Cuidados de la Portulacaria afra
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La Portulacaria afra es una planta que, según la tradición, da fortuna a quien la posee. De ahí que también se la conozca como Árbol de la Abundancia o Planta de la Moneda. Más allá de supersticiones, se trata de una hermosa suculenta de hojas carnosas y brillantes que crece como un pequeño arbusto y que suele usarse en bonsáis y en rocallas.
Es una planta perenne, procedente de África, muy espesa, con tallos gruesos rojizos que se tornan grisáceos cuando son mayores. De ellos brotan sus famosas hojas con forma de moneda, que se caracterizan por ser tiernas, carnosas y a menudo de un color verde jade. A finales de la primavera produce unas pequeñas flores rosadas que se presentan en penachos, aunque es muy raro verlas si la planta está fuera de su hábitat natural.
Ubicación e iluminación
La Portulacaria afra necesita mucha luz y un ambiente seco. Lo ideal es colocarla a pleno sol ya que así las hojas serán más grandes y verdes.
En interior hay que ubicarla en una zona luminosa, preferiblemente con sol indirecto, evitando las corrientes de aire.
¿A qué temperatura debe estar?
La Planta de la Moneda soporta temperaturas desde 0 a 35ºC, aunque crece mejor en climas templados de más de 15ºC.
Es muy sensible a las heladas. Por eso en invierno es aconsejable resguardarla del frío, bien cultivándola en maceta y guardándola en interior, cubriendo la planta con una manta durante las heladas o utilizando algún tipo de invernadero.
¿Qué tipo de sustrato necesita?
Aunque prospera en cualquier suelo es aconsejable usar tierra para cactus mezclada con 1/4 de turba y un 1/4 de arena gruesa. Esto le proporcionará un suelo con un buen drenaje.
¿Cómo regar la Portulacaria afra?
Uno de los grandes problemas de la Portulacaria afra es la falta o exceso de riego, por lo que conviene prestarle mucha atención.
De primavera a otoño hay que regarla cada 15 días, y en invierno hay que esperar a que el sustrato esté completamente seco para volver a regar. No se aconseja pulverizar agua en las hojas, ya que las estropea.
Ten en cuenta que si las hojas adquieren un color negruzco es que estás regando en exceso, y si se arrugan, es que necesita más agua.
¿Cómo y cuándo abonarla?
Agradece el abono periódico, más o menos una vez al mes, sobre todo a finales del invierno o principios de la primavera. Se pueden usar fertilizantes líquidos ricos en nitrógeno para favorecer la floración y un estimulante hormónico añadido al agua de riego para multiplicar las hojas.
Poda y trasplante
Es muy aconsejable podar la planta periódicamente para mantenerla frondosa y con buena forma. Lo ideal es ir pinzándola para que genere nuevas ramificaciones y se vea más espesa. A mediados de primavera hay que hacer una poda en profundidad.
Los trasplantes se realizan cada dos o tres años en primavera.
Plagas y enfermedades
Los ácaros, la cochinilla, la mosca blanca son algunas de las plagas que puede sufrir la Portulacaria afra. Aunque, como decíamos antes, su principal amenaza es el riego inadecuado.
Si tienes macetas en tu casa o un jardín interior ten en cuenta que, en un descuido, el agua y la humedad pueden estropear tus suelos y paredes. Recuerda que en esta y otras situaciones, tu Seguro de Hogar MAPFRE está para ayudarte. Infórmate aquí de cómo puede hacerlo.
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