Cuidados de las gerberas: ¡Trucos y recomendaciones!
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Las gerberas son uno de los tipos de margaritas más usados por los floristas para hacer ramos de flores. Son vistosas, de gran tamaño y se pueden encontrar en muchos colores diferentes, y aunque en un ramo de flores suelen tener una duración prolongada antes de marchitarse, si las cultivas por ti mismo en casa, durarán mucho más.
La floración de esta planta suele ser en primavera y verano. Sin embargo, con algunos cuidados extra, las flores pueden desarrollarse en cualquier época del año.
Ideales para tener en cualquier tipo de ambiente, son plantas de interior y de exterior con pocas exigencias.
¿Qué son las gerberas?
La gerbera es una planta ornamental que procede del sur de África, y pertenece a la familia de las compuestas Asteraceae. Aunque muy parecidas, existen casi 40 tipos de especies, con una característica en común: son flores muy grandes de vivos colores.
En viveros e invernaderos se suelen encontrar especies típicas como la Gerbera jamesonii, Gerbera viridifolia, y el cruce de ambas que da unas flores más grandes y resistentes.
La llamada margarita africana es una flor que crece en forma de roseta, que puede encontrarse en una gran gama de colores como rojo, naranja, rosa, amarillo o blanco.
¿Dónde cultivar gerberas?
Las plantas de la gerbera suelen crecer de manera natural en climas fríos, pero con ambiente soleado. Las flores no soportan el sol directo sobre ellas, pero sí necesitan estar en un lugar despejado dónde reciban bastante luz.
Cultivar gerberas en casa no es tarea sencilla. Esta planta necesita unas condiciones de temperatura y sol adecuadas, además de un riego y abono especial para que no se marchiten.
Lo ideal es plantar las semillas usando un semillero o trasplantando las plántulas o esquejes a una maceta, a finales de mayo para que comiencen a florecer a finales del mes de agosto.
Cultivo de gerberas en maceta
Las macetas para trasplantar los esquejes de margarita gerbera deben tener al menos 12 cm de diámetro, con un cuerpo alto para que las raíces tengan espacio suficiente.
Coloca la maceta en un lugar soleado y ventilado dentro de tu casa, girándola cada día para que reciba la misma cantidad de luz por todas partes.
Cultivo de gerberas en suelo
Si decides cultivar gerberas en tu jardín, usa un semillero para obtener las plántulas que podrás pasar al suelo en primavera. Remueve bien la tierra antes de plantar para oxigenarla, añadiendo sustrato para que las raíces crezcan fuertes. Escoge un lugar del jardín dónde no dé sol directo, pero en el que haya suficiente luz para tus plantas.
Cuidados necesarios para las gerberas
Una vez que la planta comienza a crecer, las flores comenzarán a formarse. Para que la planta se desarrolle correctamente es necesario que le aportes unos cuidados específicos que se verán recompensados en muy poco tiempo.
Sustrato
Las gerberas necesitan una maceta profunda dónde poder extender bien sus raíces. El sustrato debe estar bien aireado, y con un drenaje que podemos conseguir añadiendo pequeñas piedras en el fondo o mezclado con el sustrato si cultivamos en suelo.
Son plantas que precisan de gran cantidad de materia orgánica, aunque debemos asegurar que no se encharque y se ahogue la planta y evitar que aparezca moho en la tierra.
Temperatura
Son plantas que precisan de un clima semi-cálido. Lo recomendable es mantenerlas en un lugar soleado, pero nunca superando los 23ºC. Protégelas del calor extremo, así como de las heladas o las corrientes de aire frío.
Si decides cultivarlas en exterior, estarán más protegidas que si las sitúas junto a un muro o junto a árboles o arbustos de mayor tamaño.
Riego
Mantén el suelo de las gerberas siempre húmedo, sin dejar que se encharque. Lo recomendable es hacer riegos cortos varias veces al día, probando poco a poco hasta que la tierra esté humedecida sin expulsar agua.
En primavera y verano puedes regar las gerberas añadiendo fertilizante para plantas verdes una vez al mes, extendiendo así la vida de cada una de sus flores.
Usa un vaporizador de agua en verano si el ambiente es muy seco, para que la planta florezca y no se muera por el calor.
Abono
Proporcionando un sustrato de calidad, tus gerberas no precisan de abono hasta pasado un año desde la siembra en maceta o en suelo.
Aprovecha la primavera para volver a nutrir el suelo, cambiando a un tiesto más grande si es necesario.
Si quieres que tus plantas crezcan más rápido y den flores, puedes renovar el sustrato hasta dos veces al año. En la época de otoño e invierno es recomendable detener el aporte de fertilizante, disminuyendo la frecuencia de riego para darle un respiro a la planta y que pueda volver a florecer con más fuerza en primavera.
Trucos para cuidar tus gerberas
Una vez que has conseguido que tu planta florezca, el proceso de cuidados es prácticamente rutinario. Debes acordarte de regarla cada día y de controlar la temperatura.
Además de estos consejos, hay otros trucos para cuidar gerberas que puedes poner en práctica:
- Añade un poco de arena de playa al sustrato para que el suelo esté suelto y las raíces puedan extenderse bien. Este truco es muy importante sobre todo si siembras plantas de exterior en el jardín.
- Riega con moderación en otoño e invierno, para hacerlo de manera más frecuente y añadiendo un abono extra en primavera y verano. Así la planta florecerá con más fuerza en estos meses de mayor actividad.
- Mantén las plantas en un lugar con luz dónde no le dé sol directo para conseguir flores más grandes y con colores más vivos.
- Si vives en un lugar dónde suele hacer mucho calor en verano, es mejor plantar estas flores en macetas y dejarlas dentro de casa en esos días más calurosos para evitar que se marchiten.
- Retira las hojas y flores secas usando utensilios limpios para que no se seque la planta y evitar que aparezcan parásitos indeseados.
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