Consejos y trucos para regar las plantas en vacaciones
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Si eres uno de los muchos que se pregunta cómo puedes regar las plantas en vacaciones, te interesa saber que existen soluciones en el mercado que nos permiten mantener el riego incluso cuando no estamos. Pero si no quieres hacer un gran desembolso económico, cuentas también con algunos trucos caseros para que tus plantas sigan recibiendo el suministro necesario sin que resulta un riego excesivo.
Antes de nada, observa qué zona de tu casa es la más sombría y lleva allí tus macetas. Cuanto menos sol y calor reciban, menos necesidad de agua tendrán. Si vas a estar mucho tiempo fuera, cortar los brotes, flores y frutos de las mismas y así ahorrarás agua.
Métodos para regar las plantas en vacaciones
Aspersores, difusores y goteo
Si tus plantas están en un jardín, terraza o balcón, la solución para regarlas es bastante fácil. Sólo necesitamos de un grifo para conectar en él algún sistema de riego automático. Éste pueden ser aspersores, difusores, o riego por goteo. La clave está en encontrar la solución más efectiva según la cantidad de plantas que tengas y las dimensiones y distribución de las mismas.
Si no tienes un enchufe exterior para conectar el programador, puedes optar por instalar uno que funcione con pilas. Los tienes de todo tipo, desde los más complejos a los más sencillos. Si no quieres complicaciones, opta por un programador que lleve la electroválvula incorporada y que se conecte directamente al grifo.
Hidrojardineras
Se trata de macetas y jardineras con un depósito de agua aislado en el fondo de las mismas que hace que el riego pase a la planta poco a poco por el principio de capilaridad. El agua almacenada suele durar de dos a seis semanas, depende de las dimensiones del recipiente y de la temperatura ambiente. No es bueno dejar que se vacíe por completo ni que haya más agua de la cuenta. Lo ideal es que el agua esté entre los márgenes recomendados en la propia maceta.
Hacer una hidrojardinera casera es muy fácil. Sólo tienes que llenar el fondo de la misma con gravilla y después, añadir la tierra (y la planta).
Esta es una opción muy recomendable para nuestras plantas de interior durante todo el año, y no sólo el verano, ya que crecerán correctamente regadas sin que tengas que dedicarles demasiado tiempo.
Conos de arcilla
Estos conos poseen una abertura en la que se pueden enroscar botellas de plástico de varios tamaños gracias a su adaptador. Para usarlos, hay que clavarlos en la tierra y, a través de su superficie porosa, irá suministrando el agua poco a poco a la planta. Con una botella de dos litros tendremos suficiente para regar durante unas vacaciones de quince días aproximadamente.
Estos conos poseen un código de colores que indican el grado de porosidad del material para adquirir el que más se ajuste a las necesidades de nuestras plantas: cuanto más poroso sea, más rápido suministrará el agua.
Otra opción más efectiva que los conos pero con el mismo mecanismo son los pinchos de plástico. Estos tienen también un extremo para enroscar la botella y que vaya soltando el agua por goteo poco a poco.
Agua gelificada
El agua gelificada no es más que una sustancia que posee la facultad de retener gran cantidad de agua adoptando la forma de gel para, posteriormente, suministrarla poco a poco a las plantas. Suele venir en forma de pequeñas bolitas ya hidratadas, aunque también se puede encontrar el producto en seco.
Trucos caseros para regar las plantas
Si lo prefieres, puedes decantarte por hacer tú mismo el sistema de riego. No es difícil y los resultados son casi idénticos. Eso sí, no olvides probar tus inventos antes de irte de vacaciones.
La botella de plástico
Es la que más posibilidades brinda a la hora de idear un sistema de riego casero. Calienta un alfiler y pincha con él el tapón de la botella de manera que quede un agujero milimétrico. Coloca la botella boca abajo sobre la maceta. Así, irán cayendo gotas poco a poco y la tierra permanecerá húmeda. Si necesitas que las gotas caigan más despacio, obstaculiza su salida con un trozo de tela que deberás poner en el cuello de la botella antes de enroscar el tapón.
El cordón de algodón
Entierra en la maceta el extremo de un cordón de algodón y sumerge el otro extremo en un recipiente con agua. Así, el agua será conducida hasta el sustrato por el principio de capilaridad. Si no tienes una cuerda, una bayeta absorbente puede ser un buen sustituto.
Recipiente de agua
Vierte agua en un recipiente que sea más grande que la maceta. A veces puede resultar útil usar la bañera. Introduce un objeto poroso (como por ejemplo, el propio plato de barro de la maceta colocado al revés), y sobre ese objeto pon la maceta.
Efecto invernadero
Clava unas varillas o palillos chinos en la tierra de la maceta que sean más altos que la propia planta. Envuélvelo todo con una bolsa de plástico y fíjala con la goma. Revisa que la bolsa no toque las hojas en ningún momento. Riega un poco la planta y, ese mismo agua, se evaporará quedando adherido a las paredes de la bolsa hasta que, debido a la condensación, caiga de nuevo sobre la planta.
Con estos trucos, regar las plantas en vacaciones dejará de ser un problema y a tu vuelta seguirán radiantes. Y para que tú casa quede protegida también cuando tú no estás, cuenta con el Seguro de Hogar MAPFRE.
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