La morera como árbol
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La morera es un árbol de la familia de las moráceas. En ella podemos encontrar muchos tipos, las más conocidas son las zarzamoras que podemos encontrar creciendo de manera salvaje en el campo. Pero, en el caso que nos ocupa, vamos a ver cómo puedes cultivar este árbol en tu jardín con todos los cuidados que necesita.
En primer lugar, hay que decir que esta variedad de morera produce árboles de gran tamaño, muy frondosos y, aunque pueden dejarse crecer libremente, es recomendable podarlos de vez en cuando para conseguir buenos resultados.
Los cuidados de la morera
Es un árbol muy versátil y sus cuidados son sencillos. Es muy popular en España aunque su origen es asiático. ¿Sabías que en este continente es uno de los árboles más cultivados? Esto se debe a que sus hojas aportan nutrientes para los famosos gusanos de seda.
Sustrato
Si quieres plantar un árbol de morera en tu jardín debes proporcionarle el mejor sustrato para que pueda crecer con todos los nutrientes que necesita. Debido a sus características, puede progresar en casi cualquier suelo, es decir, se desarrolla en suelos arenosos o arcillosos, con un pH en torno al 6,5 o 7. Estos tienen que estar bien drenados ya que el encharcamiento del agua no es bueno para ellos.
Temperatura
Es originario de Asia, pero es un árbol muy resistente capaz de soportar grandes variaciones térmicas. Sobrevive en climas con inviernos muy fríos o veranos muy calurosos, tanto es así que puede desarrollarse con normalidad en un abanico de temperatura que va de los 15 a los 40 grados. Por este motivo podemos encontrarla en casi todas las latitudes del planeta.
Riego
La morera es un árbol que no crece bien en zonas muy húmedas. Aunque necesita que esta sea adecuada, nunca se debe encharcar el suelo, ya que puede pudrir sus raíces. Por otro lado, es resistente a las sequías prolongadas, aunque mantenerla en estas condiciones no es lo ideal. La mejor opción para que se desarrolle correctamente es regarla con regularidad, espaciando los tiempos y procurando no encharcar el suelo.
Cuándo podarla
Como hemos señalado al principio, la morera es un árbol vigoroso de gran tamaño que puede alcanzar hasta los 15 metros de altura. Para conseguir controlar su crecimiento y hacer que sus hojas y frutos sean más suculentos, podemos podarla.
Durante los primeros años de vida de la planta será necesario realizar una poda más exhaustiva con el objetivo de conseguir definir la estructura de la misma. Dicho de otro modo, esta poda selectiva tendrá como objetivo el de marcar cuáles serán las líneas o ramas principales de nuestro árbol para que pueda crecer con normalidad.
Transcurrido un tiempo y cuando este ya haya alcanzado una altura y frondosidad adecuada, tan solo deberemos eliminar aquellas ramas que tengan problemas o que provoquen desvíos.
A la hora de podar, ten cuidado y retira solo aquellas que estén secas, sean viejas o tengan poco grosor, ya que si eliminas otras podrías dañar el árbol e impedir que crezca con normalidad.
Cómo la planto
Puedes plantar una morena usando dos métodos, aunque uno de ellos es más recomendable. La primera opción es hacerte con semillas. Este método no es muy efectivo ya que tan solo germinarán la mitad de las que plantes, su poder de germinación es bastante bajo.
Si quieres hacerlo de este modo, necesitarás:
- Una maceta baja en la que deberás colocar un sustrato.
- Sustrato con base de arcilla o arena.
- Un poco de abono y agua para que se mantenga una humedad constante.
- Introduce las semillas en su interior, tápalas y espera a que crezca.
Una opción más fiable para poder plantar nuestros árboles de morera y reproducirlos fácilmente es utilizar esquejes seleccionados de otra planta. Para conseguir los mejores resultados deberás obtener una rama joven de otro árbol. Esta deberá tener entre 6 meses y un año y contar con varias yemas para que pueda germinar.
Corta una rama de unos 15 o 20 centímetros de longitud e introdúcela en una maceta con bastante humedad. En este caso, que el suelo cuente con gran cantidad de agua es esencial para que de la rama puedan surgir raíces.
Coloca un sustrato arenoso o arcillo, abono y deja que crezca. Esta operación es mejor realizarla durante los meses de primavera o verano ya que para que las raíces salgan correctamente será necesaria temperatura alta y humedad.
Como ves, cultivar un árbol de morera es bastante sencillo ya que no requiere demasiados cuidados ni un clima muy delicado para desarrollarse. Además, una vez que comience a dar frutos podrás aprovecharte de todos los beneficios antioxidantes que te ofrecen. Si te importa tu salud, cuídate con nuestro Seguro de Salud MAPFRE, donde contarás con grandes profesionales preparados para asesorarte en cualquier momento ¿a qué estás esperando?
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