Saponaria: cuidados y usos
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La saponaria es una planta milenaria que tiene propiedades higiénicas, tanto es así que durante años se ha utilizado para realizar jabones, champús o dentífricos. Debido a estas características también se le denomina como jabonera o flor de jabón.
La planta crece en estado silvestre y es originaria del sur de Europa, por este motivo el clima de nuestro país es el ideal para que se desarrolle correctamente. Se trata de una planta herbácea que permanecerá verde todo el año y que puede llegar a alcanzar los 60 centímetros de altura, con un tallo robusto y flores violetas, blancas o rosas.
Propiedades
La saponaria se conoce desde hace milenios y se ha utilizado en medicina natural desde épocas ancestrales debido a las propiedades que se le atribuyen. Entre ellas destacan las de protección, cuidado y curación de dolencias de la piel tales como el acné, la seborrea o la dermatitis. Tanto es así, que es utilizada recurrentemente por la industria farmacéutica para la realización de jabones.
También tiene propiedades expectorantes que ayudan a aumentar la secreción de las mucosas, la salivación y la sudoración, además de poseer características diuréticas. Esto hace que se use para la elaboración de medicinas como jarabes para la tos.
Sin duda, una de las características más populares de esta planta es la de la formación de espumas que son capaces de purificar y limpiar de manera natural. El jabón producido por ella se puede utilizar tanto para la limpieza de ropa como para la higiene personal.
Cuidados
Los cuidados de la saponaria son muy sencillos y podrás cultivarla fácilmente en casa. Puede plantarse tanto en macetas como en el jardín, por lo que son muy versátiles y podrán adaptarse a cualquier rincón de tu casa. A continuación, te contamos sus cuidados principales.
Riego y sustrato
Tan solo deberás estar atento a su riego ya que requieren mucha humedad. Este deberá ser frecuente y regular, teniendo cuidado de no encharcar las raíces para evitar que se pudran. Podrás lograr unos buenos resultados si el sustrato está bien drenado, poco profundo y arenoso.
Nutrientes
En cuanto a los nutrientes, debe ser abonada con frecuencia, una vez cada 15 días, sobre todo en el periodo de floración. Deberás tener especial cuidado una semana antes de la floración cuando el abonado deberá ser suficiente para garantizar el sustento de la planta. La mejor opción es usar un fertilizante mineral.
Ubicación y temperatura
Necesitan mucha luz, por lo que deberá ser plantada en una zona en la que reciba rayos solares de manera directa. Además de luz necesita temperaturas altas para poder desarrollarse correctamente, es decir, unas condiciones propias del clima mediterráneo. Aunque se trata de una planta resistente, es mejor evitar las zonas en las que se producen heladas con frecuencia.
Enfermedades
La saponaria puede verse afectada por enfermedades y plagas, aunque estas son poco frecuentes. Sin duda, una de la que más les afecta es el pulgón. Para acabar con él deberás optar por la utilización de un producto específico que elimine estos insectos.
Multiplicación
Si quieres reproducir la planta, podrás hacerlo a través de esquejes o semillas. Puedes elegir la forma que más te convenga. En el primer caso tan solo deberás realizar diferentes divisiones para formar esquejes que podrás plantar directamente en una jardinera. En el caso de que utilices semillas, estas se plantarán siempre en primavera para que la planta florezca y se desarrolle.
Cosecha
El cultivo y recogida de raíces deberá realizarse siempre entre los meses de marzo y junio o entre septiembre y noviembre. Antes de recogerlas debes tener en cuenta la edad de la planta, ya que estas solo servirán si la saponaria tiene más de 5 años. Una vez recogidas, para conservarás, deberás limpiarlas, cortarlas en trozos y dejarlas secar.
Cuando lo que se quiere utilizar son las hojas, el plazo que tendrás que esperar es menor. Basta con que la planta tenga dos años y el momento ideal será cuando esté a punto de florecer, entre julio y agosto. La planta volverá a florecer a finales de septiembre y podrás realizar una segunda recogida, aunque esta es menos productiva que la de primavera. Las hojas cortadas deben dejarse secar al sol o en un lugar a la sombra bien ventilado.
Elaborar jabón natural
La saponaria se reproduce a través de rizomas, es decir, unos tallos horizontales que se extienden por el suelo y que poseen gran cantidad de las cualidades de la planta, al igual que sus flores. Para la elaboración de jabones se utilizan estas dos partes ya que son capaces de generar una gran cantidad de espuma que funciona como un buen limpiador natural.
La elaboración es muy sencilla, consiste en machacar ambas partes para poder conseguir una espuma que puede aplicarse de manera inmediata sobre el cuerpo o la superficie a limpiar.
Se pueden conseguir resultados similares con los rizomas y las raíces de la planta ralladas y mezcladas con agua. Para ello necesitarás un litro de agua que deberás mezclar con una proporción de entre 30 y 100 gramos de raíces y rizomas. Debes tener en cuenta que a mayor cantidad vegetal, aumentará la intensidad del producto final.
Una vez rallada la planta, deberás hervirla durante unos cinco o diez minutos para dejarlo reposar después durante al menos una hora. Esta mezcla puede usarse también como champú para el cabello.
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