Tipos de áridos para el jardín

Tipos de áridos para el jardín
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Este año te has decidido a disfrutar en tu jardín de las grandes ventajas de las piedras para jardín, pero ahora toca conocer y elegir entre los distintos tipos de áridos para el jardín el que más se adapte a tus necesidades, funciones y tipo de jardín.

Resumen del contenido

  1. Bolos
  2. Cantos rodados
  3. Grava de jardín
  4. Rocallas

Las piedras o áridos para el jardín son una solución llena de pros. Entre sus virtudes se encuentran que son fáciles de mantener, de instalar, ayudan al mantenimiento del jardín, economizan en agua y en trabajo de jardinería y son ideales para diseñar y delimitar espacios dentro de los jardines. Además, existe en el mercado una gran variedad de tipos de áridos para el jardín para que te decantes por el más adecuado para tu espacio.

Los diferentes tipos de áridos para jardines son cada día más y más variados, debido a que en los últimos años se han impuesto como un must en el diseño y decoración de jardines y espacios naturales, por lo que puedes encontrar una gran variedad de alternativas tanto en estilo, color, tamaño y presupuesto.

Bolos

Este tipo de piedra decorativa especial para jardines y espacios exteriores se denomina bolo por su mayor tamaño y su forma que recuerda a la de los bolos, además de su color más habitual que es el blanco. Es de uso común en grandes extensiones naturales y en diseños de exteriores naturales de gran tamaño donde son los encargados, los bolos, de delimitar espacios.

Los bolos son pesados de manipular por su tamaño, aunque, como son de bordes redondeados y bien pulidos, puedes trabajar con ellos con bastante seguridad y sin mucha protección. Lo más habitual es utilizar bolos para delimitar o separar, por ejemplo, diferentes tipos de gravas en usos ornamentales y decorativos como jardines, cascadas, acuarios o estanques, entre otros.

Cantos rodados

Se pueden usar sobre el suelo en grandes extensiones o en pequeños espacios, incluso sobre macetas o para marcar terrenos alrededor de un árbol o planta concreta, por ejemplo. El uso de los cantos rodados tampoco se limita solo al exterior, porque también puedes utilizarlos para crear pequeños espacios naturales dentro de tu hogar o para jarrones o recipientes con plantas de interior.

Los cantos rodados son de formas suaves y redondeadas por lo que pueden colocarse como suelo en espacios de paso, pueden pisarse con comodidad, lo que hace que a menudo sean la base perfecta para caminos y senderos de jardín. Lo habitual es que las encuentres en sacos de, al menos, 20 kilos.

Grava de jardín

Es el árido preferido por los diseñadores de jardines por su variedad de colores y texturas, la grava de jardín puedes encontrarla en tonos rosa, blanco, tierra, así como diversas combinaciones… y en diferentes grosores, según prefieras. La grava de jardín se elabora triturando piedra natural y es habitual verla en rotondas, jardines, senderos… en muchos y muy variados espacios exteriores, la grava es un recurso ideal.

La grava es mucho más pequeña y rugosa que otros tipos de áridos por lo que no suele utilizarse en zonas de paso, ya que puede resultar poco cómoda por sus aristas e irregularidades, y al tacto resulta, además, árida. Sin embargo, decorativamente, es la mejor opción para crear diseños originales, incluso artísticos.

Rocallas

Dentro de los áridos para jardín, las rocallas pertenecen como los bolos a los tamaños más grandes. Las rocallas, sin embargo, a diferencia de los bolos son de color menos puro y en general, oscuro -tonos grises- , además presenta desigualdades en su superficie: hendiduras, agujeros… Son piedras calizas que han sufrido los efectos de la erosión y que por ello, lucen irregulares, rugosas y áridas.

Las rocallas se usan muy a menudo para delimitar jardines o zonas de ellos, para formar una especie de pequeña valla alrededor de zonas de flores o plantas más delicadas para protegerlas del paso o de que sean pisadas, por ejemplo. Separan conjuntos de plantas de forma muy eficiente componiendo un perímetro en forma de muro o borde.

Todos estos tipos de áridos para el jardín no necesitan ningún mantenimiento ni limpieza, ni riego, por lo que resultan totalmente recomendables para disfrutar de jardines que te exigirán muy poco trabajo y un gasto mínimo. La adecuación del tipo de árido a tu jardín es esencial para que obtengas el máximo beneficio, igual que al elegir entre las pólizas de Seguro de Hogar MAPFRE debes también seleccionar la que se ajuste a tus necesidades y las de tu hogar.


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