La aralia o fatsia, un arbusto de interior
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Dado su origen, su nombre científico es fatsia japónica, aunque todo el mundo la conoce como aralia o fatsia a secas.
Características de este arbusto de interior
La aralia japónica puede alcanzar hasta el metro de altura si la tienes cultivada en una maceta. Si tu propósito es tenerla en jardín, podría llegar a medir entre 2 y 4 metros de altura. Aunque habrá que tener cuidado, ya que la aralia crece muy rápido, así que en un año puede llegar a doblar su altura fácilmente.
La fatsia japónica es un arbusto que tiene las hojas bastantes grandes, gruesas, palmeadas y de un verde vivo y brillante. Sus flores son pequeñas y blancas con frutos negros. Se puede tener en el interior pero cabe recordar que es un arbusto y con la ventaja además de que es una planta muy resistente. Así que da un poco igual si la quieres tener dentro de casa o en el exterior.
Cuidados de la fatsia o aralia
Al ser la aralia una planta resistente y de fácil cultivo, no es de extrañar que en muchos portales y patios encuentres ejemplares de este arbusto. Si la cultivas en el exterior, procura que esté en zonas de sombra, ya que el sol puede llegar a dañar sus hojas.
Si prefieres tenerla en el interior, colócala en un lugar luminoso pero en semisombra. La tierra que utilizarás es un sustrato normal, sin más. Para el riego, con un par de veces a la semana en verano y una a la semana en invierno, será más que suficiente. El objetivo es mantener el sustrato húmedo. Puedes abonarla con fertilizante líquido una vez al mes.
Cuando llegue el frío prueba a ponerle acolchado alrededor de los tallos para que las raíces estén protegidas del mal tiempo. Si no quieres ponerle acolchado, también puedes optar por colocarle una cubierta de plástico y algo de turba en la base.
A la fatsia no hace falta que le practiques ninguna poda, solo tendrás que fumigar el arbusto contra la cochinilla al menos una vez al mes.
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