Cómo cultivar y cuidar la planta de la margarita
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La planta de la margarita, además de tener unas flores de gran sencillez y belleza, está muy indicada para todos los espacios, ya que puede crecer en cualquier terreno, incluso en aquellos que son menos fértiles. Es muy fácil plantar margaritas en primavera y disfrutarlas el resto del año.
Cuándo florece
La época de floración va de primavera a otoño. De hecho, para los pueblos Germánicos antiguos, el florecer de las margaritas anunciaba la llegada del dios Balder (el dios de la luz), que despejaba los cielos e iluminaba los días para dar paso al verano.
Debes saber que, si quitas las flores que empiecen a marchitarse, conseguirás que tenga aún más flores y la planta esté muy tupida.
Cuándo plantar margaritas
El mejor momento para plantar margaritas es cuando las temperaturas empiezan a sobrepasar los 15 grados, es decir, a finales del invierno y principios de la primavera.
Hay que buscar el momento en el que el tiempo es cálido, pero no seco. Si se hace en otoño o en pleno invierno, se corre el riesgo de que se congele y no llegue a germinar.
Métodos de plantación
Existen diferentes formas de plantar margaritas, pero las principales son tres: plantación por división de matas, por siembra directa de semillas o por esqueje.
Plantación por división de matas
Es la forma más sencilla de plantar margaritas.
Consiste en separar hijuelos de la planta (una parte de las hierbas que crecen alrededor) y plantar esas matas en una tierra fértil y bien drenada.
Debe tener y riego abundante, pero no excesivo, y luz solar directa durante buena parte del día.
Siembra directa de semillas
Si prefieres cultivar las semillas, lo primero que debes hacer es preparar el suelo en el que vas a plantarlas. Lo ideal es que sea una tierra arcillosa, pero, como decíamos al principio, las margaritas crecen bien en cualquier tipo de terreno.
Además, debes prestar especial atención al drenaje: si las plantas van directamente al suelo, haz una mezcla de arena y sustrato, pero si las vas a poner en macetas, coloca en el fondo una base de grava o tierra volcánica.
El proceso de plantación es el mismo, tanto si se hace en el suelo o en maceta:
- Coloca una capa de mezcla con materia orgánica.
- Con ayuda de un lápiz o similar, haz unos agujeros de unos 6 milímetros de profundidad.
- Pon una semilla en cada agujero. Pon la parte puntiaguda de las semillas hacia arriba.
- Tapa con una capa de unos 3 milímetros de mantillo.
- Humedece el sustrato rociando un poco de agua.
Si sigues estos pasos correctamente, al cabo de unos 10 o 12 días, empezará a germinar. Durante los primeros días, endereza con un tutor los pequeños tallos que se hayan curvado. De lo contrario, la planta no podrá realizar la fotosíntesis al quedar tapada por las demás margaritas y morirá.
Por esqueje
Casi todas las margaritas se pueden multiplicar también por esquejes, aunque es la forma más laboriosa de hacerlo.
Para ello hay que seguir estos pasos:
- Corta un trozo de rama para realizar el esqueje. Lo ideal es usar la parte más tierna, es decir, el extremo de la rama y, a ser posible, que no tenga flores. Selecciona más o menos 10 centímetros. Haz un corte biselado por debajo de un nudo.
- Quita las hojas de la parte inferior del esqueje, pero deja las superiores para que respire.
- Moja el extremo del esqueje en un bote de polvo de hormonas para enraizamiento y sacude el sobrante. Debe quedar una fina película de polvo.
- Llena una maceta con sustrato y riega abundantemente.
- Cuando el agua de la maceta se haya drenado, haz un agujero de unos 4 centímetros, introduce el esqueje y apisona con mesura la superficie.
- Cubre con un plástico transparente que podrás quitar pasados 21 días.
Cuidados
Es cierto que la margarita no es una planta que demande excesivos cuidados, no obstante, si quieres que luzca bella y tupida debes tener en cuenta estas recomendaciones:
Luz
Las margaritas necesitan sol para florecer. Por ello, coloca la planta en un lugar en el que reciba, al menos, unas ocho horas de sol indirecto al día, y un mínimo de tres horas de sol directo.
Riego
Esta planta necesita una tierra que mantenga la humedad, pero sin excesos ya que algunas variedades son muy vulnerables y pueden llegar a pudrirse. Para evitarlo, vigila que tenga un buen drenaje añadiendo unos 2 centímetros de compost orgánico a la tierra, o un poco de arena si el terreno es muy arcilloso.
En cuanto al riego, basta con suministrarle agua cada dos días en verano y cada ocho en invierno.
Poda
Si quieres que tu planta te regale una floración apabullante, debes practicar al menos una poda al año, preferiblemente a finales de otoño.
Control de plagas
Aunque las margaritas son muy resistentes a las plagas, tienen unos enemigos muy persistentes: los caracoles y las babosas. Estos moluscos se comen las hojas haciendo que la planta luzca marchita.
La mejor forma de acabar con ellos es eliminándolos de forma manual o usando algún producto específico. Pero sobre todo es importante realizar revisiones al menos una vez al mes.
Fertilizantes
Es conveniente añadir fertilizante cuando comience la época de floración, ya que es un momento en el que la planta consume mucha energía para producir sus flores.
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Origen de la planta de la margarita
La margarita es una flor nativa de las zonas templadas del hemisferio norte, su origen es europeo, aunque está extendida por Asia, Estados Unidos e incluso Nueva Zelanda y, durante siglos, ha resultado fuente de inspiración de poetas y trovadores.
Son las flores de los amores indecisos, ese «me quiere, no me quiere» que tuvo su origen en la época victoriana, cuando los jóvenes trataban de averiguar lo que sus amados sentían por ellos quitando, uno a uno, los pétalos de las flores, costumbre que ha perdurado hasta nuestros días. Pero al mismo tiempo son símbolo de la inocencia: para los romanos, la margarita era la forma que adoptó la ninfa Belides para esconderse del dios de los muertos Vertumnus -que se había fijado en su belleza- y preservar así su pureza.
El nombre científico de esta herbácea de la familia de las oasteráceas es Bellis perennis (del latín: bellis significa bonita y perennis que no pierde la hoja en invierno). También es conocida como margarita menor, de los prados, bellorita, maya (porque florece en mayo) o coqueta, entre otros nombres.
En la actualidad existen más de 20.000 especies diferentes de margaritas, rivalizando en este aspecto con las orquídeas.
Hola Agustín,
Mucas gracias por tu aportación. Un saludo