Cómo plantar rosales en el jardín
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Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de plantar un rosal es seguir una serie de criterios que van desde la ubicación hasta la época del año en la que se hace dicha acción. Te contamos paso a paso cómo debes hacerlo para que tus rosales crezcan en las mejores condiciones.
Elegir el rosal
Parece una obviedad, pero a la hora de elegir un tipo de rosal, debemos fijarnos en sus características para saber si éste va a ser el adecuado para nuestro hogar. Además, es importante que nos fijemos en que esté sano para evitar problemas en el futuro. En el mercado podemos encontrarnos con rosales en cepellón o por raíces desnudas, aunque una buena opción es adquirir uno en maceta para poder plantarlo en cualquier momento del año.
Elegir el momento adecuado
Aunque pueden plantarse en cualquier época, si queremos que crezca adecuadamente lo recomendable es elegir una época en la que no haya heladas o en la que el rosal no se encuentre en flor.
Preparar las raíces (de raíces desnudas)
Cuando nos hemos decidido por un rosal sin cepellón, deberemos preparar sus raíces para plantarlo, haciendo que éstas cuenten con una hidratación adecuada. Para ello, hay que sumergir las raíces en agua durante la noche anterior, haciendo que estas se empapen bien y así conseguir que se adhieran al sustrato. En el caso de los rosales en maceta, este paso no será necesario.
Seleccionar la ubicación
Los rosales necesitan un lugar soleado para poder florecer correctamente, por ello, la ubicación de la planta debe encontrarse en un lugar que cuente con suficiente luz natural. Por otro lado, deberás comprobar que éste no se encuentra muy cerca de un muro, ya que puede frenar su crecimiento. Por último, el lugar en el que lo coloques debe ayudar a que la planta tenga una correcta corriente de aire, siempre que esta no sea excesiva.
Cavar el hoyo de plantado
Una vez elegida la ubicación correcta para nuestro rosal, hay que establecer un hoyo de plantado adecuado para él. Lo ideal es que cuente con unos 30 centímetros de profundidad y 30 de diámetro. En el caso de que nos hayamos decantado por una modalidad trepadora o arbustiva, el espacio que deberemos preparar para la planta tendrá que ser mayor, aproximadamente 50 centímetros de diámetro por 50 de profundidad.
Añadir el sustrato
Una vez realizado el hoyo, deberemos colocar dentro de él un sustrato específico para rosales que cuentan con una proporción de arena y arcilla que ayuda a que arraigue correctamente. En el caso de que te decantes por el rosal de raíz desnuda, deberás añadir también al sustrato una sustancia enraizante para asegurarte su éxito.
Plantar
Tras ello, coloca la planta en el interior del agujero y cubre el cepellón o la raíz con el sustrato apisonando la zona. De esta forma, conseguirás eliminar bolsas de aire y te asegurarás de que queda bien anclado en el jardín.
Regar
Una vez plantado deberás mantener la humedad correcta para que se desarrolle. Durante las primeras semanas, es recomendable añadirle agua dos veces al día para luego ir adaptando las pautas a sus necesidades.
Cuidarlo
A partir de aquí, deberás aplicarle los cuidados propios de un rosal, como pueden ser un riego adecuado en el que la tierra no se encharque, una limpieza correcta de la zona para que no se acumulen deshechos a su alrededor o utilizar fertilizantes específicos para aportarle los nutrientes que necesita durante todo el año. Por último, recuerda protegerlo de las heladas y las bajas temperaturas del invierno cubriendo las raíces con corteza de pino que mantenga la humedad durante estos meses. Además, es aconsejable conocer qué enfermedades o plagas pueden afectarles. Plantar un rosal es muy sencillo, pero para ello debemos conocer cuáles son sus necesidades específicas. Seguro que gracias a estos pasos eres capaz de conseguir que tu jardín luzca con los colores más vibrantes. Si quieres cuidar tu casa, pero también el exterior de ésta, descubre las coberturas que te ofrece el Seguro de Hogar MAPFRE.
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