Abona tus plantas con productos caseros

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Si nos gusta ser ecologistas y optamos siempre por consumir pocos productos químicos, seguro que nos gustaría serlo también con nuestras plantas.

LO QUE DEBES SABER…
  • Abonos caseros para plantas: una buena opción es utilizar restos orgánicos de podas, hojas secas, cáscaras de huevo, peladuras de verduras y frutas, etc.
  • Otros tipos de abonos caseros: podemos usar agua de cocción, agua de la pecera o bolsas de té.
  • Abono casero orgánico: habrá que dejarlo reposar al menos dos meses en un lugar cálido, sin sol directo y sin viento.

Si elaboramos nuestros propios abonos, además del beneficio natural obtendremos un beneficio económico, porque ahorraremos reutilizando. Hoy vamos a dar varias propuestas para abonar nuestras plantas con productos caseros.

Consejos para abonar plantas de forma casera

Podemos elaborar un abono ecológico con algunos restos orgánicos, de podas y algo de tierra; o podemos añadir ciertas sobras de alimentos directamente a la planta. Para esta segunda opción siempre debemos humedecer la tierra antes de iniciar el abonado.

La cáscara de huevo y el agua de su cocción añadidos directamente en la tierra son excelentes nutrientes. Otra agua de cocción, en este caso de verduras, es de gran ayuda para el crecimiento de las plantas, eso sí, sin sal o especias.

Diluir café en agua o utilizar los posos y dejarlos reposar durante un día para después regar con este líquido, aportará a la planta nitrógeno, fósforo, potasio y cobre. Este método debe usarse solo de vez en cuando.

Una bolsa de té enterrada en el sustrato aportará nutrientes, así como el agua de las peceras. Los clavos (especia) introducidos en la tierra de la planta aumentarán el hierro, algo excelente para la época de floración.

Abono orgánico casero

Para elaborar abono orgánico casero utilizaremos un recipiente a modo de compostador al que haremos orificios en el fondo y en los laterales.

Iremos creando capas de elementos orgánicos iniciando el proceso con restos de poda, después restos orgánicos de peladuras y cáscaras de verduras, frutas y huevos, e incluso huesos molidos. Todo esto deberá triturarse bien para una mayor calidad en el resultado del abono.

Es conveniente que la mezcla se componga de restos verdes y secos para que haya equilibrio entre nitrógeno y carbono. La ubicación adecuada para el recipiente es en lugares cálidos pero sin sol directo y protegidos del viento. Habrá que tapar el compostador con tela y si metemos lombrices harán un buen trabajo de aireación. Hay que regarlo con cierta frecuencia para asegurar la descomposición.

El abono estará listo en dos o tres meses si iniciamos el proceso en verano, o cinco meses si lo iniciamos en invierno.

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