Cómo cuidar un naranjo chino
El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de diez años investigando y publicando artículos relacionados con el mundo del hogar, con temáticas como bricolaje, recetas de cocina y limpieza del hogar, entre otras.
No te pierdas todos nuestros consejos y guías para hacer de tu casa el hogar con el que siempre has soñado.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus tareas diarias.
El naranjo chino, también conocido como Calamondín, es un arbolito originario de China, de la familia de los naranjos, resultado de una hibridación entre mandarino y kumquat. Su tallo es robusto con tendencia a la verticalidad, por lo que necesita guías. Tiene una densa copa. Sus hojas son pequeñas y elípticas, con los pecíolos estrechamente alados. Sus flores son blancas y con un delicioso aroma, lo que las hace ideales para una terraza, cerca de un lugar de descanso. Su fruto es más pequeño que una naranja, con la piel muy fina, de color naranja-rojizo. Su pulpa es comestible, pero muy ácida.
Plantación del naranjo chino
Se puede adquirir en un vivero como un pequeño arbolito, cuyo tamaño dependerá del precio que quieras pagar por él. Otra alternativa más económica, pero que requiere más paciencia, es adquirir sus semillas, plantarlas y esperar a que germinen.
El naranjo chino es una especie ornamental que se puede cultivar en el suelo del jardín, donde puede alcanzar los cuatro metros, o en macetas y jardineras para balcones y terrazas o directamente, también, como planta de interior. Si no se quiere que crezcan mucho, es mejor plantarlos en macetas o jardineras, previendo un buen drenaje, y que estas sean lo suficientemente profundas y grandes para que las raíces se puedan desarrollar adecuadamente. Cada dos años, en primavera o en otoño, cuando las temperaturas sean suaves, es conveniente cambiarlo de maceta.
La mejor ubicación para el naranjo chino
La mejor exposición del naranjo chino para que se desarrolle adecuadamente es a pleno sol, como ocurre con la gran mayoría de los cítricos, si bien tolera las zonas a media sombra si tienen buena temperatura.
Si está en el interior o en una zona cubierta, hay que procurar que no le dé directamente el sol, menos aún a través de vidrios o cristales, para evitarle quemaduras. Es recomendable situarlo en un espacio abierto, y si el lugar donde está carece de luz natural, puede ser necesario aplicarle luz artificial.
El naranjo chino, como le ocurre a la mayoría de los cítricos, no necesita un suelo excesivamente fértil. La tierra debe mantener la humedad, pero hay que evitar los encharcamientos. Para ello, al plantar es recomendable poner en el suelo algún tipo de material de drenaje que favorezca la filtración correcta del agua. Si se va a cultivar en maceta o jardinera, poner gravilla o piedras, por la misma razón.
Naranjo chino: un árbol muy resistente
Es un árbol muy resistente al frío y altamente productivo. Una vez establecidos, después del primer año, son muy resistentes y pueden soportar heladas de hasta -10ºC.
Riego abundante, pero con drenaje
Respecto al riego, los naranjos chinos necesitan mucha agua, pero, como se ha dicho antes, el suelo tiene que tener un buen drenaje para evitar que se pudran las raíces.
Hay que comprobar asiduamente el estado de humedad de la tierra y regar cuando se observe que empieza a estar seca.
La frecuencia de riego dependerá de la temperatura ambiente. Si está en maceta, dos o tres veces por semana en periodo estival y una o dos el resto del año, estaría bien. Si está plantado en el jardín, será suficiente con una vez por semana. Si tiene un buen riego y un buen drenaje, produce fruto en abundancia.
Abonado especial para cítricos
Para alimentar y fertilizar la tierra se debe utilizar un abono de acción lenta especial para cítricos a principios de la primavera. Posteriormente, en la época de cultivo, es conveniente abonarlos con un fertilizante líquido una vez al mes.
Los fertilizantes más aconsejables son los especiales para cítricos, la emulsión de pescado y el fertilizante de algas. En verano, es conveniente abonarlo con productos ricos en nitrógeno, y en invierno, con otros ricos en hierro y zinc.
Enfermedades y plagas comunes en el naranjo chino
Una de las enfermedades más frecuentes del naranjo chino es la clorosis férrica, que provoca que las hojas se vuelvan amarillentas por la falta de hierro en su sustrato. Aplicaciones de quelato de hierro serán muy útiles para prevenir esta deficiencia.
El ataque de pulgones pude constituir un problema para el naranjo chino. Para eliminarlos utilizar un producto ecológico y respetuoso con el medio ambiente, como el aceite de Neem, que sirve tanto de repelente como de insecticida de contacto. Tiene además efecto sistémico gracias a su principio activo (azadiractina). Además del pulgón, combate también otras plagas como araña roja, mosca blanca o cochinilla sin perjudicar a otros insectos beneficiosos.
¿Cuándo se poda el naranjo chino?
El naranjo chino no necesita podas, pero si se requiere aplicar la técnica de bonsái, hay que podarlo al final de invierno, antes de que se reanude el crecimiento.
Para completar todos los cuidados de tu casa, el Seguro de Hogar MAPFRE cuenta con coberturas que, además de proteger tu vivienda, también garantizan el buen estado de tu jardín.
Comentarios (0)