Suelos de exterior para tu terraza
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Al elegir el material de los suelos para exterior se debe tener en cuenta el aspecto decorativo, la estética y la armonía con el entorno, que nos proporcione un ambiente acogedor y agradable; pero también, el rendimiento y las prestaciones.
No hay que olvidar que se trata de un pavimento que va a sufrir los rigores del clima (calor, frío, humedad, sequedad, heladas, etc.) y de los agentes atmosféricos (sol, lluvia, nieve, granizo, etc.), por lo que hay que elegir uno que sea resistente a la intemperie, impermeable, antideslizante y duradero, puesto que son obras que no se hacen todos los días.
Otro aspecto importante es el coste, en el que hay que incluir no solo el importe del propio material, sino su transporte e instalación, sin olvidar los trabajos y su posterior mantenimiento, que puede conllevar grandes diferencias según el tipo de material elegido.
Tipos de suelos para exterior
Existen muchos tipos de materiales para pavimentar suelos de exterior, cada uno de ellos con sus propias características, modelos y precios. Los más habituales o populares son los siguientes:
La madera
La madera es un material noble, elegante, de gran belleza, que proporciona ambientes cálidos y acogedores. Combina perfectamente con cualquier tipo de decoración. Suelen utilizarse variedades tropicales como la teca o el iroco, por su mayor resistencia a la humedad, pero su precio es considerablemente más elevado que el de otras maderas nacionales.
Está disponible en formato de losetas cuadradas o en lamas que admiten distintas composiciones geométricas al gusto de cada uno. Su instalación es sencilla para cualquier aficionado al bricolaje.
El principal inconveniente de este tipo de suelo es el mantenimiento. Al ser un material vivo y estar expuesto a los elementos, su aspecto va cambiando con el tiempo.
Para que conserve su aspecto original, necesita un tratamiento un par de veces al año con aceites especiales que lo protejan de dichos elementos, hongos, o insectos.
Las baldosas cerámicas
Los pavimentos de baldosa cerámicas son una de las mejores opciones para solar una terraza debido a las múltiples cualidades que posee este material: resistencia a los cambios de temperatura, impermeabilidad, fácil mantenimiento, estética de sus diseños, inalterabilidad y moderado precio.
Existen distintos tipos de cerámica, cada uno con sus características peculiares. Los suelos de barro o terracota son perfectos para terrazas de estilo rústico, pero se manchan fácilmente por lo que requieren un tratamiento protector.
Existen una gran variedad de diseños y tamaños que imitan otros materiales como la madera, el hormigón, la piedra natural y otras texturas.
En el caso de decidirse por baldosas cerámicas, es mejor elegir un suelo menos poroso y resistente como el gres porcelánico. Además, es antideslizante y antihielo.
La piedra natural
La piedra natural (baldosas de pizarra o cuarcita, adoquines de granito o lanchas naturales) es un material de gran belleza rústica que, al mismo tiempo, resulta elegante.
Los suelos de piedra natural resultan cálidos, son resistentes a las inclemencias del tiempo y resisten mucho más. Los más habituales son los de pizarra o cuarcita. Su mantenimiento es sencillo.
Sin embargo, no se suele utilizar mucho para suelos de terrazas porque es un material muy pesado; su colocación no resulta fácil debido a sus irregularidades; y, además, como absorbe mucho el calor, se calienta en exceso, lo cual complica mucho el poder andar descalzo sin quemarse.
Composite
Para quienes les gustaría poder disfrutar de un elegante, cálido y acogedor suelo de madera en su terraza, pero han descartado este material porque su terraza se encuentra en una zona húmeda o excesivamente expuesta a los agentes atmosféricos, existen los suelos de composite.
Este es un material relativamente moderno que se fabrica con resinas sintéticas combinadas con otros materiales como madera reciclada. El resultado es un suelo cálido y bello que imita la apariencia y la textura de la madera, perfecto para soportar sin deformarse ni agrietarse las agresiones del medio ambiente.
Se fabrica en distintos formatos y tonalidades. Tiene las mismas cualidades que la madera, pero no sus inconvenientes, entre ellos, el mantenimiento, puesto que no necesita prácticamente ninguno. Es sencillo de instalar.
Aparte de los materiales mencionados, existen muchas otras posibilidades para solar una terraza como los suelos de microcemento, el césped artificial, las losetas vinílicas, etc., que también pueden dar excelentes resultados dependiendo del ambiente en el que se instalen y del efecto decorativo que se pretenda conseguir.
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