Cómo regar las lechugas
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Cultivar lechugas es una de las tareas más sencillas, con la que podrás obtener un resultado sumamente gratificante, sano y fresco. Este vegetal no necesita demasiados cuidados, únicamente es preciso prestar una especial atención al riego de las lechugas. A continuación te explicamos cuáles son las condiciones idóneas para el cultivo y el riego de esta hortaliza.
¿Qué variedades de lechugas hay?
Las lechugas que plantes en tu huerto pueden depender del tipo de semillas que tengas disponible o bien de tus gustos personales. Aunque hay cierta variación entre ellas y algunas tienen ciertas exigencias de suelo distintas de otras, a rasgos generales no hay gran diferencia entre la forma de cultivar unas y otras.
Las lechugas más conocidas son las de tipo Batavia, Trocadero y la clásica Romana. También tiene mucha prédica la Iceberg, si bien cuenta igualmente con muchos detractores por su gusto neutro y textura muy crujiente. No tan difundidas, pero excelentes al paladar son las Hojas de Roble, las Butterhead y la siempre delicada lechuga Simpson. Y si uno busca originalidad -en España, pero no en Italia donde son muy comunes- siempre puede probar con la Achicoria Roja o el Lollo Rosso, entre las más de 1.000 opciones posibles.
¿Cuál es el suelo que necesitan las lechugas?
Según la época de cultivo, estos vegetales necesitarán un tipo de suelo u otro. En primavera los suelos más adecuados son los arenosos, ya que al calentarse con más rapidez se consiguen cosechas más tempranas. En verano, será preciso contar con un suelo que aproveche los recursos hídricos y que aceleren el crecimiento de las plantas. Si nos encontramos en la época de otoño, los suelos francos son perfectos, ya que enfrían despacio la superficie.
A la hora de sembrar lechugas, es importante que tengas en cuenta que son preferibles las temperaturas frías antes que las altas. Tanto es así, que este vegetal puede llegar a soportar hasta -6º, aunque no más de 30º. Además, también te resultará de gran utilidad contar con la siguiente información:
- Las lechugas necesitan sentir la diferencia de temperatura entre la noche y el día.
- Durante su crecimiento, es recomendable tener el suelo a una temperatura que oscile entre 14º-18º de día y entre 5º-8º por la noche.
- En la época de acogollado, la temperatura debe ser inferior: 12º de día y 3º-5º durante la noche.
- En el caso de que observes un tono rojizo en sus hojas, puede ser causa de las bajas temperaturas.
¿Cómo regar las lechugas?
Recuerda que la humedad relativa del ambiente debe estar entre el 60 y el 80%. Además, dado que su raíz es muy pequeña en comparación con las hojas, la lechuga es especialmente susceptible a la ausencia de agua, por lo que deberemos seguir al pie de la letra todos los consejos respecto a su riego.
- El riego por goteo es el más indicado, ya que no provoca excesos de agua y mantiene la humedad en niveles adecuados.
- Sin embargo, no optes por el riego por aspersión o manguera para que la planta no se queme por la acción de los rayos del sol.
- Si el cultivo se realiza en caballones, el agua mantendrá siempre húmeda la raíz y la parte aérea se conservará seca. Debes evitar en la medida de lo posible que aparezca podredumbre en el cuello de la planta y para ello es recomendable regar con pocas cantidades de agua y a menudo.
Conociendo cómo se debe realizar el riego de las lechugas, sólo tienes que decidirte por la variedad que vas a plantar y encontrar formas interesantes de consumirla, más allá de la ensalada convencional. Si te acompaña el éxito, tal vez quieras animarte con otras hortalizas.
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