por un nivel de cloro muy bajo.
¿Cómo medir el pH y el cloro de una piscina?
Para disfrutar de una piscina en perfectas condiciones es necesario controlar los niveles de pH y cloro cada cierto tiempo. Mantener un agua libre de organismos perjudiciales para la salud se consigue analizando estos parámetros a través de alguno de los siguientes sistemas:
Tiras analíticas de pH y cloro
Se trata de unos test muy prácticos que incorporan una escala de colores. Simplemente añadiendo unas gotas del agua de la piscina, ofrece el resultado de los niveles. Este utensilio muestra cuáles son los valores adecuados, por lo que no es necesario memorizar las cifras exactas.
Analizador digital
Se trata de un aparato que funciona de la misma manera que la opción anterior. Su precio de adquisición es superior, pero controla los parámetros de la piscina de una forma más precisa.
Analizador con reactivo líquido
Este sistema también se puede encontrar en pastillas. En cualquier caso, tan solo es necesario tomar una muestra del agua y añadir el líquido o el comprimido. Se mezcla todo y después de unos segundos, el conjunto adopta un color concreto que se debe comparar con la tabla que incluye el analizador.
Es aconsejable comprobar el pH y el cloro de la piscina, al menos, una vez a la semana. Durante las épocas de máximo calor, se debe reducir la frecuencia, ya que las altas temperaturas originan la evaporación de los diferentes componentes.
De esta forma, es posible disfrutar sin ningún riesgo de un refrescante chapuzón. No obstante, para proteger toda la vivienda, incluida la piscina, es importante comprobar que el Seguro de Hogar MAPFRE incluye las coberturas necesarias para tener la máxima tranquilidad.
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